Los incendios más graves de viviendas ocurridos en Málaga en las últimas dos décadas

Las subidas o bajadas de tensión y los cortocircuitos debido a la sobrecarga de aparatos electrónicos están detrás de muchos de estos siniestros

El Colegio de Arquitectos sobre el incendio de Valencia: "En Málaga hay edificios similares, pero que no cunda el pánico"

Se elevan a cinco las víctimas del edificio devastado

Estado en que quedó el salón de la vivienda.
Estado en que quedó el salón de una vivienda incendiada. / M. G.

El incendio que ha devorado un edificio residencial de 14 plantas en Valencia -en el barrio de Campanar-, a una asombrosa velocidad se ha cobrado la vida de al menos nueve personas. En la provincia de Málaga, también son numerosas las víctimas de fuegos originados en viviendas en las últimas dos décadas.

Uno de los incendios más trágicos registrados data del 23 de marzo de 1993. Un hombre de 44 años y dos de sus hijas, de 17 y 19 años, murieron en su vivienda, situada en un bloque de doce pisos en la capital malagueña, concretamente en la barriada de Jardín de la Abadía -en el distrito de Carretera de Cádiz-. La madre y esposa de los fallecidos resultó ilesa al abandonar la vivienda para pedir auxilio; mientras que un tercer hijo del matrimonio -de siete años- fue rescatado por los bomberos tras resultar herido.

Unos años más tarde, el 5 de enero de 2001, dos menores de edad y su madre, de nacionalidad británica, también morían en su vivienda, situada en la localidad de Coín, cuando esta comenzó a arder. La abuela de los fallecidos, que también se encontraba en el inmueble, resultó herida aunque logró sobrevivir. En 2002, el 28 de diciembre, dos niños -de cinco y siete años- y su tío -de 22- también fallecían a causa de un incendio en una vivienda en Vélez-Málaga. En el siniestro resultó herida de gravedad la tía abuela de los niños, de 74 años, que tuvo que ser ingresada por quemaduras de tercer grado en la cara en el Hospital Carlos Haya, en la capital.

En 2005, una mujer que rondaba los 60 años y su hijo, de 40, murieron en el incendio de la casa donde residían. Al parecer, habían acumulado una gran cantidad de basura, lo que dificultó las labores de extinción de los bomberos, así como el rescate de los fallecidos. Aunque la mujer fue rescatada con vida, los servicios de emergencias no consiguieron reanimarla. Un año más tarde, un octogenario fallecía tras declararse un incendio en el bajo de un bloque de viviendas, en Carranque.

El 5 de noviembre de 2018 un menor de 16 años y su padre de 52 fallecían en un incendio registrado de madrugada en su casa, en el municipio malagueño de Arriate. Otras seis personas también resultaron afectadas por inhalación de humo. Apenas cuatro días más tarde un hombre de 63 años también moría por la misma causa, en su casa de Málaga capital.

Hace un mes, en Alhaurín el Grande, se registró el último incendio con víctima mortal. Un hombre de 40 años era hallado sin vida en el interior de una casa incendiada. Era sábado, sobre las 22:15, en una casa de tres plantas. Varios testigos alertaron al servicio de Emergencias 112 al ver salir llamas del inmueble. A la llegada de los bomberos, comprobaron que la habitación donde se encontraba el fallecido se había quemado y el resto del domicilio también se había visto afectado por el humo.

Una de las primeras causas de fuego en viviendas está relacionada con los descuidos de braseros, estufas, chimeneas y otros aparatos productores de calor. Durante la temporada invernal, son frecuentes los fallecimientos por intoxicación o inhalación de humo y gases tóxicos. Las subidas o bajadas de tensión y los cortocircuitos también están detrás de muchos de estos siniestros. "Suele estar relacionado con la carga de elementos electrónicos. Las baterías se sobrecargan en regletas o enchufes, lo que provoca su calentamiento, en contacto con un material combustible y entonces se produce el incendio", explica Francisco Soriano, bombero del Consorcio Provincial.

stats