Lanza un puñetazo a un celador de Urgencias en Alhaurín de la Torre y le amenaza con "partirle la cara"

CSIF denuncia que el presunto agresor causó daños al mostrador y consiguió marcharse antes de que llegara la Policía

El primer semestre deja una agresión cada día en los centros sanitarios de Málaga

Estado en el que quedó el centro de salud tras los hechos denunciados
Estado en el que quedó el centro de salud tras los hechos denunciados / CSIF Málaga

Nueva agresión a un sanitario en Málaga. Esta vez, la víctima ha sido un celador que se encontraba de guardia en el servicio de urgencias en el centro de salud de Alhaurín de la Torre. Al parecer, un paciente que acudió "muy alterado" y con una "herida sangrante en la cabeza" lanzó un puñetazo al trabajador, al que no alcanzó, y causó daños al mostrador, según ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, primera fuerza sindical multiprofesional en el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 1 de enero, pasadas las 5:30. El presunto agresor había acudido al centro sanitario acompañado de varias personas. Lo hizo, según el relato del sindicato, precisando atención sanitaria. Cuando el trabajador le pidió que se identificara, el usuario "reaccionó violentamente" y trató, supuestamente, de golpearle, aunque no lo consiguió.

Acto seguido, el paciente, presuntamente, "la emprendió a patadas con el mostrador y un separador, que quedó "destrozado", y logró acceder a la zona administrativa, detrás del mostrador, para dirigirse al trabajador, al que amenazó con “partirle la cara” y trató de dar una patada. Ante los avisos de profesionales tanto a la Policía y la Guardia Civil, los acompañantes "sacaron al agresor del centro de salud y lograron marcharse antes de que acudieran los agentes".

El trabajador, de baja tras un ataque de ansiedad

Desde CSIF, que ha condenado los hechos, el celador precisó asistencia sanitaria "tras sufrir un ataque de ansiedad por la agresión y que le mantiene en situación de baja laboral actualmente". Asimismo, ha denunciado lo sucedido en dependencias policiales.

CSIF Sanidad Málaga ha puesto sus servicios jurídicos a disposición del profesional agredido, al que ha ofrecido "todo su apoyo", y ha denunciado que el SAS soporta diariamente "cinco agresiones a profesionales, una de ellas en la provincia de Málaga". Según los últimos datos facilitados por la Consejería de Salud y Consumo, en 2023 se registraron 278 agresiones a trabajadores de la sanidad pública en Málaga, el 22% de ellas con violencia física, mientras que el 78% fueron verbales.

Reclaman mayor vigilancia

La central sindical condena las agresiones que sufren los trabajadores de la sanidad pública y pide a la Administración medidas contundentes para acabar con esta situación, que requiere "mayor vigilancia" en los centros hospitalarios y de atención primaria, así como más dotación de personal para "mejorar la prestación de servicios" a la ciudadanía.

A este respecto, CSIF Sanidad Málaga ha vuelto a reclamar la dotación de personal de seguridad en el centro de salud de Alhaurín de la Torre, como ya hace, asegura el colectivo, "en cada reunión con el Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce", y ha recordado que la instalación de cámaras de vigilancia actual "es insuficiente". La presencia de vigilantes de seguridad es necesaria en este centro sanitario al menos en determinadas fechas, como en Navidad o durante la celebración de distintas festividades en el municipio, ante el previsible aumento de la demanda asistencial y "mayor riesgo" de que se produzcan episodios como el denunciado.

Por ello, el sindicato reclama a la Administración sanitaria "medidas específicas de protección" a los profesionales ante cualquier tipo de situación violenta. La dotación de personal de seguridad en todos los centros de atención primaria con mayor incidencia de agresiones y/o situaciones violentas; la habilitación de una puerta trasera o salida de escape ante una situación conflictiva; la instalación del ‘botón SOS’ o ‘botón antipánico’ accesible para los profesionales; la difusión de mensajes disuasorios en las líneas de atención al público; y el endurecimiento de las penas por agresiones, tanto físicas como verbales, a profesionales del sistema público de salud”.

stats