El hotel del puerto y el calendario quebrado

Málaga/El escenario temporal sobre el que se maneja el proyecto de construcción de un hotel de 135 metros de altura junto al dique de Levante se difumina. Las optimistas previsiones manejadas meses atrás por el grupo inversor catarí impulsor de la iniciativa quedan absolutamente invalidadas dada la demora que siguen acumulando los dos trámites administrativos y urbanísticos indispensables para que pueda ponerse en marcha la maquinaria para la ejecución de esta gran torre.

Tanto es así que es imposible hoy por hoy poner una fecha de inicio al que se ha convertido en la infraestructura de mayor envergadura de cuantas tramita la Autoridad Portuaria. La inversión contemplada en la misma por parte del fondo catarí ronda los 106 millones de euros. A ello contribuye el bloqueo que se mantiene sobre la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (Deup), aprobada por el Puerto de Málaga en abril de 2015 y remitida posteriormente, sigue sin ser ratificada por Puertos del Estado. Ayer, el presidente del Puerto, Paulino Plata, confirmo que se sigue a la espera y confió en que la firma que ponga fin a este primer trámite tenga lugar en breve.

Y sin la Deup aprobada definitivamente no puede darse luz verde para el arranque de la necesaria modificación del Plan Especial del Puerto, cuya finalidad no es otra que asignarle a la parcela elegida el uso hotelero correspondiente y los volúmenes previstos para la edificación. Si bien desde el organismo portuario se hizo una solicitud formal a la Gerencia de Urbanismo para iniciar la adecuación del planeamiento, la realidad es que hasta la fecha sigue sin avanzarse en este camino.

De hecho, los propios responsable del ente municipal destacaron que tras ese primer paso por parte del Puerto se le reclamó la entrega de cierta documentación, que sigue sin ser entregada. Entre los informes que el Puerto tendrá que elaborar en el marco de la citada modificación del plan especial está uno de Movilidad, garantizando la capacidad de las infraestructuras actuales para dar cabida al nuevo uso planteado en la zona, así como un prolijo trámite ambiental ante la Junta de Andalucía.

A esta hoja de ruta inicial hay que sumar la definitiva y necesaria autorización por parte del Consejo de Ministros dando validez al uso hotelero planteado sobre el suelo portuario. Y, de superarse esta criba, los promotores del proyecto habrán de enfrentarse al trámite de solicitud de la licencia.

La envergadura de la tramitación previa al otorgamiento de la concesión administrativa de la parcela del morro del dique de Levante al fondo catarí hace imposible el cumplimiento de las previsiones iniciales. El arquitecto del proyecto, José Seguí, llegó a calcular el pasado mes de septiembre, cuando se presentó públicamente en sociedad la iniciativa privada, que la tramitación administrativa podría estar concluida a mediados de 2017, haciendo factible el inicio de las obras a finales de ese mismo ejercicio. La ejecución de las mismas se fija en unos dos años y medio.

La iniciativa empresarial, que fue elegida finalmente por el Consejo de la Autoridad Portuaria, aunque condicionando el otorgamiento de la concesión a la previa culminación de la tramitación urbanística, prevé la ejecución de una torre de 135 metros de altura, con capacidad para 352 habitaciones (280 estándar; 20 superiores, con salón; 24 suites estándar, 16 suites superiores, con dos dormitorios; y 12 suites reales, con tres dormitorios), casino (sin garantías de implantación) y centro de congresos. Las dimensiones planteadas superan las actuales cotas urbanas, caso de la noria provisional de Muelle Heredia, de 70 metros, o la Catedral, de 90 metros.