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Málaga/Las crisis económicas de los últimos años, el Covid, el conflicto entre Ucrania y Rusia y la subida de los precios han provocado que muchas familias en Málaga tengan dificultades para vivir. Cáritas Diocesana de Málaga asegura que durante 2022 ayudaron a unas 30.897 personas, de las cuales el 33,3%, es decir, en torno a unas 10.000, han acudido a ellos por primera vez. Además, también han lanzado por el día de la Caridad la campaña Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos Esperanza con el objetivo de despertar en la sociedad su espíritu solidario y conseguir que colaboren con ellos.
Las principales razones por las que las personas han llegado por primera vez a Cáritas para pedir ayuda son, principalmente, dos. Por un lado, se debe a que “han sentido que tienen todas las puertas cerradas”, según Francisco José Sánchez, director de Cáritas Diocesana de Málaga. Esto quiere decir que han considerado que las administraciones públicas no los van a ayudar más y tampoco sus círculos, por lo que “son personas que nunca se habían sentido en estas condiciones y por ejemplo hay muchas familias que acuden porque con los ingresos que han tenido, no les ha sido suficiente para cubrir los gastos”.
Por otro lado, otra de las razones por las que han ido más personas a Cáritas en 2022 es porque han tenido problemas de acceso a la vivienda, ya sea por no vivir en buenas condiciones, no tener recursos suficientes para los gastos energéticos o para pagar el alquiler. En esta línea, Sánchez Heras ha señalado que ante la actual situación del mercado “las personas acaban malviviendo y sobreviviendo como pueden de forma precaria con alquileres carísimos”. A su juicio, considera que “la vivienda es una necesidad básica que tendría que ser una prioridad de las políticas sociales”. También ha ratificado que este problema es una de las principales causas de exclusión social, ya que es “un pozo oscuro del que es casi imposible de salir si no se tienen los fondos suficientes”.
En 2022, Cáritas ayudó a 30.897 personas, de las cuales 26.077 se beneficiaron de los servicios de acogida y acompañamiento y unas 4.820 estaban apoyadas en programas centros y proyectos de las Cáritas Parroquiales y los Servicios Generales. En comparación con los datos de 2021, ha habido un leve descenso de las personas atendidas, ya que ese año acudieron a Cáritas unas 31.880 personas. Sobre esta pequeña caída, el director de Cáritas ha asegurado que es poco significativa y que se debe a “la activación del empleo después de la pandemia”.
Del total que ha sido atendido, el 33% han acudido por primera vez, el 17,5% ha mejorado su situación en este último año, pero el 32% lleva acudiendo a Cáritas tres años seguidos. Por lo que sostienen que está habiendo una cronificación de la pobreza, es decir, que hay familias a las que les es difícil salir de esa situación. Sánchez ha incidido en que hay tal "estancamiento” en la pobreza que llega a transmitirse de generación en generación, ya que han observado cómo en diferentes familias antes atendían a unas personas y ahora son sus nietos los que van a por esas ayudas.
En esta línea, aunque han disminuido los necesitados, ellos han aumentado las ayudas. En total se ofrecieron 67.245 ayudas, es decir un 2,4% más que en 2021. Con respecto al presupuesto, de su total compuesto por casi 10 millones de euros, han destinado aproximadamente unos nueve millones a la acogida y la atención directa y a los centros, programas y proyectos. Dentro de la partida que pertenece a la acogida y la atención directa han señalado que, con carácter excepcional, han incluido una ayuda de la Junta de Andalucía en materia de necesidades básicas para luchar contra la pobreza energética.
En cuanto a las personas, el 75% son mujeres y el 53,5% son inmigrantes. El tipo de hogar que más se acompaña en Cáritas es el formado por parejas con hijos (41,2%) y el constituido por mujeres solas con hijos (18,6%).
Las personas en exclusión se enfrentan a diferentes problemas, los más comunes son la falta de recursos para cubrir las necesidades básicas que afecta al 81% de las personas que acuden a Cáritas; la falta de empleo que perjudica al 71,1% y los problemas de la vivienda al 56,1%. Asimismo, las principales respuestas que han dado a través de las Cáritas parroquiales son el 82% para alimentación, el 30% para suministros, el 22,5% apoyo al empleo y el 17% es para ayudas a la vivienda. En este último dato, Sánchez Heras ha remarcado que el porcentaje no es muy alto, pero lo que sí lo es, es la cuantía.
El director de Cáritas Diocesana de Málaga, Francisco José Sánchez Heras, ha destacado que la gran parte de su presupuesto viene dado por las donaciones de los 7.652 socios y donantes que tienen, de los cuales 3.944 están en las Cáritas parroquiales y 3.708 en los Servicios Generales y centros. Por otro lado, desarrollan su labor de ayuda con un equipo formado por 1.292 voluntarios repartidos entre los 151 Cáritas parroquiales (1.094 personas) y los Servicios Generales y Centros (203 personas). Además, también cuentan con 191 personas contratadas que se encuentran en los Centros Sociosanitarios y en los Servicios Generales, programas y proyectos.
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