Editorial
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Educación
Málaga/Se acabaron las vacaciones para los estudiantes no universitarios. Este lunes han regresado a las aulas 164.000 alumnos de Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Ciclos Formativos, Educación Permanente de Adultos, Artísticas elementales y profesionales e Idiomas. En total, han abierto sus puertas 370 centros educativos de la provincia que acogen a 2.000 estudiantes más que el pasado curso, de los que 1.500 corresponden a Secundaria. Para atender a este alumnado, la Junta de Andalucía ha inaugurado 80 nuevas unidades repartidas por los centros públicos.
En cuanto a infraestructuras, los institutos de Teatinos y Torre de Benagalbón han comenzado hoy su actividad después de años de reivindicación de la comunidad educativa. Estos dos centros de nueva construcción han creado 1.220 puestos escolares y se han levantado gracias a una inversión de algo más de nueve millones de euros. La Delegación de Educación y Deporte también ha destacado que la Consejería tiene en marcha obras de diversa envergadura en 42 centros de la provincia ubicados en 22 municipios y con un importe global de 8,3 millones de euros.
Igualmente han comenzado este 16 de septiembre las clases de Formación Profesional, cuya oferta se ha reforzado con 23 unidades nuevas, tanto en grados medios como superiores, y 10 ciclos de reciente creación. El número de alumnado que cursa estas enseñanzas ronda los 22.000. En la modalidad dual se estrenan 16 ciclos, por lo que este sistema formativo ya alcanza los 88 ciclos.
Aún así, el sindicato CCOO considera que sigue siendo “un mal endémico en la educación andaluza la falta de plazas en Formación Profesional que pueden superar, incluso, las 20.000, un dato que interesadamente no hace público la Consejería de Educación”, indica Félix Martín, secretario general del sindicato provincial de Enseñanza de CCOO.
También destacan desde los sindicatos el caos organizativo en cuanto a la adjudicación de plazas vacantes sobrevenidas y la llegada de los docentes a los centros al mismo tiempo que el alumnado e, incluso, días después. “Lo que tiene que ocurrir es que el 1 o el 2 de septiembre estén las plantillas docentes completas en los centros, ya que la inmensa mayoría de las vacantes sobrevenidas ya se conocen en agosto”, dice María del Amo, presidenta provincial de ANPE. “Es muy importante que los profesores estén en el trabajo de organización previo a la llegada de alumnos, en el reparto de grupos, de horarios, de cargos...”, agrega Del Amo.
La responsable sindical apunta que hay profesores que no se pudieron incorporar en el primer día de clase y afirma que “los centros tuvieron hasta el 4 de septiembre para grabar la falta de personal docente para solicitar plaza en el Sipri (Sistema de Provisión de Interinidades)". Eso significa que todas las bajas o vacantes producidas después no han salido todavía a adjudicación. El sistema prevé que cada martes y cada jueves a lo largo del curso se llame al personal de las bolsas de empleo para cubrir sustituciones o vacantes por permisos o jubilaciones.
“Estos profesores tendrían que haber entrado antes y no hacerlo justo cuando empieza el curso en las aulas, llegan al centro precipitadamente cuando los tendrían que haber llamado mucho antes. Además la planificación de destinos estuvo llena de errores”, apunta Félix Martín. Para el líder sindical de CCOO “el curso se tenía que haber planificado mejor, se presentan como el gobierno del cambio y esto era para iniciar el curso de otra manera y no con este caos”, agrega Martín.
Otro aspecto que destacan es la elevada ratio en estos niveles. Según el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía, Diego Molina, “sigue siendo un problema de la educación andaluza el alto número de estudiantes por aula y la escasez de desdobles, muy necesarios en las asignaturas instrumentales, hechos que no ayudan, especialmente en educación Secundaria, a erradicar el fracaso escolar y el abandono escolar temprano”.
“La falta de plazas de personal de administración y servicios en los institutos, un personal que resulta fundamental para garantizar la atención a la diversidad y una adecuada gestión y mantenimiento de sus instalaciones”, es otra de las cuestiones de las que se queja el dirigente sindical. “Es especialmente preocupante el hecho de que exista personal privatizado en numerosos centros públicos, caso, por ejemplo, de los interpretes de lengua de signos, un personal que resulta fundamental para garantizar la atención a la diversidad y sobre cuya situación laboral nada se avanza”, señala Molina.
A pesar de no estar todo lo engrasada que se quisiera, la maquinaria sigue rodando para formar a 22.500 estudiantes de Bachillerato, 22.200 de educación para personas adultasl y 21.500 de diversas enseñanzas artísticas y de idiomas. En total, 338.756 alumnos y 22.575 docentesinauguran en Málaga el curso dispuestos a dar lo mejor de sí mismos.
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