“Málaga ha despertado en el siglo XXI y tiene la responsabilidad de no parar”
Entrevista | Juan Cobalea. Presidente de la Fundación Málaga
Este experto afirma que Málaga “tiene que quitarse los complejos y tener una ambición sana” porque reúne todas las condiciones para ser la tercera mayor ciudad de España
Málaga/Juan Cobalea es una de las personas más conocidas en el ámbito empresarial y cultural de Málaga. Afirma que la unión entre la cultura y la empresa es un aspecto clave en los territorios más prósperos y que es una asignatura pendiente en el sur de España.
Intenta paliar ese déficit desde la presidencia de la Fundación Málaga.
–¿Qué es la Fundación Málaga?
–Es una entidad que trata de fomentar la cultura en la provincia de Málaga. Nació en 2002 impulsada por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, porque ya tenía en la cabeza el gran salto cultural de Málaga y quería que la sociedad civil participara de una forma activa. Se creó la fundación con 12 empresas importantes de varios sectores, aunque con la crisis se fueron descolgando varias porque muchas eran de la construcción. Actualmente los patronos privados son Mayoral, Myramar y Sando. Tras la crisis, para darle más consistencia, se incorporaron como miembros de pleno derecho el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación. Aparte hay empresas colaboradoras como Edipsa, Financiera y Minera, Caixabank o Unicaja Banco.
–¿Ve necesaria la incorporación de más patronos?
–Lo estamos intentando. Hay gestiones realizadas y si conseguimos más incorporaciones tendremos más opciones de hacer cosas. Este año 2019, por ejemplo, hemos hecho realidad 50 proyectos en todas las artes y disciplinas. Tratamos de identificar donde es más necesaria nuestra ayuda.
–¿Qué están haciendo en estos momentos?
–En la música hemos organizado un ciclo de órgano cada mes en el Sagrado Corazón que ha estado absolutamente lleno; llevamos más de 120 libros editados fundamentalmente de autores o de temas malagueños, siendo lo último la antología de Manuel Alcántara, y contamos con dos colecciones en marcha llamadas Cuatro estaciones y 25 poemas; tenemos alianzas con las principales entidades culturales de la provincia y una de ellas es, por ejemplo, la Academia de Ciencias con la que tenemos un premio de investigación; hemos hecho varias exposiciones; en artes escénicas hemos celebrado el tercer certamen Suso de Marcos de teatro al que se presentaron más de 100 obras y hemos pensado darle el año que viene una mayor dotación económica; organizamos una tribuna euromediterránea; hemos presentado una nueva agenda cultural en internet; llevamos la cultura a los colegios; becamos a la bailarina Irene Estévez, que ha sido la primera malagueña en ser admitida en la prestigiosa Bolshoi Ballet Academy de Moscú; o tenemos la Cátedra Picasso Fundación Málaga, en la que vamos a presentar una web científica en breve.
–¿En qué consiste esa web sobre Picasso?
–Llevamos un año trabajando y queremos difundir la figura de Picasso de una forma moderna y avanzada. Nos va a permitir enlazar con todos los museos y universidades del mundo. A través de un procedimiento de digitalización podemos mostrar más la obra de Picasso. Esto es una cátedra de la UMA encabezada por Eugenio Carmona, catedrático de Historia del Arte, en la que hay un grupo de investigación. La web tendrá dos partes. Una será institucional con noticias de Picasso, jornadas, etcétera... Y la otra será la científica, en la que habrá un intercambio de ideas entre los expertos que estudien la obra de Picasso. Queremos presentarla este año.
–Tengo entendido que quieren potenciar más el teatro.
–Queremos que el 2020 sea el año del teatro en Málaga porque confluyen el festival de cine, los premios Max, los Goya, el 150 aniversario del Cervantes o la inauguración del Teatro Soho Caixabank. Queremos que Málaga no sea solo la ciudad de los museos sino donde haya arte de todas las disciplinas.
–¿Responden bien los malagueños a las actividades culturales que se programan?
–Sí. Recibimos mucho respaldo.
–¿Qué le parece el nuevo teatro de Antonio Banderas?
–Es genial, es un esfuerzo encomiable el que hace que hay que agradecerle y va a revitalizar el teatro. Están el Cervantes, el Echegaray o la Cochera Cabaret, entre otros, y se ve mucha inquietud. Es un acierto total lo de Banderas incluso por la zona, porque va a ser un espaldarazo. Entre el Soho y la peatonalización de la Alameda se va a extender a más velocidad la ampliación del centro de Málaga, que estaba limitada a la almendra. A eso se le añade las oficinas que puede haber en el muelle Heredia. Habría que hacer lo mismo en la zona de Carretería. Si queremos pensar a lo grande en Málaga hay que ir ampliando zonas.
–¿Necesita Málaga el auditorio?
–Rotundamente sí. Málaga ha dado un gran salto cultural en los últimos 20 años y ahora hay que planificar el segundo salto cultural, que será el que dé más prosperidad.
–¿A qué se refiere con ese segundo salto?
–Queda profundizar más. Los museos han tenido mucho que ver en esa visión internacional pero hay que potenciar la música, el teatro, etcétera. Que Málaga no tenga un auditorio es una disfunción absoluta y total. Málaga necesita edificios singulares. Málaga ya tiene que pensar a lo grande. Puede ser la tercera conurbación más importante de España y no nos podemos quedar a medias tintas cuando haya un acontecimiento. Hay que quitarse los complejos y tener una ambición sana. Tiene casi la responsabilidad de hacerlo porque Málaga tiene unas condiciones especiales por su patrimonio histórico-artístico, su clima, sus comunicaciones, su posición geoestratégica o su gente que hay que explotar. Le da valor a Málaga y al resto de provincias andaluzas. Málaga tiene que aprovechar esa oportunidad. Ya la tuvo en el siglo XIX, cuando fue la segunda ciudad de España. El siglo XX fue nefasto para Málaga por muchas circunstancias, fue un apagón absoluto, pero Málaga ha despertado en el siglo XXI y no se puede parar.
–¿Qué hay que hacer para conseguirlo?
–El único camino es la cultura. Hay que atraer inversiones. Estamos en un momento clave porque la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga son del mismo signo político y hay que aprovecharlo. No se trata de que nos den privilegios, sino de que haya una buena coordinación y una eficiencia en la gestión. Pero hay que espabilar porque el tiempo pasa muy rápido. En esta legislatura hay que sacar adelante varios proyectos importantes en Málaga y en el resto de Andalucía. Es verdad que ni el Gobierno central ni la Junta disponen de financiación para grandes inversiones públicas como se ve en las licitaciones y en los presupuestos pírricos, pero simplificando, por ejemplo, la administración pública se puede sacar bastante dinero para proyectos que están sobre la mesa. Por otra parte, hay que poner en marcha la colaboración público y privada. Hay que darle seguridad jurídica a los inversores. Hay mucho dinero por el mundo que está ocioso, sobre todo ahora con los tipos de interés tan bajos, que está continuamente mirando dónde ir para obtener rentabilidad. Málaga tiene condiciones para captar esa inversión. Cuando hablas con gente de fuera responden de forma entusiasmada de las posibilidades de Málaga y no es por quedar bien, pero quieren seguridad jurídica, estabilidad económica e institucional o agilidad administrativa. Málaga necesita de forma urgente traer a grandes corporaciones empresariales si quiere pelear por ser grande. Esas grandes empresas además van a atraer a otras medianas y pequeñas. Las grandes empresas necesitan, además de todo lo que hemos dicho, que haya infraestructuras de todo tipo desde el punto de vista industrial o logístico.
–Málaga tiene muy buenas condiciones, pero la tasa de paro sigue siendo de las más altas de España y Europa. ¿Cómo se acaba con eso?
–Con más empresas de más tamaño. No hay otro camino. Crear más empresa es la mejor política social que hay porque se genera empleo, riqueza y se pueden pagar los gastos sociales, la educación, la sanidad o las pensiones. Hay que hacer un pacto urgente nacional por la educación, porque eso es lo que le da futuro a un territorio. Se puede subir impuestos, pero durará unos meses o unos años y al final no habrá de donde recaudar para mantener el bienestar social.
–PSOE y Unidas Podemos ya hablan de subir impuestos.
–Si aquí te suben impuestos los empresarios, que son gente creativa y arriesgada, se irán a otro sitio. La que tiene que estar preocupada es la sociedad para que no se pierdan empresas.
–¿Qué le ha parecido la repetición de elecciones?
–La continua inestabilidad, la incertidumbre, la confrontación y no ser capaces de remar todos en el mismo sentido es la principal preocupación. Eso hace que las administraciones públicas sean ineficientes y así no se avanza. Los países que van como un cohete son los que hacen lo contrario y miran al medio y largo plazo. En España no se puede seguir así. Hay que estabilizar el país y darle certidumbre.
–¿Teme que pueda haber unas terceras elecciones?
–Esperemos que no.
–¿Qué solución le ve al conflicto catalán?
–Es un tema que viene de muy atrás. Los independentistas tienen un plan. Lo más importante no es la tecnología sino la estrategia, pensar en el futuro y planificar. Los independentistas lo tienen planificado desde hace mucho tiempo y lo están desarrollando. Al estado español no le he visto ningún plan, tengo la sensación de que no hay ninguno. Parece que espera que las cosas se arreglen solas. Cada vez que damos más privilegios a esas regiones se enriquecen. Miras la renta per cápita de País Vasco o de Cataluña y la comparas con la de Andalucía o Extremadura y es para echarse a llorar. Eso no se puede consentir. No se dan las mismas oportunidades a todos los lugares. Las regiones más ricas, aparte de posibles identidades, ya no quieren compartir con otras. Esto no se arregla ni en un mes ni en una legislatura, hay que llegar a acuerdos a largo plazo. Puede ser un tema de lustros o décadas.
–¿Qué haría usted en la explanada del Astoria?
–Lo que había ahí era un bodrio y el primer paso de tirarlo es una bocanada de aire fresco. Mi opinión personal es que la plaza fue concebida en su origen como una plaza y no como una plaza avenida con vistas. Perdería su identidad y quedaría desangelada. Creo que lo mejor es hacer un edificio pero de poca altura aprovechando el subsuelo como se está planteando.
–¿Qué otros proyectos le parecen urgentes en Málaga?
–El tren a Marbella. Por otra parte, la agroindustria y las obras hidráulicas son claves. Tiene que haber una autovía en el Valle del Guadalhorce hasta Osuna. Hay que pensar en desplazar los polígonos, hacer oficinas y dar terreno a grandes empresas.
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