Un antiguo socio pide 6 millones a Dani García por su negocio de comida a domicilio

Dani García, con los tres 'gamers' que le han inspirado los menús: ''Vegetta', 'El Rubius' y 'Willirex'.
Dani García con los 'youtubers' que le inspiraron a hacer los menús de La Gran Familia Mediterránea. / Efe

El reconocido cocinero marbellí Dani García se enfrenta a una petición de seis millones de euros por una supuesta "deuda" que habría adquirido su negocio de comida a domicilio La Gran Familia Mediterránea -de la sociedad Rima Gastronómica- con uno de los acreedores, que ha instado el concurso necesario. Ello podría suponer que el chef fuese apartado como administrador del delivery de autor.

Corría el año 2020. Un estricto confinamiento como consecuencia de la pandemia de la Covid-19 ahogaba a la mayoría de negocios. Entre ellos, los hosteleros. El reconocido chef malagueño trató entonces de revertir la situación abriendo una empresa de reparto de comida a domicilio con algunos de sus platos más reconocidos. Su brioche de rabo de toro o mítica ensaladilla rusa de huevos de codorniz fritos al ajillo podían llegar a la mesa de las casas a través de accesibles aplicaciones como Glovo o Just Eat.

Con el paso de los meses, el balance de la startup era "positivo", tal y como ha declarado durante el juicio el cocinero. De hecho, en enero del siguiente año, Dani García se alió con tres famosos youtubers -Vegetta, El Rubius y Willirex- para lanzar menús inspirados en la realidad virtual y el estilo de vida gamer. La sociedad hizo cinco ampliaciones de capital por 15 millones de euros y tenían prevista otra por valor de 30 millones. Todo parecía marchar viento en popa. Pero, en 2022, el boom de la entrega a domicilio comenzó a desinflarse progresivamente.

En junio de 2023, Dix, empresa socia de la firma liderada por el reconocido chef encargada de la contratación de los trabajadores, altas de los operaciones, sueldos y gestión en general, "rescindió del contrato y pidió seis millones de euros. De una semana a otra todo se tambaleó", ha asegurado el chef. Por su parte, la parte actora asegura que esa cantidad se corresponde con la deuda que alcanzó Rima Gastronómica y solicita el concurso de acreedores necesario.

La titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga tendrá ahora que dirimir si Rima debía esa cantidad a Dix o si, por el contrario, el grupo internacional malinterpretó el contrato. También si el concurso de acreedores ha de calificarse de voluntario o necesario.

Por su parte, Dani García, a pesar de ser administrador del negocio, ha explicado ante la Sala que sus funciones en el negocio estaban vinculados, sobre todo, con la parte gastronómica y creativa, justificando no saber al detalle el contrato que mantenía Rima Gastronómica con Dix. "No soy contable ni financiero. Tengo un equipo detrás que me mantiene informado de las situaciones más importantes", ha manifestado.

"Yo soy consciente de lo que está pasando cuando Dix se va y me entero de que no podemos hacer otra ampliación de capital y seguir creciendo. Yo me dedico a lo que me dedico. A partir de ese momento la preocupación era qué hacer los más de 100 empleados que dejasteis tirados (se ha referido al letrado de la otra parte)", ha declarado para, a continuación, explicar que desde Rima iniciaron un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). "Tuvimos unas semanas de shock y de asimilar que uno de nuestros socios más importantes nos había dejado tirados".

El abogado de la compañía Rima Gastronómica, José Miguel Méndez, ha considerado "totalmente improcedente y reprochable la reclamación que está haciendo" la otra parte y que, además, es lo que ha derivado en el concurso de acreedores.

stats