El incendio que casi acaba con un deporte

Medio Ambiente

La Federación Andaluza de Tiro Olímpico terminó la semana pasada de desalojar el campo de tiro de Los Montes de Málaga y ahora busca una solución para poder continuar.

Un tirador en las antiguas instalaciones de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico en Málaga.
Raquel Garrido Málaga

01 de julio 2016 - 01:00

Con importantes problemas económicas y sin un futuro claro. La situación de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico lleva casi dos años arrastrando las consecuencias del incendio forestal, que tuvo lugar el 10 de agosto de 2014 en las inmediaciones del campo de tiro olímpico de Los Montes de Málaga y que arrasó 273 hectáreas. Fue el día que empezó la pesadilla para esta entidad que hace apenas una semana desalojó definitivamente las instalaciones que ha ocupado desde 1972, dejando a 800 abonados y 1.700 federados sin un lugar emblemático para este deporte.

Aquel fuego fue el motivo de que la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía iniciara un procedimiento administrativo contra la entidad concesionaria por no haber supuestamente realizado las actuaciones preventivas necesarias para evitar el siniestro. De nada sirvieron los informes aportados por la Federación para tratar de demostrar que el origen del fuego no fue su responsabilidad y evitar así el cierre de un recinto activo durante más de cuatro décadas.

Tras la resolución, por la que se procedió el año pasado a dar por caducada la concesión que tenía el colectivo deportivo en los terrenos propiedad de la Junta, tocaba hacer las maletas después de tantos años y vivencias acumuladas en unas instalaciones que echaron el cierre en septiembre después de la retirada total de materiales y la limpieza de los terrenos y neumáticos que servían como seguridad para contener y tabicar las balas.

Pero, según contó el presidente de la entidad, Nicolás Tamargo, la Delegación Territorial de Medio Ambiente exigió también la retirada de aquellos neumáticos que estaban ocultos en los muros de contención, por lo que hubo que volver a realizar labores más complejas de desmonte con maquinaria pesada. Y no fue hasta el pasado 21 de junio cuando se acabó su retirada definitiva cerrando así un capítulo de la historia de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico que ha durado 44 años.

A pesar del duro golpe, el colectivo trata de abrir un nuevo capítulo cuanto antes. pero no está resultando fácil. Al parecer, desde principios de ese año, y con la mediación de la Secretaría General de Deportes de la Junta de Andalucía, la Delegación de Medio Ambiente ha propuesto varias opciones para reubicar el campo de tiro en otros terrenos de su propiedad, todos ellos en el término municipal de Málaga.

Sin embargo, Tamargo explicó que hubo que rechazarlos "en primer lugar por la situación geográfica de los mismo y en segundo por la situación económica en la que ha quedado la Federación Andaluza tras los efectos causados por la resolución de caducar el expediente de concesión administrativa de las anteriores instalaciones".

Como solución intermedia para que Málaga no se quede sin un lugar donde poder disfrutar de esta práctica deportiva, que atraía a deportistas de tiro olímpico de distintos puntos de Europa, la Federación y la Junta trabajan en una nueva propuesta para permitir ampliar y adaptar los terrenos propiedad de un club privado de tiro ya existente.

Parece, según el presidente del colectivo, que hay buena disposición por parte del Gobierno autonómico, por lo que dijo "se abre una nueva ventana para que Málaga disponga de unas instalaciones acorde a lo que ha sido tradicionalmente este deporte la provincia".

A la espera de los tribunales

La decisión de la Junta de Andalucía de decretar el cierre del campo de tiro Guadalmedina está a la espera de la resolución de los tribunales. La Federación Andaluza de Tiro Olímpico presentó un recurso contencioso-administrativo contra el Gobierno andaluz, aún sin resolver por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Además, la Fiscalía de Medio Ambiente pidió hace unos meses que se reabriera la investigación sobre el incendio después de que el Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga ordenara en diciembre su sobreseimiento. El ministerio fiscal sí entendió que el fuego se debió a una imprudencia grave por la falta de mantenimiento de la zona perimetral del campo. Para adoptar esta decisión, la Fiscalía tuvo en cuenta un informe elaborado por los agentes de medio ambiente de la Junta de Andalucía en el que se reitera que el campo de tiro no contaba con un cortafuegos perimetral de 15 metros y lo que, según el escrito del fiscal, pudo facilitar la propagación de las llamas.

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