"Es increíble el poco respeto que infunde el patrimonio arqueológico"

Luchadora incansable y amante de la historia, su asociación es ya todo un referente

Lina Urbaneja, en un jardín de Marbella.
Lina Urbaneja, en un jardín de Marbella.

11 de agosto 2013 - 01:00

Luchadora incansable, curiosa por naturaleza y defensora del patrimonio histórico. Lina Urbaneja descubrió en plena adolescencia, casi por casualidad, cuáles eran las raíces de su pueblo. Una inundación en un archivo de Istán la llevó a pasar el verano de sus 15 años con su abuela entre cientos de legajos. Desde entonces vive por y para la historia. Pero Lina no es una rata de biblioteca, sino una mujer luchadora que lidera la asociación Cilniana, la más longeva de Marbella, que nació justo en el momento en el que el azote del GIL amenazaba con acabar con todo. La mano de un grupo de personas igualmente apasionadas por la historia de la ciudad y de los socios que apoyan a este colectivo, Cilniana se ha convertido en un referente en la Costa del Sol, en un acicate para los políticos y en vigilante de la protección cultural.

-Antes de entrar en materia me gustaría saber de dónde le viene su pasión por la historia.

-Cuando era una adolescente se inundó el archivo parroquial de Istán y el cura me pidió que me encargara de secar aquellos libros. Con mi abuela, que era una mujer muy inquieta, nos pusimos a intentar arreglar esos legajos lo que nos llevó todo el verano. Ella se empeñó en que no podíamos secar un libro sin ver lo que contenía y a partir de ahí me encargué de cuidar el archivo parroquial, de estudiarlo y después me licencié en historia.

-Tanto tiempo pasó en ese archivo que se ha convertido en la cronista de Istán. Vino bien esa tarde de lluvia.

-La verdad es que sí. Istán tiene una historia muy interesante y poco conocida. Empecé a investigar por Málaga y cuando terminé la carrera, a raíz de la defensa de mi memoria de licenciatura, el Ayuntamiento me nombró cronista oficial.

-Con Cilniana, ¿cómo comienza su relación?

-Yo fui una de las fundadoras. Durante la época del GIL empezamos a trabajar de manera conjunta un grupo de personas y desde entonces siempre he estado vinculada de una manera u otra a esta asociación.

-¿Cuáles son los objetivos principales que se marcan desde Cilniana?

-El patrimonio histórico es el objetivo esencial de Cilniana, no solo de Marbella, sino que también colaboramos con otros municipios como por ejemplo Estepona, participamos en jornadas y apoyamos otros proyectos que nos lo piden. Somos una asociación que solo trabaja y vela por el patrimonio. En el momento de la fundación lo que queríamos era difundir las agresiones que se cometían para que la población pudiera defenderlo, así que también desarrollamos una labor divulgativa muy importante. De hecho ya hemos publicado varios números de nuestra revista.

-Sobre todo Cilniana es conocida por ser una asociación batalladora. Durante la etapa GIL en Marbella fueron luchadores incansables.

-Sí, además con mucho peligro. En aquella época sí que hubo amenazas y la cosa estuvo bastante complicada pero siempre digo lo mismo. El Cortijo Miraflores iba a ser una tienda de El Corte Inglés y ahí lo tenemos para uso y disfrute del pueblo. El Hospitalillo no sabían lo que iban a hacer con él y ahí sigue, así que cuando ves estas cosas te das cuenta de que la lucha no ha sido en vano. Además siempre me gusta tener en cuenta a los socios de Cilniana cuyo peso y apoyo mantiene el proyecto.

-Recientemente han conseguido vencer la batalla por la defensa del edificio de la Acera de la Marina. ¿En qué está trabajando ahora la asociación?

-Estamos muy pendientes del Trapiche del Prado que solo está pendiente de inscribirse en el catálogo de bienes protección de la Junta a pesar de lo cual el Ayuntamiento ha aprobado una modificación del PGOU que afecta a la parcela que lo rodea. Lo más urgente para ellos es cambiar la protección de la parcela del Trapiche del Prado lo que supone que se protege el suelo que ocupa el edificio pero no el resto que lo rodea y que puede ser modificado aleatoriamente para cualquier otro uso. Eso es muy peligroso. En el futuro vamos a tener edificios históricos ahogados entre restaurantes, mesones y lo que haga falta. Ya lo hemos puesto en conocimiento de la Junta de Andalucía que nos ha dicho que para hacer cualquier cosa tendrán que pedir un informe. También hemos presentado alegaciones en el Ayuntamiento, pero aún no hemos obtenido respuesta.

-Parece ser que se está produciendo una ruina programada. El edificio está muy abandonado.

-No se están realizando ni siquiera cuidados básicos a pesar de las recomendaciones de la Junta y nos preocupa muchísimo porque no podemos olvidar que Marbella tuvo un potencial económico grande en el azúcar durante una época muy dilatada y ese trapiche tiene mucha historia.

-¿Es el urbanismo el principal enemigo del patrimonio?

-¿El urbanismo? No. El principal enemigo del patrimonio es la falta de interés, mirar hacia otro lado, firmar informes diciendo que el edificio que se va a demoler no tiene interés histórico y ocultar lo que salga… A todos les da igual. No señalo a nadie pero no sé lo que tiene Marbella que cualquier cosa que tiene que ver con beneficios para el patrimonio tiene en contra a todo el mundo.

Llevamos desde que se creó Cilniana pidiendo al Ayuntamiento un local para nuestra sede y un arqueólogo municipal. Estepona contrató a uno hace años y la progresión de hallazgos en cuanto a patrimonio histórico es increíble. Han montado un museo arqueológico que es una preciosidad y eso se consigue teniendo a una persona a cargo del patrimonio. Esto no pasa en Marbella y no se exactamente por qué ningún gobierno ha querido contratar un arqueólogo municipal.

-En algunos casos Cilniana ha conseguido que se tuvieran en cuenta sus reivindicaciones, pero supongo que en otros muchos habrán visto como sus quejas caían en saco roto. ¿Recuerda algún caso concreto que le haya dolido especialmente?

-Aparte del Trapiche del Prado me duele especialmente el Cerro Colorado. En Manilva tienen el Castillejo del Alcorrín, un yacimiento arqueológico que se diferencia de Cerro Colorado en 300 años. En Marbella, a pesar de que esta zona se declaró BIC, nos llegan denuncias constantemente y hemos tenido que avisar incluso al Seprona porque lo están dejando en nada. Frente a esto en Manilva están sacando una cantidad de información impresionante, como debería estar pasando aquí, sin embargo cada vez le comen más terreno al yacimiento. El poco respeto que infunde el patrimonio arqueológico es increíble. No le importa a nadie. Aquí prima la especulación. Es muy triste. A veces te dan ganas de tirar la toalla pero afortunadamente son solo horas bajas que luego pasan.

-Marbella está estrenando, como quien dice, su PGOU, ¿con los parámetros establecidos se protege el patrimonio municipal?

-Tengo mis dudas porque ese PGOU se está modificando continuamente. En la época de la gestora se trazaron una serie de normas para proteger el casco histórico. Se dijo que se incluirían en el Plan pero no se está respetando. Ahora mismo se está haciendo una obra cerrada a cal y canto sin ninguna supervisión arqueológica a pesar de estar en un punto muy caliente. Da mucha pena ver como otras ciudades, menos pomposas que Marbella, están recuperando monumentos mientras que en Marbella se están destruyendo sistemáticamente. Es muy triste y sobre todo frustrante.

-Hablábamos antes del despido del arqueólogo de Manilva. ¿Fomenta la crisis económica la desprotección patrimonial?

-No sé exactamente qué motivó a despedir al arqueólogo pero César, además de ser el arqueólogo, vigilaba el yacimiento y dirigía la creación del museo que el Instituto Alemán financia para hacer una sala fenicia en El Castillo de la Duquesa. Manilva ha trascendido por la riqueza de sus fondos así que me parece una locura que se le haya despedido. Hay puestos que no deben dejarse abandonados.

-Cilniana no solo vela por Marbella, sino que vela por el patrimonio de toda la Costa del Sol. En rasgos generales ¿cómo ve la situación?

-Tenemos contacto, sobre todo, con una asociación de Vélez, asociaciones de Estepona, de Málaga capital… Pensamos en crear una federación, pero al final no se ha llegado a nada. Creo que la situación está en todas partes más o menos igual. Hay que tener cuidado con la crisis porque ahora se hacen menos obras y parece que la situación está más relajada. Hay excepciones pero el patrimonio, en líneas generales, es la tonta de la casa, a la que no se hace mucho caso.

-La concienciación imagino que será una de las herramientas más poderosas. A su nieta, ¿les está inculcando el respeto al patrimonio y su amor por la historia?

-Es muy pequeñita, solo tienes 4 años, pero ya la he llevado a ver el Castillo de Marbella y le he contado que allí vivían las princesas y le he explicado historias que le impresionan mucho. El cuidado del patrimonio implica a toda la familia. Hay socios de Cilniana que cuando hemos hecho campañas de limpieza de las Minas de Buenavista o de la ermita de Los Monjes, entre otras, han acudido con sus hijos y eso es muy bonito porque se le está demostrando a los pequeños que hay otras formas de ver la historia y de entender como ocurrieron las cosas sin que sea algo penoso.

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