La inflación se desboca en Málaga: 10,6% en junio

Málaga/La inflación vuelve a batir su récord en Málaga en décadas. En lugar de mejorar se va cada vez a peor como demuestra el hecho de que los precios se dispararon un 10,6% en la provincia en junio respecto al año anterior, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística.

En marzo también se pasó del 10%, hasta el 10,1% interanual, aunque parecía que se frenaba ligeramente con algunas de las medidas tomadas por el Gobierno y en abril y mayo bajó hasta el 8,6 y 8,8% respectivamente. En junio se ha vuelto a escapar dos puntos y parecen lejísimos los meses en los que la inflación estaba en niveles negativos aunque realmente ocurrió en 2020. En diciembre de 2020, en plena pandemia, el IPC interanual en Málaga estaba en el -0,8% y ahora en el 10,6%. Ver para creer.

Aunque es cierto que la inflación está creciendo desde entonces -antes de la guerra entre Rusia y Ucrania ya estaba en el 6%- el conflicto bélico ha provocado que la situación se complique aún más.

Los datos oficiales no dejan lugar a dudas y, además, son fácilmente demostrables. Se ve en el día a día a la hora de ir a la gasolinera o al supermercado. Todo está muchísimo más caro, con el handicap añadido de que los salarios se mantienen igual.

En el último año el precio de la electricidad, el gas y otros combustibles ha crecido un 34,1% en Málaga, mientras que la utilización de vehículos personales lo ha hecho un 26,4% y los servicios de alojamiento un 23,5%. La alta inflación duele especialmente en los alimentos porque los ciudadanos necesitamos comer todos los días y el precio se ha elevado un 14,5% en un año.

El INE analiza más de 40 parámetros y, de ellos, el precio solo ha bajado en cuatro en el último año: un 2,6% en productos y aparatos médicos; un 2,7% en servicios hospitalarios; un 4,7% en equipos audiovisuales; y un 5,7% en equipos de telefonía. Todo lo demás está más caro que hace un año: bebida, tabaco, vestidos, zapatos, alquiler de vivienda, muebles, aparatos domésticos, transporte, restaurantes... Y todo apunta a que vamos a seguir así durante un tiempo.