Casi una decena de juicios cuestionan las oposiciones a bombero en la capital

Aspirantes han demandado al Ayuntamiento por presuntas irregularidades en la última prueba Denuncian que la puntuación a cada pregunta se asignó tras el examen La primera vista es hoy

Un bombero en uno de los parques de la capital.
Un bombero en uno de los parques de la capital.
Victoria R. Bayona Málaga

12 de noviembre 2015 - 01:00

Las últimas oposiciones a bombero de la capital, celebradas este mismo año, han sido puestas en tela de juicio, después de que nueve aspirantes que no han obtenido plaza hayan denunciado uno de los tres exámenes ante la Justicia. La primera vista oral se celebra hoy ante un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Málaga. Las demandas las han interpuesto de manera individual contra el Ayuntamiento de la capital, por lo que las fechas para la celebración de los juicios han sido fijadas durante los dos próximos años.

Todas las demandas constan de una parte común en la que se denuncian presuntas irregularidades en la última prueba, el supuesto práctico-teórico. Cuestionan que la diferente puntuación para cada una de las preguntas se asignó tras la celebración del examen y que en ningún momento se les comunicó, ni antes ni durante su realización. La prueba constaba de 16 preguntas, con una valoración final de 16 puntos. Algunos de estos opositores que se han quedado sin plaza y han decidido poner el caso en manos de los jueces han explicado a este periódico que todo el procedimiento se había seguido con cierta "transparencia y rigurosidad" hasta que les dieron la puntuación del último ejercicio.

Al solicitar la revisión, plantean en sus demandas, es cuando se percatan de que los problemas planteados en el ejercicio tienen una puntuación máxima variable que oscila entre el 0,5 y 1,5 puntos. Las bases de las oposiciones a bombero plantean una explicación genérica para el desarrollo de este ejercicio que no hace mención expresa a los criterios de puntuación. Con antelación a la prueba, el tribunal únicamente anunció el material con el que se podía acudir -regla, calculadora...- y justo antes de su realización, se les comunicó el tiempo del que disponían y que los errores no restaban. De ahí que le soliciten al juez que se valore el examen asignando a cada pregunta un punto como máxima puntuación, algo que consideran más coherente y lógico. De hecho, aluden a la jurisprudencia del Tribunal Supremo al respecto en casos similares en los que el Alto Tribunal ha fallado a favor de los demandantes precisamente por no comunicar con antelación el criterio de valoración.

Cada uno de los demandantes ha incluido además una parte más específica sobre preguntas que consideran que no han sido valoradas con buen criterio por el tribunal de las oposiciones.

Las oposiciones para 30 plazas de bombero en la capital -al final han sido 37 los puestos que se han cubierto- se desarrollaron entre los meses enero y abril de este mismo año. Los aspirantes llevaban siete años esperando su convocatoria, por lo que han sido muchas las jornadas de preparación que le han dedicado. La primera parte de las oposiciones constó de un examen tipo test y de la valoración psicotécnica, la segunda fue la prueba física y la tercera, el supuesto teórico-práctico sobre el los juzgados habrán de pronunciarse. Todas ellas eliminatorias. Al inicio del proceso fueron alrededor 1.400 personas las que se mostraron interesadas en participar en el proceso, pero al primer examen se presentaron en torno a 1.100. Para cuando llegó la hora de la tercera prueba, optaron a ella 116 aspirantes. 57 de ellos aprobaron. La nota de corte se fijó entonces en un 6,25 -algo que lamentan tampoco se hizo público- y sólo los 37 que finalmente han obtenido plaza lo pasaron. Con la curiosidad de que muchos de los aspirantes que hasta entonces se situaban entre los primeros puestos de la lista de las primeras pruebas quedaron fuera del proceso, a pesar de tener una nota en el último examen por encima del 5, y aspirantes que se habían mantenido en los últimos lugares escalaron puestos hasta obtener con una plaza.

"El tribunal de oposición es el que marca las reglas y los criterios", valora el actual concejal de Seguridad, Mario Cortés, que defiende además la imparcialidad de todos sus miembros, en la medida en que "no lo forman ni políticos y sindicatos, garantizando aún más su total independencia". El edil tacha de "habitual" que tras la publicación de los resultados definitivos se reproduzcan reclamaciones de todo tipo, incluidas judiciales. Por lo que también se muestra "totalmente seguro de que el tribunal ha actuado correctamente y que, por tanto, se desestimarán los recursos".

El Sindicato Profesional de Bomberos asegura que ha estado "encima de la oposición, para que fuera legal, lo más objetiva posible". Su portavoz en Málaga, Andrés Millán, valora como algo natural y normal que quienes se han quedado a las puertas de las 37 plazas que finalmente se han acabado cubriendo, intenten impugnar el procedimiento. Aún así, Millán también entiende que para las siguientes convocatorias habría cambiar algunos aspectos: "Entendemos que en las próximas oposiciones las bases habrá que perfilarlas y que la valoración de las preguntas se imponga de antemano", matiza. A través del sindicato algunos de los bomberos que sí obtuvieron plaza se han personado en las diferentes causas abiertas.

Por su parte, el secretario general de Uplba (Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía) en Málaga, Nicolás Aguilar, valora el proceso de oposiciones en el mismo sentido y coincide en que "siempre hay aspirantes no conformes, por lo que tendrán que ser los jueces los que lo valoren".

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