La segunda semana de huelga de transportistas dispara los precios hasta un 40% en los mercados
La situación ahoga a comerciantes y preocupa a los clientes
Detenido un piquete por tirar piedras a un camión en Antequera
MÁLAGA/Juan Maldonado, frutero y verdulero en el Mercado del Carmen, se levanta todos los días a las 2:00 para poder conseguir productos frescos para su puesto. Y es que, desde que comenzó la huelga de transportistas hace ya una semana, este malagueño duerme apenas dos horas para moverse y garantizar que ese día no tengan que echar el cierre a su negocio. Sus clientes se muestran preocupados: "¿Pero mañana abrís?", pregunta Carmen, una malagueña que lleva comprando en Verduras Loli 40 años. Maldonado intenta transmitir confianza y tranquilidad: "Yo no cierro, tengo muchos contactos", replica.
Desde el pasado lunes 14, decenas de transportistas salen con sus vehículos a las calles de la capital malagueña para circular, a marcha lenta y ruidosa. Una huelga, convocada por la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías -no secundada por las principales organizaciones de transportistas-, que dificulta que los productos como la verdura, la fruta, el pescado y la carne lleguen del campo, del mar o del animal a la mesa. Y los mercados de abastos son una de las mejores plataformas desde la que observar todas las complicaciones que sufre la cadena de distribución alimentaria.
Ayer era lunes y, como es habitual, los puestos de pescado estaban cerrados. Si bien, muchos ya advertían de que la estampa de persianas bajadas se repetirá también los próximos días, ya que los comerciantes de pescado están siendo los más afectados en esta crisis de suministros. Una situación que se agrava con la determinación de los pescadores: han decidido amarrar sus barcos en protesta también por el precio del combustible.
Por su parte, carnicerías, fruterías y verdulerías se resisten a cerrar sus puestos, ya que todavía pueden conseguir género y sus mostradores permanecen repletos, aunque los estragos en estos sectores se han dejado sentir, sobre todo, en el aumento de los precios. Algunos productos como los tomates o los pimientos se han incrementado en un 40%, informa Juan Nieto, encargado de Servi Frutas Juani, en el Mercado Central de Atarazanas.
Ernesto Sánchez, de Frutería Ernesto, explica que le han pedido en Mercamálaga cuatro euros por un kilo de tomate y cinco por uno de pimientos. "Muy caro todo, una locura", lamenta, al tiempo que explica que ha intentado rellenar el puesto con otros productos más asequibles.
"Las frutas también están escaseando y la verdura es un desastre", expresa Salvador Rodríguez. Aunque todos ellos entienden y apoyan la lucha de los transportistas, lamentan que se estén produciendo algunos incidentes violentos. Hoy mismo ha sido detenido en Antequera el integrante de un piquete por tirar piedras a un camión y causar daños al vehículo, según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno central en la provincia malagueña.
Por ahora, los días de paro no han afectado en exceso el abastecimiento de Pablo Fornés, pero la compra para llenar el mostrador de su carnicera le sale cada día más cara. "Desde el comienzo de la huelga, todos los productos han subido. Los que más se han incrementado en un euro", apunta. Además, explica que ya le han advertido de que artículos como el pollo o el cerdo iban a subir más esta semana.
Encarni, de Encarni y Manolo, cuenta que su establecimiento sí está comenzando a sufrir la falta de productos. "Hoy me han dejado dos cajas de pollo, cuando yo normalmente gasto ocho", manifiesta. La carnicera está convencida de que próximamente faltará este animal en los mostradores de sus negocios. "Estamos muy preocupados, tenemos el alma en la boca", reconoce.
Los clientes están intranquilos porque no saben "cómo terminará esto" y algunas como María Arrebola, que lleva muchos años yendo a los mercados de abastos, asegura que esta situación no tiene precedentes. Trabajadores y clientes insisten en que el Gobierno escuche el clamor de los transportistas y se sienten ya a dialogar.
La invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas el pasado 24 de febrero también se ha sumado a la falta de materias primas. En este caso, ha afectado principalmente a las que llegaban desde los países implicados en el conflicto, como son los cereales y el aceite de girasol.
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