Hoteles en la Costa del Sol: Un gran mes de mayo y esperando un tirón para el verano
Turismo
La patronal Aehcos destaca que la ocupación hotelera en mayo ha sido la misma que en 2019, que fue récord, y señala que las reservas para verano están un poco flojas aún, pero se confía en un empuje de última hora
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Málaga/La Costa del Sol vuelve a ser la que era. La pandemia parece que va quedando atrás y la provincia se llena otra vez de turistas, principalmente internacionales. Las compañías aéreas han apostado con fuerza por este destino para la temporada estival, casi todos los hoteles están abiertos y la gente, tras tantas penas, tiene ganas de divertirse. El sector turístico vuelve a sonreír tras el aval de una buena Semana Santa y un mes de mayo que ha sido igual que el de 2019, es decir, se regresa a los volúmenes de antes del Covid-19 con la particularidad además de que ese año fue récord.
La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha detallado este viernes que la ocupación hotelera en mayo en la provincia malagueña ha sido del 78,7%, tres décimas más que la obtenida en el mismo mes de 2019. Han subrayado que son "muy buenas cifras" y lo achacan, sobre todo, al puente que hubo a principios de mes y al buen clima.
El turismo es un sector muy sensible. Cualquier incidencia puede provocar que una persona que tenía pensado gastarse un dinero en viajar se quede en casa. Y ahora no está precisamente el horno para bollos. Hay una guerra en Ucrania, se ha disparado el precio de la luz, del combustible, se avecinan nuevas subidas de precio por la falta de productos básicos como el trigo o el maíz, la pandemia no está definitivamente controlada... Hay mil motivos para plegar velas y ahorrar y ese es el temor de los empresarios turísticos. Pero, por otra parte, solo se vive una vez y, por salud mental, también es bueno viajar, salir y disfrutar.
Málaga depende en gran medida del turista europeo y éste quiere pasárselo bien en un destino como la Costa del Sol que es seguro, que conoce a la perfección y que tiene una amplia oferta complementaria al sol y playa. Ni corto ni perezoso, el turista internacional está comprando vuelos y reservando habitaciones en hoteles o viviendas turísticas para pasar unos días en Málaga. En mayo, el 65% de los turistas alojados en los hoteles eran internacionales.
Los destinos que tuvieron una mayor ocupación hotelera en mayo fueron Málaga capital (87%), Benalmádena (81%), Fuengirola (81%), Antequera (78%) y Marbella (76%). El porcentaje de la capital es realmente espectacular, máxime cuando la oferta hotelera es cada vez más amplia y, por tanto, hay más plazas para llenar. En verano además se pondrán en carga más hoteles como el de Moneo. Cabe señalar que en la capital, además de los turistas vacacionales, se están desarrollando este mes numerosos congresos.
El verano es el plato fuerte
Los meses de junio, julio, agosto y septiembre son el plato fuerte para el sector turístico. De su resultado depende que el año sea bueno o no en las cuentas de explotación de hoteles o restaurantes. Por ahora, los hoteleros no las tienen todas consigo porque no se han alcanzando las reservas que había en 2019, sobre todo en agosto, pero queda tiempo por delante y no hay que olvidar que los turistas reservan cada vez más a última hora.
“Queremos ser optimistas y suponemos que finalmente las cifras de ocupación serán muy parecidas o ligeramente inferiores a las de 2019, porque parece que los turistas han modificado sus hábitos y las reservas son ahora más tardías”, señala el presidente de Aehcos, José Luque.
Por ahora, están ya reservadas el 78% de las plazas para junio (cinco puntos menos que en 2019), el 78% para julio (seis puntos menos) y el 77% en agosto (doce puntos menos). Preocupa la amplia distancia existente en el mes de agosto, pero habrá reservas de última hora y hay que insistir en que hay más hoteles disponibles este verano, como La Zambra (antiguo Byblos) o el Magna Marbella, entre otros. Si crece el número de establecimientos hay más plazas y más difícil es elevar el nivel total de ocupación.
“Creemos que la ocupación será mayor de la que hoy prevemos puesto que el volumen de plazas de transporte aéreo disponibles para el aeropuerto Málaga-Costa del Sol de esos meses está por encima del año 2019. Esto nos hace pensar que los resultados del verano serán similares al año prepandemia”, apunta Luque, por lo que, por ahora, hay relativa tranquilidad. En cualquier caso, en agosto ya están el 80% de reservas en Málaga, Benalmádena, Marbella y Fuengirola por lo que no hay que despistarse mucho si se quiere conseguir habitación sin tener que pagar fortunas.
El otoño da la puntilla, para bien o para mal
Aún no ha llegado el verano como tal y los hoteleros ya están incluso pensando en el otoño, algo normal porque tienen que hacer sus cuentas para todo el ejercicio. Aehcos estima que, al final, lograrán cerrar el 2022 con seis o siete puntos menos de ocupación que en 2019, "pero existen variables que aún arrojan cierta incertidumbre sobre el sector, tales como el devenir del conflicto bélico Rusia-Ucrania que puede marcar las preferencias de los destinos en los viajes, las reservas de última hora y los cambios que se están produciendo en la distribución y la demanda", apuntan.
Si hay algo que hemos aprendido todos con la pandemia o la guerra es que nadie tiene ni idea de qué puede ocurrir en los próximos meses. El presente, ahora, mayo, ha sido espectacular para el sector turístico de la Costa del Sol y hay buenas perspectivas para el verano. Los mercados tradicionales europeos se están recuperando y en junio el 70% de las reservas en los hoteles son de extranjeros, por lo que la tendencia sigue al alza y se comprueba que los touroperadores están vendiendo sus paquetes a Málaga. Habrá que cruzar los dedos para que nada se tuerza y confiar en que, aún en momentos de tanta duda, el ser humano también necesita relajarse y vivir. Esa es la principal baza de este destino, que tiene uno de los niveles de fidelización más altos del mundo.
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