Tras la huella de El Tempranillo

Un museo en honor a los bandoleros

Tras la huella de El Tempranillo

19 de abril 2012 - 01:00

ANDALUCÍA

El fenómeno del bandolerismo en Andalucía se extendió por casi toda la región, pero fundamentalmente por los lugares en que la autoridad estaba más relajada, en territorios alejados de los centros de poder. La ruta que hoy le proponemos le acerca una de las principales figuras del bandolerismo andaluz: José María Cobacho, llamado El Tempranillo.

Nacido en Jauja, Córdoba, este bandolero adquirió la fama de Robin Hood ya que despojaba a los ricos para dárselo a los pobres. Este bandolero trajo de cabeza al mismísimo Fernando VII. Por eso y por otro motivos, los lugares que recorrió se han convertido en un polo de atracción turística. Así, las localidades de Jauja-Lucena, Badolatosa, Corcoya y Alameda conforman la llamada Ruta del Tempranillo, un camino que recorre tres provincial -Córdoba, Sevilla y Málaga- y que incluye más atractivos a la historia del mítico bandolero que le da nombre.

Lo mejor para recorrer la ruta es comenzarla por donde inició su vida El Tempranillo, la localidad de Jauja, y terminarla frente a su tumba, en la malagueña Alameda. Jauja cuenta con varios edificios de bella ejecución arquitectónica. Destaca la iglesia parroquial, en la que fue bautizado El Tempranillo, que fue construida por orden del marqués de Comares en 1779. El pueblo conserva también la casa en la que nació, una humilde vivienda de agricultores. De su pasado árabe mantiene las ruinas arqueológicas de la Aceña, con sus molinos de agua. No muy lejos de allí se sitúan los montes de San Miguel, donde la tradición popular fija el origen de la conversión de José María en bandolero, tras matar con sólo 16 años a un hombre como venganza familiar. Hijo de jornaleros, con 15 años comienza su vida como bandolero y fragua su leyenda. Siguiendo el cauce del Genil -existen rutas que permite hacerlo practicando el senderismo, el cicloturismo o incluso a caballo- el viajero llega a Badolatosa, donde ciertas fuentes sitúan el refugio de El Tempranillo y su cuadrilla -que llegó a ser de 50 hombres-. Se trata de un pueblo pequeño, cercano ya a Écija, que permite conocer la arquitectura popular andaluza. En él sobresale el espigado campanario de su iglesia barroca.

La ruta continúa por Corcoya, el pueblo donde el bandolero obtuvo el indulto del rey Fernando VII. El episodio ocurrió en la ermita de la Fuensanta, a un kilómetro escaso de la localidad y en plenas estribaciones de la sierra de la Cabrera. La ruta está a punto de concluir y transcurre por los lugares en los que el bandolero encontró su muerte, reconvertido y persiguiendo a otros bandidos por mandato real. Fue ya en la provincia de Málaga, en Alameda, más concretamente en el cortijo de Buenavista, que debe su nombre al bello paisaje que lo rodea.

Ya en el casco histórico de Alameda, en el patio de la iglesia, sobresale una cruz blanca con la inscripción: El rey de Sierra Morena. Allí reposan los restos de El Tempranillo. Pero hay mucho más para visitar como las termas romanas, la necrópolis calcolítica o la fuente de la Placeta.

En plena lucha entre bandoleros, el 23 de septiembre de 1833, El Tempranillo, cerca de una hacienda que tenía en Alameda, se topó con una emboscada de un antiguo compañero, el Barberillo, quien le disparó hiriéndole mortalmente poniendo fin a su vida con 28 años.

El municipio de Ronda cuenta con un museo que homenajea a los bandoleros que poblaron las serranías andaluzas. En él se pueden conocer la vida de estos hombres, sus viajes y las armas de la época. Más información: www.museobandolero.com.

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