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Málaga/Desde 1942, año en el que comenzaron a tomarse registros históricos, Málaga no había vivido una noche tan calurosa como la de este pasado jueves, cuando con el terral ya replegándose después de asfixiar durante dos días, los termómetros alcanzaron los 31,6 grados. Se dio entonces lo que los expertos llaman una noche ecuatorial, que es aún más extrema que la tropical, y que se produce cuando las mínimas durante la noche no bajan de los 26 grados. Difícil conciliar el sueño.
Y es que aunque este último episodio de terralregaló un calor abrasador durante el día, con valores por encima de los 40 grados en algunas zonas de la capital, la noche fue aún más sofocante. Se convirtió en la primera en alcanzar más de 30 grados de temperaturas nocturnas, superando en algo más de dos grados a la noche del 3 de agosto de 1949, que con 29,4 grados había sido hasta ahora la más cálida de la historia en la capital.
La desescalada del mercurio fue progresiva una vez que el terral comenzó su retirada a eso de las 19.00 de la tarde, cuando ya se bajó de los 40 grados. No obstante, no se descendió de los 30 hasta después de la una de la madrugada. Es más, lo mínimo han sido los 26,9 grados registrados ya a las 8.00 de la mañana de este viernes, según el registro de la estación meteorológica del aeropuerto de la capital. Además, no solo fue la noche más calurosa de los últimos 78 años, sino que, además, esta nunca se había dado tan al inicio del verano.
En general, las temperaturas máximas diurnas alcanzadas sitúan a este 2 de julio el tercero más caluroso. Si bien, no logra entrar en el top ten de las jornadas con la temperatura máxima más alta de la historia, una lista que encabeza el 18 de julio de 1978 (con 44,2 grados), seguido del 9 de agosto de 1953 y el 5 de julio de 1994, estos dos últimos con 44 grados.
Este viernes ya con 32 grados de máxima previstos en Málaga capital, el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Málaga, José Damián Ruiz Sinoga, explicaba que “esta es la nueva normalidad climática, y no podemos extrañarnos de formar parte de ella”. Según este experto, este día de terral sirvió también para evidenciar la variabilidad meteorológica dentro del propio ámbito territorial de la capital malagueña, donde en la zona de Teatinos hubo en torno a 43 grados y en la zona del Limonar hacía en torno a 30. “Estamos hablando de 13 grados de diferencia”, comentó.
De este modo, precisó que cada año está habiendo “una mayor profusión de estas noches cálidas, con temperaturas nocturnas por encima de 20 o 25 grados”. “Tenemos que asumir que estamos conviviendo en una situación de cambio climático, y eso significa tener frecuentes anomalías climáticas, como la del jueves”, insistió. “Esperamos que lo de ayer [por este jueves] no se vuelva a repetir, pero seguro que apareceran otras temperaturas muy altas, extremadamente anómalas, y que forman parte del cambio climático”, afirmó.
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