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Málaga/"Ha sido difícil encontrar propuestas favorables al proyecto más allá del arquitecto que ha diseñado la torre", destaca un nuevo informe que recoge una treintena de informes, estudios y artículos sobre el proyecto de la torre del puerto de Málaga. Este trabajo de recopilación, además, crítica con dureza la Modificación del Plan del Puerto necesaria para la construcción del rascacielos, dudando de su calidad, "es muy deficiente y no reúne las mínimas características de un documento válido de planeamiento urbanístico".
Este compendio, que recoge todos los documentos oficiales, además de los posicionamientos de entes como ICOMOS, la Real Academia San Telmo o la Real Academia de la Historia; cuestiona la modificación del Plan Especial del Puerto desde el aspecto jurídico administrativo.
Detrás de este nuevo informe está el Instituto de Estudios Urbanos y Sociales (IEUS), ente que lidera Pedro Marín Cots, quien fuese director del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) hasta su jubilación. Del mismo forman partes otras primeras espadas de la Academia malagueña, entre las que figuran los urbanistas Damián Quero y Salvador Moreno Peralta; el catedrático de Geografía Física de la UMA, José Damián Ruiz Sinoga; el Premio Nacional de Periodismo Cultural, Guillermo Busutil, o el catedrático de Física Aplicada, Mariano Sidrach.
El documento subraya la pérdida de 12.052 metros cuadrados de espacio público (una parcela que en el anterior planeamiento estaba dedicada a aparcamientos, parques y jardines) y pasa a formar parte de la concesión del privado. Además, señala el aumento del techo portuario en 39.000 metros cuadrados.
Critican la falta de transparencia del documento de la modificación, "es bastante confuso y no establece de manera clara y detallada la situación anterior que se pretende modificar en superficies, edificabilidades y usos" y duda del proceder de estos cambios.
"¿Se puede suprimir una zona calificada como uso ciudadano de 12.052 metros cuadrados de superficie destinada a aparcamientos y zonas ajardinadas por una torre de 45.000 metros cuadrados construidos? En el Plan General de Málaga ni los espacios públicos ni los equipamientos se pueden suprimir de manera tan fulminante, sin ser substituidos por otros similares y en la misma zona", destaca el texto de IEUS, a la vez que señalan un informe del Colegio de Arquitectos de 2019 en el que se duda de la suficiente motivación para esta modificación.
A esto se suma la duda sobre la concesión del espacio público que, a pesar de tener un tiempo máximo de 75 años, podría "generar riesgos" en caso de que la privada abandone el proyecto por no ser rentable "hay graves dificultades, a veces insuperables, en tiempos prudenciales para rescatar la concesión y que el promotor cumpla con sus obligaciones". Si, por el contrario, se agota el tiempo de concesión, este "podría abandonar el inmueble sin cumplir el compromiso de reposición".
El documento plantea que, dentro de la inversión catarí de cerca de 5.000 millones de euros para España, los inversores –un fondo soberano– puedan plantearse el cambio de localización de la torre para "no tener problemas de imagen pública ante una obra polémica con tantos informes contrarios". A esto suman "los posibles pleitos que llevaran a cabo plataformas o asociaciones ciudadanas contrarias al proyecto".
La modificación de la torre del puerto se aprobó el pasado mes de noviembre en el pleno del Ayuntamiento de Málaga. Sin embargo, aún debe publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para entrar en vigor. El proceso, largo y complicado, se dilató durante siete años antes del sí definitivo.
A lo que da luz verde el Ayuntamiento es a la posibilidad de que en ese espacio se construya un hotel de hasta 150 metros de alto, en planta baja más 35 con características de cinco estrellas gran lujo y un techo edificable de hasta 45.000 metros cuadrados, no cualquier hotel. Después será el propio Puerto de Málaga el que deba llevar su proyecto de hotel –en este caso el rascacielos diseñado por José Seguí– al Consejo de Ministros para que apruebe su instalación. Si bien, el proyecto presentado por el estudio de Seguí, el hotel rascacielos tendrá una altura de 27 plantas, 116,62 metros sobre el nivel del mar.
Cuando cuente con ese respaldo, podrá iniciar el proceso normal de una licencia de obras y necesitará informes ambientales, de AESA, arqueológicos... como cualquier otra edificación que se levanta en la ciudad.
Además de los informes que necesitará el proyecto, antes de obtener la licencia, uno de los expedientes firmados por la Autoridad Portuaria indica que deberá estar construido un faro nuevo nuevo, en el morro del dique de Levante, que sustituya la función de la actual bombilla portuaria: La Farola. El mismo tendrá que ser objeto de dictamen, en su momento, de la Comisión de Faros.
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