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Hace tres años que Oxana fue estrangulada en Rincón de la Victoria y quemada en un paraje rural próximo al camino de la fábrica de Maro, en el término municipal de Nerja. Originaria de Rusia, residía en la localidad granadina de Armilla, tenía 37 años y un hijo. Durante la pandemia, conoció a José Luis R. a través de redes sociales y se mudó a la Costa del Sol por amor. Llevaban un año juntos cuando ella fue asesinada. Un jurado popular, este viernes, ha declarado culpable -por unanimidad- a su pareja de la muerte. La Fiscalía y la acusación piden 15 años de prisión por un delito de homicidio.
El procesado reconoció haber acabado con la vida de Oxana en el domicilio que compartían tras ser interceptado por la Guardia Civil y escuchar por la emisora de los agentes el hallazgo de un cuerpo carbonizado en Nerja. Se vino abajo, contó que habían tenido una pelea y había acabado con su vida. En el banquillo de los acusados, José Luis R. negó que el motivo fuese una riña previa desencadenada por celos. Aseguró que todo fue un accidente mientras mantenían sexo con una cuerda. El motivo del cambio de versión: "Pura vergüenza de admitir que realizo determinadas prácticas sexuales cuando era profesor en un colegio religioso", defendió.
Los miembros del tribunal popular debían determinar si se trató de un homicidio imprudente -como el encausado sostenía- o doloso -como la Fiscalía y la acusación mantenían-. "El jurado ha basado su veredicto en las pruebas forenses, que descartaban la incompatibilidad que describía José Luis con las lesiones que presentaba la víctima, acreditándose así que había existido lucha y forcejeo entre ellos", han explicado a este periódico los letrados que representan al hijo de Oxana, Antonio José García y Guzel Zamaltdinova, del despacho Garzalex.
Visto para sentencia el juicio, el procesado se enfrenta a un delito homicidio con agravantes de parentesco y de género, por el que el ministerio público pide una pena de 15 años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena.
Los hechos tuvieron lugar el 2 de agosto, por la mañana. Tal y como sostiene la Fiscalía en su escrito de acusación, la pareja tuvo una fuerte discusión por celos y el acusado comenzó un forcejo con la víctima "guiado por un especial desprecio a la misma dada su condición de mujer". En este contexto, el individuo habría cogido un trozo de cuerda nylon, le habría rodeado el cuello con ella apretando fuertemente hasta producirle la muerte por estrangulamiento. A continuación, trató de deshacerse del cadáver.
El ministerio púbico considera probado que envolvió en una manta el cuerpo sin vida de su pareja y lo introdujo en un carro de la compa, cubriéndolo también por una caja de cartón. Así lo llevó hasta el aparcamiento de la vivienda para depositarlo en el maletero de su vehículo y condujo hasta un paraje rural próximo al camino de la fábrica de Maro, del término municipal de Nerja. En el lugar, el procesado habría utilizado unos botes de alcohol de limpieza que había comprado ese mismo día y prendió fuego al cadáver. Después, regresó a su domicilio.
Un vecino llamó al Servicio de Emergencias 112 alertando que había visto en el garaje de su edificio en Rincón de la Victoria a una mujer en el suelo tapada con una camiseta negra y cómo un hombre la metía en el maletero de un coche gris. El testigo aseguró que el individuo le dijo que la llevaba al hospital porque "se había golpeado en la cabeza". "Él no se quedó muy convencido cuando lo vio salir con el coche por el garaje", comentaron otros vecinos de esta urbanización de Camino Viejo de Vélez.
Momentos más tarde, un vecino de Maro, al ver la humareda en una escombrera, cerca de una zona de cultivos, se acercó para ver qué ocurría. Entonces descubrió un cuerpo carbonizado y avisó también al 112. Los investigadores hallaron allí a una mujer en ropa interior con quemaduras de segundo y tercer grado en toda la superficie corporal y en el cuello.
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