La escritora malagueña Inma Aguilera se inspira en la cerámica sevillana en su última novela

'La dama de la Cartuja', una relato centrado en la fábrica de Pickman

Tres historias de autoconocimiento, superación y folclore andaluz para que los lectores se identifiquen y luchen por sus sueños

"La gente viene a la Feria del Libro a ver mi piel"

Inma con La dama de la Cartuja
Inma con La dama de la Cartuja / M. H.

"Me encanta crear historias, es algo que disfruto desde que era pequeña", comenta Inma Aguilera al otro lado del teléfono. La dama de la Cartuja, disponible en librerías, es su tercera publicación. Esta novela histórico-costumbrista transporta al lector a tres historias paralelas en el siglo XIX, centradas en la fábrica de loza del monasterio sevillano. Con personajes excéntricos, misticismo y un guion pícaro, la autora revela los secretos detrás de la célebre cerámica y la cultura sevillana, impregnadas de sutiles influencias malagueñas debido a sus raíces.

La historia se remonta a 1902. Trinidad, una joven británica, llega a Sevilla en busca de María de las Cuevas, III marquesa de Pickman y nieta del fundador de la fábrica de loza sevillana. El taller atravesaba un mal momento y encontrarla no fue fácil. En su intento por hablar con María y hacerle preguntas cruciales para su vida, Trinidad se encuentra con dos mujeres de épocas distintas: Macarena, de 1871 y Felisa, de 1850, cada una representando un momento diferente en la trayectoria de la fábrica Pickman.

Inma ha investigado y leído durante más de un año para dar forma a su novela. Uno de sus referentes ha sido la tesis de Beatriz Maestre, doctora en la Universidad de Sevilla, que publicó un listado de los trabajadores de la fábrica con nombres y apellidos. "Para mí, era muy interesante imaginar cómo se sentirían dependiendo de la época", explica. En su obra, destaca el avance del papel de la mujer: "En 1870 ya había supervisoras en el taller. Es interesante la diferencia de que en 1850 solo podían ser operarias y en 1870 ya podían tener puestos de responsabilidad".

"Málaga es parte de mí y eso se refleja en mi obra"

Inma Aguilera
Inma Aguilera / M. H.

Málaga ha influido profundamente en la autora. Encuentra muchas similitudes entre sevillanos y malagueños, como la forma de ser, de hablar y el arraigo por la tierra: "Para las escenas de los tablaos, fui a la peña Juan Breva y me inspiré en eso para el personaje de Pepín el Castañuela". Además, desde los 8 hasta los 14 años participó en concursos artísticos al aire libre por los pueblos de Málaga, experiencias que se reflejan en su libro.

El porqué de La dama de la Cartuja está en el 2016 cuando recibió el premio Ateneo Joven por El aleteo de la mariposa. Las palabras de Montero González, otro galardonado, y la celebración en el Alcázar, la llenaron de ilusión y esperanza. "Allí reflexioné que los sueños se pueden cumplir y que la vida nos sorprende", afirma. Inspirada por esta experiencia, decidió homenajear a Sevilla narrando la esencia de su cultura cerámica.

"Mi libro es un viaje en el tiempo para conocernos y alcanzar nuestros sueños con la ayuda de los demás", añade Aguilera. En la obra se encuentran contrastes entre circunstancias buenas y duras, permitiendo a los lectores identificarse y aprender a afrontar sus problemas. "En esa época no solo luchaban las mujeres, también muchos hombres sufrieron sin necesidad", señala. Una invitación a descubrir la cultura andaluza y los secretos detrás de las célebres piezas de cerámica.

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