El hotel en el que veraneó Lorca

En las últimas décadas del siglo XIX la ciudad creció hacia el este, por donde se expandieron los nuevos espacios residenciales de la burguesía y donde se hizo un uso extensivo del suelo mediante la construcción de pequeños hoteles rodeados de amplios jardines en la avenida de Príes, paseo de Sancha y el valle del Limonar hasta el arroyo de la Caleta. En esta zona surgieron unos barrios residenciales de gran calidad estética y ambiental que solo han pervivido de manera parcial hasta la actualidad.

El principal promotor de esta zona de la ciudad fue el ingeniero y empresario José María de Sancha (1838-1890), quien desde los años setenta vio las enormes posibilidades residenciales de estos terrenos y emprendió su urbanización para ofertar unas tipologías de vivienda adaptadas a los gustos y necesidades de una burguesía que ansiaba diferenciarse de las clases obreras.

Al otro lado del arroyo de La Caleta se produjo una ampliación del barrio con el paseo de Miramar, que ascendía en paralelo al del Limonar. En esta zona se enclavaba el hotel y restaurante inglés Hernán Cortés que desde la última década del siglo XIX estaba en funcionamiento y que ocupaba el solar del antiguo Ventorrillo de Cayetano, junto al arroyo de la Caleta. Según el historiado Víctor Heredia, ofertaba su cercanía al mar, las vistas a los montes, sus hermosos jardines y amplias y cómodas habitaciones a precio módicos. El edificio era muy sencillo, de planta rectangular y sin ninguna decoración.

En 1918 se constituyó la Sociedad Anónima Caleta Palace, con un capital social de 250.000 pesetas, que luego se elevó a dos millones. Su objeto era "la compra, construcción y explotación del negocio de hoteles para viajeros y restaurants". En 1919 adquirió el Hernán Cortés y, a continuación, presentó un proyecto de ampliación y reforma que suponía en realidad una nueva construcción, que estuvo concluida al año siguiente. El edificio resultante fue un gran pabellón perpendicular al mar, que posee cinco plantas, incluyendo el sótano.

Se trata del primer hotel construido como tal en la ciudad, con unas características tipológicas interiores y exteriores adecuadas a la función que iba a tener el edificio. El Hotel Hernán Cortés, que a partir de 1925 se denominó ya oficialmente Caleta Palace, también funcionó como centro lúdico del barrio, organizando en sus jardines fiestas y actos a los que acudían las familias que vivían y veraneaban en las inmediaciones. Un personaje que se hospedó con frecuencia en el Hernán Cortés, antes incluso de su conversión en Caleta Palace, fue Federico García Lorca. La familia del poeta pasaba sus vacaciones en Málaga, y de esta manera nació la amistad de Lorca con Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, que residían en las inmediaciones del hotel.

Posteriormente, fue reconvertido en hospital durante la Guerra Civil, luego en sanatorio Francisco Franco de la Obra Sindical 18 de Julio -donde nacieron muchos hijos de obreros- y más tarde tuvo varios usos sanitarios, hasta que recientemente ha sido rehabilitado para acoger la sede de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

l UN EMPRESARIO QUE DEJÓ HUELLA El ingeniero y empresario José María de Sancha formó en 1879 la sociedad José María de Sancha y Compañía junto con Manuel Enrique Jaraba, Diego Muñoz Moreno, Francisco Cuenca Gutiérrez y José Muñoz Estévez. Esta empresa compró a Francisco Mitjana a 2 pesetas el metro cuadrado la hacienda El Platero, que comprendía una parcela de más de 80.000 metros cuadrados entre la avenida de Príes, el Camino Nuevo y el mar. A continuación la sociedad urbanizó y parceló los terrenos, que comenzaron a ocuparse con hoteles unifamiliares rodeados de jardines en los años siguientes. El nombre del promotor quedó fijado tanto en el paseo de Sancha (que adoptó esta denominación de forma oficial en 1887) como en las laderas urbanizadas, conocidas como Monte de Sancha.