“Los jóvenes banalizan la muerte. Una sola raya de cocaína puede provocarla”
Fernando Martín, coordinador de muertes por drogas en el Instituto de Medicina Legal de Málaga
En 2021, los forenses contabilizaron 66 óbitos en Málaga relacionados con el consumo
de sustancias psicoactivas
El responsable alerta sobre la mezcla de cocaína, heroína y anfetaminas en fiestas
–Desde 2010 es coordinador de fallecimientos por drogas en el Instituto de Medicina Legal de Málaga. ¿Cuál ha sido la evolución de las muertes por sobredosis?
–Más que hablar de sobredosis habría que hacerlo de reacción aguda a sustancias psicoactivas, porque el primer término hace referencia a una sobredosis farmacológica, pero en la mayoría de los casos no es necesario que haya niveles muy altos de consumo. La muerte también se puede producir por cantidades menores.
–¿Cuáles son las sustancias más habituales detectadas en las autopsias?
–Se está abriendo paso la cocaína como principal sustancia ilegal detectada en los análisis postmortem. También los opiáceos, sobre todo la heroína, aunque el perfil del consumidor ha cambiado.
El consumo de heroína fue una epidemia entre los años 70 y 80. ¿Ahora está en declive?
–Ni mucho menos ha desaparecido, se sigue consumiendo. Ha cambiado la forma de administración ya que antes se hacía de forma intravenosa y, ahora, por otras vías como la inhalatoria (fumada) o intranasal (esnifada) y, generalmente, en combinación con otras drogas como la cocaína.
–¿Han detectado otras nuevas?
–Es un negocio que nunca duerme y proliferan nuevas sustancias psicoactivas como los cannabinoides sintéticos, las catinonas, drogas de diseño, que son realizadas para evadir las leyes, ya que pequeños cambios químicos hacen que esa droga tarde en ser identificadas e introducidas en el listado de sustancias ilegales. Aunque su uso recreacional prolifera, aún no supone una proporción importante en las muertes por drogas de abuso, de las que podríamos denominar “clásicas”. Un ejemplo serían las variantes de anfetaminas. Los casos de adulteración con sustancias que causan la muerte no son frecuentes, se deben más a una mala manipulación de la droga con sustancias adulterantes muy tóxicas, pero no es lo habitual. El principio activo, su pureza y la tolerancia del toxicómano juegan un papel más importante.
–¿Cuántas muertes por drogas llevan contabilizadas?
–En Málaga, en la última década se han producido unas 40 anuales relacionadas con sustancias psicoactivas. Durante el primer año de la pandemia hubo una discreta disminución de los casos por la reducción de la movilidad. El consumidor tenía una mayor dificultad para conseguir más dosis. En 2021, observamos un aumento de estas muertes. Fueron 66 y en 30 de ellas se detectó cocaína.
El fallecido más joven tenía 19 años y había tomado anfetaminas, alcohol y heroína. Este año llevamos 16 casos, aunque aún se tienen que confirmar con estudios toxicológicos. Remitimos las muestras al Instituto Nacional de Toxicología y, en un plazo aproximado de dos meses, recibimos los resultados, que suelen confirmar los hallazgos obtenidos en levantamientos de cadáveres y autopsias. En lo que va de año hemos observado una ligera disminución después del aumento que ya se produjo en 2021 tras finalizar las restricciones de movilidad.
–¿Cuál suele ser la media mensual en Málaga?
–La media es de 4 casos al mes aproximadamente. En 2021, hubo un pico importante en los meses de agosto, septiembre y octubre, con 27 casos. La mayoría de ellos eran fallecimientos ocurridos en la zona oeste de la provincia y, en segundo lugar, destacaba la capital. Cada año mueren en España 1.000 personas por consumo de drogas.
–¿A qué pueden deberse estos repuntes?
–Depende de múltiples factores y, por eso, cuando lo detectamos estamos interesados en investigar este aumento de muertes para poder identificar el problema. Ahí es fundamental el trabajo de la mano de diferentes profesionales como los toxicólogos del Instituto Nacional de Toxicología, la investigación realizada por parte de los cuerpos de seguridad, hallazgos de autopsia. Todo ello, para intentar tomar medidas preventivas. Aunque no podemos devolver la vida al fallecido, con nuestro trabajo podemos intentar evitar nuevas muertes.
–¿Cuál es el perfil de los fallecidos?
–En los últimos años se mantiene: es el de un varón adulto, de unos 44 años y politoxicómano. Consume distintas sustancias (policonsumo) y fallece, normalmente, en su domicilio.
–¿Y los jóvenes? En 2021 se registraron varias muertes vinculadas a las drogas
–En ese caso, la media es la de un hombre de unos 20 años que fallece después de un consumo recreativo. Hemos tenido algunas muertes de jóvenes en torno a esa edad, pero no son las más frecuentes. Sí es importante transmitir que la droga puede matar en cualquier momento, independientemente de la dosis administrada. Solo una raya, en una única ocasión, puede provocar la muerte por fibrilación ventricular. No es necesario llevar mucho tiempo consumiendo, si bien es cierto que aquellos que lo hacen de forma crónica presentan alteraciones en el corazón y presentan más problemas de salud. Las drogas están al alcance de todo el mundo y preocupa el uso de quienes creen que son inmunes a ellas. Los jóvenes banalizan la muerte. Se estima que unos 17 millones de jóvenes han consumido drogas en el último año en Europa, y de ellos más de 2 millones han consumido cocaína.
–¿Cuál es el procedimiento que se aplica en caso de sospecha?
–Cuando se produce una muerte violenta o sospechosa de criminalidad, como podría ser por droga de abuso, se da aviso al juzgado de guardia, que insta a que el forense acuda al levantamiento del cuerpo junto con la Policía. Con los antecedentes del fallecido se obtienen los primeros indicios. No todos los casos se etiquetan como muertes por drogas al uso. Hay que tener en cuenta que, a veces, el consumo conduce a conductas imprudentes que ocasionan la muerte. Por ejemplo, una persona que ha consumido y fallece en un accidente de tráfico o se precipita desde cierta altura. Además, el consumo crónico de estas sustancias provoca muchas alteraciones haciendo que por ejemplo pueda morir de un infarto.
–¿Qué casos son los que más impactan a los forenses?
–El de jóvenes que rondan los 20 años y consumen anfetaminas o un cóctel de drogas cuando salen de fiesta por la noche y luego no regresan al domicilio o si lo hacen, nunca despiertan.
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