Una joven extorsiona a más de 300 hombres seduciéndolos en redes sociales con un montaje de su cuerpo

La sospechosa, que ya ha sido detenida, pedía a sus víctimas fotos sexuales y las amenazaba con difundirlas si no le realizaban pagos a través de transferencias

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Perfil falso en Instagram de la detenida.
Perfil falso en Instagram de la detenida. / POLICÍA NACIONAL

Acumulaba 13.000 seguidores en su cuenta de Instagram. En las fotos que compartía en el perfil se presentaba con un cuerpo irreal que modificaba con Inteligencia Artificial. Bajo esta imagen ficticia de sí misma, la joven de 26 años consiguió extorsionar a más de 300 hombres que contactaron con ella. El modus operandi era el siguiente: les sonsacaba imágenes comprometidas de carácter sexual y después los amenazaba con hacerles llegar las fotografías a sus familiares y conocidos si no le realizaban una serie de pagos a través de transferencias bancarias. La sospechosa, ya ha sido detenida.

Las primeras víctimas que decidieron denunciar este tipo de chantaje conocido como sextorsión lo hicieron en Málaga y San Sebastián. Las primeras diligencias de los agentes de ambas ciudades les condujeron a un mismo perfil, por lo que abrieron una operación conjunta denominada "Curvas".

Los policías adscritos a la Sección de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial de Málaga y sus homólogos de la Brigada Provincial de Policía Judicial en San Sebastián dedujeron que el elevado número de seguidores en una de las cuentas de la sospechosa llevaba aparejada una intensa actividad publicitaria de captación y contacto con hombres. Tras ganarse su confianza, les pedía fotos sexuales y, después, los extorsionaba con pagos a sus cuentas bancarias. Algunos de ellos eran enviados con los conceptos: “Envío por acuerdo de parar amenaza” o “Borra, por favor”, han informado fuentes policiales.

Actuaba solo con un móvil, app de retoques fotográficos y un aro de luz

Las pesquisas de los investigadores se centraron en el seguimiento del rastro del dinero abonado por las víctimas como en el análisis de las cuentas en redes sociales. De esta manera lograron identificar a la persona que estaba detrás de las mismas: una mujer de 26 años que residía en una pequeña localidad de Guipúzcoa y que actuaba solo con un móvil, varias aplicaciones de retoque fotográfico y un trípode con aro de luz.

Asimismo, los agentes comprobaron que la imagen de la identificada se asemejaba en cuanto a edad y rasgos faciales a la que figuraba en los perfiles denunciados, pero no su figura corporal, que transformaba mediante el uso de Inteligencia Artificial (IA). Una vez recabados los indicios necesarios sobre su presunta responsabilidad en los hechos, se procedió a su detención y se practicó la entrada y registro en su domicilio, donde no se localizaron equipos informáticos sofisticados.

En un primer análisis del teléfono intervenido a la detenida, se localizaron las cuentas utilizadas por aquella en una conocida red social para contactar con las víctimas, además de las imágenes que enviaba como reclamo, corroborando que era efectivamente la autora de los hechos.

Fingía ser prostituta y exigía el pago por adelantado

Posteriormente, en comisaría, se realizó un volcado de datos del terminal intervenido. Del análisis de 3.500 conversaciones a través de diferentes aplicaciones de mensajería y redes sociales, se pudo determinar una evolución en el tiempo del modus operandi utilizado por la presunta extorsionadora. Inicialmente, llegaría a fingir ser prostituta, instando a los hombres a contratar sus servicios por adelantado, previo pago vía bizum, aunque sin presentarse nunca en el lugar pactado. Más tarde, animaría a sus seguidores a sumarse a un canal privado de contenido sexual a través de una aplicación de mensajería instantánea (igualmente previo pago), resultando ser otra estafa.

En última instancia, la investigada se centró en la sextorsión, ganándose la confianza de las víctimas y consiguiendo que le enviaran imágenes íntimas con las que posteriormente los extorsionaba bajo la amenaza de difundirlas en su entorno personal.

De forma paralela, se analizó la vía patrimonial con la que la investigada obtenía sus ilícitos ingresos, una cuenta en la que ingresaban el dinero las víctimas de la extorsión, resultando que durante ocho meses la investigada ingresó un total de 16.300 euros con su negocio ilícito.

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