Inicio de curso de los más pequeños en Málaga: “Traer a la niña a la escuela infantil es un alivio”
Un total de 17.233 menores de 3 años ya han vuelto a las aulas después de las vacaciones de verano
Más de 17.000 niños menores de 3 años comienzan el curso escolar en Málaga
Málaga/Llega septiembre y con él los más pequeños comienzan la escuela. Miles de niños malagueños entran a las aulas para comenzar o continuar el primer ciclo de Educación Infantil. A pesar de la bajada de la natalidad en la provincia, en los centros malagueños habrá 17.233 menores matriculados, repartidos entre los 376 centros públicos o privados adheridos al programa de la Junta de Andalucía que fomenta la escolarización en el primer ciclo de Educación Infantil.
Desde las 7:30 hasta las 17:00 o las 20:00, en el caso de que oferten el servicio de taller de juegos, las escuelas infantiles permanecerán abiertas de manera ininterrumpida. Sin restricciones por el Covid, los centros educativos abren sus puertas recuperando un poco la normalidad de 2019. Cierto es que algunos, como la Escuela Infantil El Palacio del Bebé, han decidido mantener algunas medidas y continuarán con los grupos burbujas y le tomarán la temperatura a los niños a diario.
A primera hora de la mañana, los más pequeños se acercaban este jueves a las puertas de sus escuelas. Unos llorando, otros intentando dar la vuelta para regresar a casa y otros, al ser tan pequeños, sin ser conscientes de lo que sucedía.
Las familias que dejan a sus hijos en estos centros lo tienen claro. Para ellas estos son la clave para compatibilizar el trabajo y el hogar. En el centro infantil Maitena III en Málaga hay unos 90 niños matriculados, pero hoy no han ido todos. Virginia París, su directora, asegura que la mañana ha sido “muy tranquila porque no han venido todos de golpe”. Además, sostiene que este año la matriculación ha mejorado un poco en comparación al año pasado, pero “no es para tirar cohetes”.
Por otro lado, en este centro se encuentran escolarizados los hijos de Fani, Nuria y Ainhoa, tres mujeres malagueñas, que coinciden en que si no fuera por la escuela infantil no sabrían cómo conciliar su vida laboral y su vida familiar.
Entre lágrimas y emocionada dejaba Fani a su niño de ocho meses por primera vez en la escuela infantil. Para esta malagueña es la primera vez que se separa de su hijo desde que nació, pero está segura de que es lo mejor porque tanto ella como su pareja trabajan en la hostelería y tienen turnos partidos. De 9:00 a 15:00 el pequeño estará en el centro infantil Maitena III y aunque a Fani le ha costado separarse de él, sabe que va a estar bien porque “es un niño muy sociable y se ríe mucho”.
Por su parte, Nuria deja a su hijo en la escuela infantil desde que tiene cuatro meses y actualmente tiene 2 años. “Al principio no era consciente de adónde iba, pero ahora ha entrado llorando y diciendo por qué nos toca esto otra vez”, cuenta la malagueña después de ver cómo su hijo entraba en el aula. Tras haber pasado todo el verano juntos les cuesta separarse, pero está segura que en el momento en que se acostumbre, entrará a clase encantado.
En este sentido, Ainhoa entre risas narra cómo su hija de 22 meses al reconocer la puerta de la escuela infantil, donde su madre siempre la ha traído, ha intentado retroceder, girar y regresar a su casa porque no quería ir. La pequeña “no quería entrar, pero el año pasado lo pasó súper bien y estaba encantada con su profesora”, apunta la malagueña.
En cuanto al trabajo, “traer a la niña a la escuela infantil es un alivio”, ratifica Ainhoa, que durante el mes de agosto, en el que estos centros cierran por vacaciones, ha tenido a su hija en casa todos los días, mientras ella y su pareja continuaban trabajando. Para Fani, Nuria y Ainhoa dejar a sus hijos en la escuela ha sido complicado. La última insiste en que tenía ganas de que volviera a la escuela, porque “por las mañanas tienes tiempo para hacer las cosas, pero la echas de menos”.
A unos 450 metros de distancia se encuentra el centro Patito Amarillo, en el cual hay 27 niños de los 51 que pueden albergar en sus aulas. La escuela lleva abierta desde hace 11 años y tras dos años de pandemia abren sus puertas sin restricciones Covid.
Con solo cuatro niños en el aula, Candela González, la directora del centro, asegura que este primer día “está siendo muy calmado y bastante bien”, ya que las familias están empezando a llevarlos poco a poco y durante unas horas para que se vayan acostumbrando de nuevo a la rutina. Cierto es que apunta que algunos han entrado quejándose, pero cuando han reconocido a su maestra del curso pasado, se han alegrado y han comenzado a jugar.
Con las matrículas abiertas todo el año, en las escuelas infantiles Maitane III y Patito Amarillo esperan llenar sus aulas y acoger a tantos niños como les sea posible.
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