La llegada del Metro de Málaga al Centro, abocada ahora a 2022
Los trabajos de instalación y arquitectura ya iniciados tienen un plazo de 20 meses, que concluirían en marzo de 2022
Málaga/La llegada del Metro de Málaga al Centro queda abocada a los primeros meses de 2022. La presunción supone, de cumplirse, una nueva variación respecto a las últimas previsiones que pudieran hacerse sobre el avance final de las obras de construcción de los tramos del suburbano entre el intercambiador de El Perchel, donde ahora llegan las líneas 1 y 2 del ferrocarril urbano, y la Alameda Principal, donde quedará situada la estación final de Atarazanas.
A falta de cualquier confirmación oficial por parte de la Junta de Andalucía, cuyos actuales responsables eluden desde su llegada al puesto fijar fecha alguna de terminación de la infraestructura, buenas son las pistas que deja tras de sí el avance de los trabajos y sus fases. La última de ellas procede de manera directa del arranque ya formal de las tareas de instalaciones y arquitectura de estaciones en los tajos Renfe-Guadalmedina y Guadalmedina-Atarazanas.
De acuerdo con el detalle aportado por la Consejería de Fomento, tal actuación tuvo su inicio hace ahora algo más de semana, apenas horas después de que fuese formalizado el contrato de ejecución con la UTE integrada por Acciona y Sando (la misma que ya se encarga de la denominada obra civil en las piezas finales del recorrido). El detalle clave para especular sobre la llegada a la Alameda radica en el plazo comprometido por las empresas para materializar está parte de la intervención.
Conforme a la oferta que fue finalmente seleccionada, el tiempo estimado para adecuar los túneles y las estaciones para el paso futuro de los trenes es de veinte meses. Tomando como referencia la fecha de firma del contrato, el pasado 27 de julio, la cuenta atrás ya en marcha culminará a finales de marzo de 2022.
¿Quiere decir ello que será esa la fecha de prolongación del Metro? La experiencia demuestra que cualquier previsión tiene un alto porcentaje de verse alterada, generalmente para ver ampliados los calendarios. A esto ayuda, además, el hecho de que la fase de infraestructura está aún en fase de ejecución.
Sin detalle exacto del porcentaje de excavación de los túneles, que se da por completada en la Alameda, sí se sabe que hay una parte del tramo de El Corte Inglés donde se desarrollan excavaciones arqueológicas, sin saberse aún si las mismas han permitido extraer algún resto relevante, y que la excavación del tercer nivel del paso soterrado en Callejones del Perchel tuvo su inicio semanas atrás, con lo que es previsible que resten aún algunos meses por darse por completada.
La llegada al Centro es clave en el futuro inmediato del proyecto ferroviario, por cuanto de ello depende que se incremente de manera sustancial el número potencial de pasajeros. El actual trazado, menguado al quedar a la altura de Renfe, permitió mover el pasado año (antes de que las cifras quedasen afectadas por el coronavirus) a unos 6,9 millones de pasajeros. El parámetro está muy lejos de los 21,7 en los que, según estima la concesionaria responsable de la explotación comercial del Metro, el mismo sería sostenible económica y financieramente.
Alcanzar el Centro tampoco permitirá cubrir la demanda deseada, según los estudios manejados, aunque sí traerá consigo un salto significativo. En el objetivo de cuadrar la ecuación diseñada en 2014, que fue incluso objeto de un acuerdo entre la Junta y el Ayuntamiento para modificar el trazado original del proyecto, es necesaria la prolongación del trazado hasta el entorno del Hospital Civil. La misma permitirá añadir del orden de 2,5 millones de pasajeros más.
Esta extensión del suburbano, a pesar del consenso inicial, sigue a día de hoy, más de seis años después, ausente. Los actuales responsables autonómicos enterraron la apuesta de sus antecesores de llegar a la zona norte de la ciudad en superficie y han apostado por un recorrido totalmente soterrado. De hecho, desde hace meses está abierto el concurso para adjudicar la redacción del anteproyecto y el proyecto constructivo de este ramal. La empresa que se haga con el contrato dispondrá de alrededor de 18 meses para dar forma a estos documentos.
Solo cuando estén finalizados y sobre la mesa de la Junta será cuando puedan hacerse estimaciones ciertas tanto del coste de la obra (no parece que sea inferior a los 140 o 150 millones, frente a los 41 del trazado en superficie) como de sus plazos. Sea como fuere, no parece que sea posible ver abierto esta extensión del Metro al menos hasta el año 2025.
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