En el interior de las obras del Metro de Málaga al Civil: 120 trabajadores, pantallas de 25 metros y dos excavadoras de 18 toneladas
El túnel del primer tramo necesita 400 módulos de pantalla que se anclan a 25 metros bajo la cota del suelo
La puja de 15 grandes constructoras para construir el segundo tramo del Metro de Málaga al Civil
Febrero de de 2024, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, viene a Málaga el día de los enamorados, la fecha está marcada en rojo en el calendario de la movilidad: debe colocar la primera piedra de las obras de ampliación de la línea 2 del Metro de Málaga. Ya en el subsuelo, señala un muro y pregunta: "¿Ahí es donde conectará con la línea al Civil?". Respuesta afirmativa, esa será la pared que habrá que tirar una vez estén terminados los 1,8 kilómetros de línea subterránea que separan la estación de Guadalmedina del nuevo hospital.
Aún queda para que caiga, pero al otro lado y todavía en superficie, ya se trabaja para que lo que hoy es sedimento asentado, mañana pueda ser túnel y dónde hoy hay tierra compacta, fluya el suburbano cargado de pasajeros. Málaga Hoy se ha adentrado en las obras del primer tramo de los tres en los que se dividen los trabajos para prolongar la línea 2 del Metro que ahora termina en Guadalmedina.
En Armengual de la Mota, la Zona 0, la primera excavadora ya ha terminado sus labores, de momento. Donde hasta hace unos meses había una gran zona verde y la estatua del Padre Arnáiz, ahora hay máquinas, trabajadores con casco, picos, palas, pero también escobas y otros útiles más delicados. Hace una semana comenzaron los trabajos de arqueología.
En el que se encuentran en estos momentos es, a priori, el punto más delicado de toda la prolongación de la línea, a escasos metros, en Callejones del Perchel, encontraron la base de una torre de la antigua muralla nazarí. Una vez pase este punto, y si no se ha dado con ningún hallazgo que obligue a parar la obra por su relevancia, los trabajos pasarán a "parecerse más a lo que vimos en Carretera de Cádiz que en Callejones del Perchel", indican fuentes técnicas.
Las tres grandes complicaciones
Esto no supone que no impliquen ciertas complicaciones, a pie de obra señalan tres grandes escollos, dos de ellos ya salvados, un tercero que aún puede dar guerra. El primero de los problemas a resolver fue el traslado de la arboleda. En el trazado de la obra habían ficus de gran porte, yucas y otros tipos de especies vegetales. Cada una requirió una forma distinta de ser transportada.
Las más complicadas, señalan, necesitaron de una gran estructura de metálica en la que descansar y sobre la que poder transportarla. Pasa ese proceso, incluso, contaron con Gerard Passola, el único ténico español que forma parte del comité del European Arboicultural Council (EAC) y el mayor experto en la materia en el país.
Superados los árboles, había un segundo gran escollo: los colegios de la zona, tanto por sus accesos, como por la necesidad, incluso, de tomar parte del patio de uno de ellos. Todos los inconvenientes han podido ser salvados, "tanto con Movilidad en el Ayuntamiento como con los directores de los colegios, de momento no hemos tenido quejas y todo está funcionado", señalan fuentes técnicas. Dos de dos.
Al tercero aún se están enfrentando: los servicios afectados. La Zona 0 no sólo presenta complicaciones a nivel arqueológico, es un nodo de comunicaciones, tuberías, redes eléctricas, de gas, internet... por la gran cantidad de edificios a su alrededor. Pero, es más, muchos de ellos llevan tantos años que ni siquieran están en los planos que las compañías cuentan. Cada que vez que excavan un agujero, siguen cruzando los dedos para no encontrar una canalización inesperada y que esté en medio de lo que será un muro pantalla.
120 trabajadores "a pleno rendimiento"
La consejera de Fomento, Rocío Díaz, destaca a este periódico que las obras del suburbano se encuentran en este momento "a pleno rendimiento, ocupando todo el trazado del primer tramo entre Guadalmedina e Hilera". Son más de 120 los trabajadores que están sobre el terreno, además de que, desde esta semana está trabajando "un segundo equipo de pantalladoras que nos permitirá acelerar la ejecución de los muros pantallas de los túneles".
Este segundo equipo es importante porque son 400 los módulos que se requieren en cada uno de los tres tramos en que se divide el conjunto de la obra. Y, explican fuentes técnicas, sólo se puede poner una pantalla al día por equipo de trabajo, pero es importante que este proceso no quede a medias, en cuyo caso habría que empezar de nuevo al día siguiente. Las dos excavadoras, de 18 toneladas cada una, se hunden a un ritmo de 3,40 metros cada vez que se internan en el suelo malagueño.
Las pantallas se sumergen hasta una cota de 25 metros bajo el nivel del suelo, pese a que el andén baja como máximo hasta los 13 o 14. La diferencia se debe a que el batache –punto en el que asienta la obra– debe descansar a una profundidad que garantice la impermeabilización de la misma. Entre ambas líneas de pantallas hay una distancia de 8 metros y 30 centímetros.
Será sobre estos muros pantalla, una vez estén todos finalizados, sobre los que descansará una losa de hormigón. Tras la colocación de esta, se comenzará a excavar el interior de la infraestructura, en una técnica que se conoce como cut and cover y que permite que, a la misma vez, se vaya urbanizando el exterior. Sí permanece más en el tiempo la rampa de salida del material que se extraiga, última brecha en cerrarse –en Callejones del Perchel ha sido este verano– y que se situará en calle Hilera, a pocos metros de la futura estación.
Los trabajos, adjudicados por 45 millones se realizan, destaca Díaz, "mientras estamos contratando ya las obras del segundo tramo, con una impotante inversión de 55 millones de euros y al que han presentado ofertas las principales constructoras del sector".
El túnel del tramo Guadalmedina-Hilera, que se prolonga 638 metros, constará de una profundidad media de 13 metros respecto a la cota de calle, y la profundidad de la estación Hilera será de casi 14 metros –los andenes estarán a seis–. La plataforma por la que circularán los trenes tendrá doble vía en placa, implantada sobre la contrabóveda de la estación. La estación constará de boca de metro, vestíbulo, así como de andén (central), de 66 metros, para al acceso de los usuarios al tren. El diseño de la estación será funcional e idéntico al resto de estaciones de la red. La longitud del andén posibilita la doble composición de trenes.
Una planta de producción en calle Hilera
La magnitud de los trabajos hacen que gran parte de los materiales necesiten ser tratados en la misma calle Hilera, a la vez que continúan las excavaciones y la fabricación de los muros pantalla. No es exagerado hablar de una auténtica planta de producción en el centro de Málaga, toda vez que los ferrallistas deben montar las estructuras de acero que soportarán toda la infraestructura. Una vez terminada cada pieza pesa 19 toneladas, aseguran fuentes técnicas.
Pese a ello, desde la Consejería de Fomento aseguran que no se ha presentado ninguna reclamación y que para las posibles quejas tienen una oficina disponible con la que tratan de atajar los posibles problemas en el menor tiempo posible. "Somos conscientes de que se trata de una obra eminentemente urbana y, por ello, se realiza con la mayor sensibilidad y tratando de ocasionar las menores molestias posibles a vecinos y comerciantes. De hecho, abrimos una oficina de atención al ciudadano para resolver dudas y mantenemos reuniones periódicas con particulares, representantes vecinales y administradores de fincas. Las últimas reuniones, por ejemplo, han sido con los centros educativos para coordinar los accesos en la vuelta a las clases", afirma Rocío Díaz.
Entre tanto, siguen trabajando en calle Hilera siguen trabajando a ritmo fijo, primero, para devolver la normalidad a los vecinos con la mayor celeridad posible, segundo para poder tirar ese muro que lleve el metro hasta el Hospital Civil en el plazo marcado.
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