La inflación deja en una situación crítica a los comedores escolares de Málaga
El sector está preocupado porque desconocen si serán capaces de afrontar este curso con la subida de los precios
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Málaga/Este curso 2022/2023 está siendo más caro que nunca. La inflación ha provocado que todos los productos sean más caros y las familias se han visto obligadas a hacer una mayor inversión en la vuelta al cole. Las papelerías de Málaga ya informaron de que los materiales eran más costosos, sobre todo el papel, ya que su coste se había duplicado. Ahora con el inicio de curso, el tsunami económico ha llegado a los comedores escolares. Están preocupados porque no saben si serán capaces de afrontar este curso con la subida de los precios.
Este mes de agosto, la inflación en Málaga ha bajado hasta el 11,1%, pero el coste de la cesta de la compra sigue aumentando y ha subido hasta el 15,8%. Como consecuencia, el precio del menú de los comedores escolares, tanto de centros públicos como de privados se ha incrementado. Alejandra Leiva, gerente del Catering El Cántaro, asegura que el coste del menú diario en el comedor de los centros públicos es de 4,78 euros con IVA incluido, mientras que hace un año su precio era de 4,58 euros. Esto significa que las familias que lleven a sus hijos al comedor deben pagar 0,2 euros más por día. En este sentido, en los colegios privados el menú ronda los 8 euros y su incremento ha sido del 9,08%, según Leiva.
Por tanto, mantener las mismas comidas es más caro porque el precio de los productos ha incrementado, pero también es más costoso el propio menú. Como consecuencia, este año las familias deberán pagar más si tienen que dejar a sus hijos en el comedor todos los días lectivos. En Andalucía, este curso hay 178 días lectivos, por lo que una familia que tenga que dejar a su hijo en el comedor de un centro público, invertirá 850,84 euros, a no ser que estén bonificados. En ese caso la ayuda hará que el coste anual del comedor disminuya en función de la renta de la familia.
La bonificación puede ser del coste total o parcial del comedor. Todo depende de los ingresos que las familias hayan tenido durante el año anterior. En este sentido, Leiva sostiene que en los centros donde trabajan, dependiendo de la zona, hay de un 40 al 60% de comensales bonificados. Asimismo, Pilar Triguero, portavoz de prensa de Fdapa, asegura que aún las familias no saben si van a tener bonificación o no este curso porque “las listas saldrán esta próxima semana”.
En definitiva, la gerente del Catering el Cántaro ratifica que “la inflación está haciendo muy poco viable que podamos seguir ofreciendo el tipo de menú que solemos ofrecer”. Además, señala que están a la espera de reunirse con la Junta de Andalucía para ver qué soluciones les plantean para afrontar el curso 2022/2023.
Por su parte, Miguel Briones, delegado de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de Universidad, Investigación e Innovación en Málaga, ha remarcado que la inflación es un “problema transversal” en el que se están viendo “comprometidos todos los sectores” y los comedores escolares no se han quedado atrás. Por tanto, desde la Junta de Andalucía van a “intentar paliar esta situación” intentando volver a tasar “esos precios en la adjudicación de los lotes que correspondan”.
Asimismo, ha señalado que también van a intentar hacer “más soportable” esta situación a las familias a partir de las bonificaciones del servicio de comedor. Así pues, ha señalado que la Consejería también ha incrementado un 14% con respecto a 2018 las ayudas a las familias andaluzas, que beneficia a más de un millón de alumnos. También ha remarcado que este curso, para seguir ayudando, se concederá un cheque de 100 euros por cada hijo matriculado en la enseñanza obligatoria a aquellas familias con rentas bajas.
En cuanto a la elaboración de los menús de estos comedores, insiste en que desde la Junta de Andalucía trabajan para preservar el equilibrio en la elaboración de esas dietas “adaptadas a las ideologías de cada alumnos” y para evitar la obesidad infantil y apostar por una dieta mediterránea y equilibrada.
La Junta considera que la nueva ley educativa ha visto la luz "sin el consenso necesario"
En este curso 2022/2023 en el que las restricciones Covid han pasado a un segundo plano y consisten en mantener las aulas ventiladas en todo momento, los centros educativos de la provincia deben implantar en sus aulas la nueva ley educativa, Lomloe. Esta se aplica a los cursos impares de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. Desde la Junta de Andalucía consideran que esta ley ha visto la luz “sin el consenso necesario, sin el conocimiento de la realidad territorial de cada Comunidad Autónoma y sin el aplauso de la comunidad educativa”, según Miguel Briones, delegado territorial de Desarrollo Educativo.
En este sentido, insiste en que los docentes están “desconcertados” y les reclaman formación. Por lo que, asegura que “se está realizando un trabajo impecable desde el Servicio de Inspección de la Delegación para formar a las direcciones de los centros”. Además, considera que también es necesario “hacer pedagogía con los docentes, las familias y el alumnado” porque esta ley “se ha aprobado sin que se haya desarrollado en tiempo y forma”.
Asimismo, ha insistido en que las cosas no se han hecho bien y que, por su parte, habría exigido un consenso y le ha hecho falta que el Gobierno de la Nación desarrollara esta nueva ley educativa con mayor antelación o que hubiese esperado al próximo año. Al igual que también considera que se debería de “haber dotado de instrumentos necesarios fundamentales a las comunidades autónomas" para poder haber tenido una transición adecuada de un curso a otro.
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