"Tuvimos que llamar puerta por puerta"

El fuego ARRASA SEIS MUNICIPIOS DE MÁLAGA

El alcalde de Ojén analiza las angustiosas horas que vivió el municipio durante su desalojo · El Ayuntamiento pedirá que la localidad sea declarada zona catastrófica

El coordinador de Demarcación de Ojén, Paulino Masegosa, observa el estado en que quedó parte del término municipal tras la extinción.
El coordinador de Demarcación de Ojén, Paulino Masegosa, observa el estado en que quedó parte del término municipal tras la extinción.
E. Cabrera · M. Vidal / Ojén

02 de septiembre 2012 - 01:00

A las cuatro de la mañana del viernes comenzó el infierno para los ciudadanos de Ojén; un enorme fuego iniciado en el paraje de Barranco Blanco, en Coín, llegó hasta el municipio ayudado por el fuerte viento que hizo que se dirigiera de manera más rápida hacia la localidad. "Tuvimos que decidir de forma ágil el desalojo completo, llamando puerta a puerta a todos los vecinos para que no sufrieran ningún riesgo", contaba ayer recordando lo sucedido el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez.

El terror por ver arder sus viviendas horrorizó a todos los ciudadanos que tuvieron que ser evacuados hasta el pabellón cubierto de Marbella y el polideportivo de Monda. Pero el fuego no se apiadó del municipio, que se convirtió en uno de los puntos negro de la tragedia. Se baraja que haya sido afectada por el suceso un 25% de la superficie.

Los daños personales también han sido grandes en la localidad, ya que se evacuaron a 4.100 personas ante el estado de descontrol. Aunque un susto mayor fue el de una mujer de origen francés y sus dos hijos que tuvieron que ser atendidos por quemaduras leves y contusiones al ser sorprendidos por el incendio y tratar de refugiarse en una cueva de Ojén.

Pero sin duda, el caso más dramático producto de las llamas fue el fallecimiento de un alemán de 54 años que se encontraba en una casa de aperos, entre La Mairena y Ojén, y al que lamentablemente la vivienda se le vino encima como causa del incendio. El hombre, cuya esposa sigue desaparecida, fue desalojado por la Policía pero regresó a la vivienda que finalmente le atrapó. "Hay veces que nos empeñamos en volver a casa a pesar de todas las recomendaciones que se hacen y eso desafortunadamente trae sus consecuencias", declaró apenado el alcalde José Antonio Gómez ante lo sucedido.

Aunque aún no se tienen cifras exactas de lo sucedido, se puede prever que en torno a unas 50 casas han sido afectadas con daños, además de la totalidad de las parcelas del municipio que sufrieron un grave perjuicio en sus cultivos, animales y arboledas. Entre las viviendas afectadas por el incendio, dos de ellas se encuentran totalmente destrozadas, por lo que las familias tuvieron que ser acogidas por familiares y amigos que le ayudaron a realizar numerosas tareas de limpieza para poder restaurar sus hogares lo antes posible.

Ante tal situación devastadora, Gómez afirmó que realizará una solicitud mediante un Pleno extraordinario en el Ayuntamiento para que el municipio pueda ser considerado como zona catastrófica y poder recibir así una ayuda económica por parte del Estado, con la que poder afrontar los numerosos daños. "Realmente ha sido una catástrofe lo que ha pasado en el municipio y supongo que también las demás administraciones, en la medida de lo posible, tendrán que ayudarnos para solucionar lo sucedido", afirmó el alcalde.

Durante el día de ayer todos los vecinos intentaron volver a la normalidad, haciendo una exhaustiva limpieza de las cenizas que cubría toda la localidad. Ya desde la tarde del viernes los ciudadanos fueron entrando y saliendo del municipio, aprovechando que el fuego se había alejado, pese a que por la noche se decidió cerrar Ojén por el posible riesgo que podían sufrir.

"Personalmente estuve hablando con los afectados y con el centro de mandos, y decidimos que los vecinos podían entrar al municipio escoltados por delante y por detrás de sus vehículos, ya que incluso estaba ardiendo la zona de la carretera", relató Gómez. "Había vecinos que no podían quedarse fuera de la vivienda estando el cónyuge dentro del municipio y por eso se optó por esa solución", aclaró.

Finalmente, a las 10:00 de ayer Ojén fue abierto por completo gracias a que el fuego había sido extinguido en la zona y comenzó una ardua tarea de recuento de las hectáreas afectadas. "Por la rapidez hay zonas que el incendio se ha saltado y han quedado pequeñas islas sin quemar", agrega José Antonio Gómez, quien además manifestó que esta catástrofe debe servir para aumentar la concienciación de los ciudadanos y la labor de prevención: "Siempre es poco gastar en naturaleza. Hay que concienciarse de que cuando se produce un incendio así, todos somos los perjudicados".

Las explicaciones del munícipe quedaron ensordecidas en varias ocasiones por el ruido del motor de dos hidroaviones del Infoca de Córdoba que a esa hora del mediodía vertían retardante sobre los rescoldos que humeaban en una loma próxima. La labor de los bomberos del Consorcio Provincial, del Infoca y de la Unidad Militar de Emergencias evitó que el fuego, propagado, entre otros factores, por pavesas que recorrieron 15 kilómetros en menos de tres horas, alcanzara el núcleo urbano. Un cordón verde separa las áreas calcinadas de las viviendas que circunvalan el centro de la localidad. "Hemos hecho un buen trabajo, nos hemos sacrificado, pero también hemos tenido suerte, porque el incendio amenazaba", apuntó el coordinador de demarcación de la zona, Paulino Masegosa, señalando el pueblo. Las construcciones que no se salvaron fueron las que estaban diseminadas por el municipio.

Las primeras observaciones, realizadas por los helicópteros que perimetraban la extensión devastada, apuntaban a que solo dos inmuebles quedaron totalmente calcinados, aunque muchas sufrieron daños materiales. También quedaron calcinados parajes de alto valor medioambiental "que tardaremos décadas en recuperarlo", adelantó el regidor, y la carretera que conecta el municipio con Marbella. El entorno del pueblo se convirtió, según agentes del Infoca, en la zona "más problemática".

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