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¿De dónde llegaron los homo sapiens?

Casi 50 investigadores españoles y alemanes tratarán de verificar si los antepasados de los humanos llegaron a Europa por el Estrecho de Gibraltar

¿De dónde llegaron los homo sapiens?
Raquel Garrido Málaga

12 de julio 2015 - 01:00

Nadie duda a estas alturas que los Homo Sapiens, los antepasados de los actuales humanos, llegaron al continente europeo procedentes de África a través de Oriente Próximo hace alrededor de 50.000 años. Las investigaciones se han centrado siempre en esa vía y está más que constatada científicamente que fue así. Pero no fue la única, aunque nunca hasta ahora se han destinado muchos esfuerzos ni recursos a estudiar la otra puerta de entrada que se cree que utilizaron nuestros antepasados para colonizar lo que hoy es Europa y que fue el Estrecho de Gibraltar, de forma no muy distinta a como actualmente sigue ocurriendo.

De confirmarse esa hipótesis, la comunidad científica de la Prehistoria estaría ante un importante hito de repercusión internacional que destacaría la relevancia que tuvo una zona como Málaga en aquel momento cuando los Homos Sapiens Sapiens decidieron cruzar los apenas 15 kilómetros que separaban el norte de África de un nuevo continente habitado entonces por los neandertales, una especie cuya presencia está constatada en el sur de la Península desde hace 120.000 años y que desapareció sin dejar rastro poco después de la llegada de los originarios de los humanos anatómicamente modernos.

Encontrar esa conexión en el tiempo entre ambas especies y constatar que el Estrecho de Gibraltar fue una vía de entrada de los Homo Sapiens Sapiens tan importante como Oriente Próximo es la ardua y apasionante tarea que tendrán por delante en los próximos cuatro años los casi 50 investigadores de doce instituciones españolas y dos alemanas que participaran en un ambicioso proyecto, que liderará el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cádiz José Ramos Muñoz y el director del Neanderthal Museum de Alemania Gerd Christian Weniger.

Pero el foco de atención estará puesto en Málaga. Ambos expertos estuvieron esta semana en la provincia presentando el proyecto Las sociedades prehistóricas del Paleolítico medio al Neolítico final en la Cueva de Ardales y Sima de las Palomas de Teba, aprobado el pasado mes de junio por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en dos municipios donde los investigadores esperan poder encontrar muchas de las respuestas a las preguntas que llevan años formulándose para controlar científicamente los tres grandes cambios humanos que se han dado en los últimos 100.000 años.

Y es que aunque Málaga conserva numerosas cavidades naturales que fueron refugios, contenedores de arte y depósitos funerarios durante la Prehistoria, las de Ardales y Teba atesoran gran parte de la información que se busca para comprender mejor las ocupaciones humanas más antiguas del sur de Europa al concentrar ambas las secuencias más importantes entre el Paleolítico Medio y el Neolítico.

En pocos yacimientos se pueden rastrear los grandes cambios humanos ocurridos durante los últimos 100.000 años. La coincidencia de que ambas cuevas se sitúen en un territorio común, a ocho kilómetros de distancia, controlándose visualmente, y de que sus sedimentos tengan una gran potencia arqueológica, les hace cobrar un valor científico incalculable. Lo que se pretende ahora es determinar si en su origen ambas cavidades fueron usadas por un mismo grupo de Neandertales, comprobar su área de aprovisionamiento de herramientas y de animales, conocer los climas y la vegetación de cada momento. Además de explicar porque vivían en una zona y cazaban en otra, puesto que se tiene constancia que la zona de El Tajo del Molino de Teba era un cazadero natural en aquella época.

El estudio en profundidad de ambas cuevas, que podrían convertirse en referencias para la Prehistoria de Europa cuando termine el proyecto de investigación, se complementará con las prospecciones previstas en la zona del Guadatelba y río Turón donde, según Ramos, con lo que "podremos entender la movilidad que se producía en el territorio y los recursos que utilizaban".

Con la ayuda de las últimas tecnologías de investigación arqueológica, el equipo dedicará los próximos cuatro años al análisis geoarqueológico de sedimentos, estudios antropológicos y paleontológicos, estudios de pólenes prehistóricos, obras de arte, lámparas y otros elementos de iluminación. Las excavaciones se iniciarán tras el verano con los primeros sondeos previstos en ambas cavidades malagueñas. El objetivo final es la obtención de suficientes datos científicos que dejen clara la ocupación de este territorio por parte de los Neandertales, tanto en sus aspectos humanos como ecológicos, y además ayude a comprender el proceso evolutivo o climático que les hizo desaparecer.

De ahí, el gran interés que la zona ha despertado en el Neanderthal Museum de Alemania, que dirige importantes proyectos de investigación en el norte de África para profundizar en cuestiones que aún siguen siendo un enigma. Su director aclaró que "queremos conocer el proceso de ocupación humana a ambos lados del Estrecho porque hay evidencias desde el Paleolítico Superior, pero creemos también que en la época de los Neandertales y buscamos saber si hubo realmente contacto o no entre ambas especies".

La Sima de las Palomas será clave para resolver parte del enigma, ya que fue habitada por esta especie. Pero también la Cueva Prehistórica de Ardales, referencia europea cultural en su género al albergar más de mil motivos pintados y grabados correspondientes al arte rupestre paleolítico y que revelan la presencia del ser humano hace más de 25.000 años.

Pero el momento clave de estudio será el periodo comprendido entre hace 50.000 y 40.000 años, momento en el que pudo producirse el contacto entre ambas especies porque "nunca se ha conseguido enlazarlas y puede ser una oportunidad de oro", aseguró el conservador de la Cueva de Ardales, Pedro Cantalejo. Aunque ya había Neandertales en la zona hace 120.000 años, fue entre hace 80.000 y 50.000 años cuando hay una concentración de población constatada y poco después se les pierde la pista coincidiendo con la llegada de los Sapiens Sapiens.

Fueron ellos los que introdujeron la cultura como elemento innovador y supusieron el final de todo el mundo de cazadores cuando los primeros productores introdujeron novedades tan importantes como el pastoreo o la agricultura en su economía, ya durante lo que se conoce como Neolítico.

"Nos toca reivindicar un gran momento histórico que puede dar un giro radical a lo que se pensaba hasta ahora", señaló Cantalejo, que añadió que "lo que nos falta es describir el argumento central del guión para que la película tenga sentido porque el final de lo que pasó ya lo conocemos todos".

Los humanos nacieron en África y fue en Europa donde se conformaron como sociedad. Ahora queda por saber cómo fue ese proceso completo. Los primeros resultados de esta intrigante historia podrían llegar en la primavera de 2016 para despejar un misterio tan bien guardado.

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