La inteligencia artificial se esconde entre los artesonados del Museo Thyssen de Málaga
CULTURA
"Panopticon" y "The missmatch", dos proyectos que indagan en la relación del ser humano con la máquina y el tratamiento de los datos personales
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La inteligencia artificial se ha ocultado entre los artesonados del Museo Carmen Thyssen de Málaga, un edificio del siglo XVI, con el proyecto "Panopticon" del artista Cachito Vallés, una inquietante reflexión sobre la relación del ser humano con la máquina y sobre el tratamiento de datos personales.
Al entrar en la Sala Noble, setenta dispositivos robotizados e instalados en las dos paredes laterales siguen cualquier desplazamiento del visitante, en un movimiento que recuerda los campos de girasoles o las plantas solares, lo que hace al espectador sentirse continuamente observado.
La segunda parte es "The missmatch", una instalación lumínica de forma semicircular cuyos destellos fluctúan en función de la información personal del visitante captada por una cámara dotada con un sistema de inteligencia artificial.
Este proyecto parte "de la idea de trabajar con los humanos y con la máquina, y quiere reflexionar sobre cómo nos relacionamos con las máquinas y con la inteligencia artificial, algo que está totalmente democratizado y que ya es de dominio público", ha explicado este lunes Vallés.
La primera instalación hace referencia al panóptico, "la estructura que se usaba en las cárceles para, desde un punto de vista, tener vigilados y sometidos a los reos".
"Aquí se invierte la idea para que el espectador sea el punto clave, y al moverse por el espacio expositivo va a ser invadido y observado, y va a estar incómodo. Al principio tiene un punto lúdico en el que te ves casi en un reflejo, pero a poco que pasan unos minutos te sientes incómodo, y esa es la idea", añade el artista.
Al final del recorrido está la pieza "The missmatch" ("El desencuentro"), que según Vallés plantea "cómo nos enfrentamos como usuarios que estamos inmersos a la inteligencia artificial, las redes sociales y demás".
"A través de una cámara que capta los rasgos faciales y que obtiene una serie de datos sobre las emociones como la alegría, la tristeza o la sorpresa, además de datos de género y de edad, se hará una interpretación en el panel lumínico en la zona pública que funciona como una especie de ábside, un panel de luz orgánico en el que no hay una interpretación directa", apunta Vallés.
Por su parte, la directora artística del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno, ha recordado que ayer habría cumplido 120 años George Orwell, "creador de uno de los libros más inquietantes y proféticos del siglo XX, '1984', muy crítico con la sociedad de su tiempo y que proyecta un mundo que se está cumpliendo".
Ese "aspecto de vigilancia permanente" que presenta el libro es la inspiración de Cachito Vallés para este proyecto, "una vigilancia desde el punto de vista lúdico en principio, pero que cuando pasa un tiempo se vuelve más inquietante y más aterrador", ha agregado Moreno.
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