Con la lluvia llegó el caos a la provincia de Málaga
La DANA se cebó con el Valle del Guadalhorce, sobre todo con Cártama, Pizarra y Álora, donde cayeron casi 160 litros en 12 horas
Las lluvias (por fin) llegan a los embalses de Málaga, que ganan más de 20 hectómetros en pocas horas
La provincia de Málaga pasó ayer, en cuestión de horas, de admirar la belleza del cielo iluminado por miles de relámpagos –unos 1.500 rayos–, a sumirse en el más absoluto caos. Con las primeras horas de la mañana, y sin dejar de tronar, el cielo se volvió negro y la DANA se cebó con la provincia.
Las intensas lluvias que siguieron a la tormenta eléctrica dejaron tras de sí un paisaje desolador en puntos concretos del Valle del Guadalhorce como Álora, Pizarra y Cártama. En 12 horas cayeron más de 160 litros por metro cuadrado en Álora, en la zona del Azud de Paredones.
El río Guadalhorce se desbordó a su paso por Cártama, arrastrando coches y anegando fincas y viviendas. Varias personas tuvieron que ser rescatadas tras subirse al tejado de sus viviendas para escapar de la crecida del río. En las carreteras, ya de por sí atascadas, el agua empeoró la situación por las numerosas balsas de agua. No pocos colegios e institutos se vieron inundados o con cortes de luz. Hasta un tren AVE descarriló a causa de las precipitaciones.
En total, el 112 registró 291 incidencias en la provincia de Málaga, la inmensa mayoría concentradas entre las 10:00 y las 15:00 horas. Eso sí, con semejante diluvio, se llevó a cabo en la capital un simulacro de terremoto.
En el peor día que vivía la provincia en los últimos años, con calles cortadas, balsas de agua, hundimientos en calzadas, el Ayuntamiento de Málaga no vio razones para suspenderlo. Para ejecutar el ensayo, hubo que desplegar un servicio extraordinario de bomberos.
La situación sí obligó a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a elevar, sobre la marcha, el nivel de alerta al rojo al superarse los 120 litros por metro cuadrado en 12 horas en hasta seis pluviómetros oficiales de esta comarca. En concreto: el pantano del Conde del Guadalhorce, en Ardales (130,2); el embalse del Guadalteba (135,1); el canal de la Encantada, en Álora (127,7); el repetidor de La Encantada, en Ardales (122,8); el río Turón, también en Ardales (143,1). Por encima de los 100 litros está también Cártama (102) y Casarabonela se quedó cerca (98).
Poco antes de las 15:00, hora a la que decayó la alerta roja, el director de la Aemet en Málaga, Jesús Riesco, afirmó que “lo peor ya ha pasado”. Aún así, advirtió que las precipitaciones van a continuar hasta el viernes, aunque se espera que sean “de mucha menor intensidad”. En este sentido, el director territorial de la Aemet en Andalucía, Juan de Dios del Pino, explicó que la DANA “ha mutado” y se ha convertido en lo que se llama “una borrasca fría aislada”, que va a seguir dando lluvias, pero menos virulentas.
De hecho, desde la medianoche y hasta las 08:00 de hoy la Costa del Sol y el Guadalhorce vuelven a estar en alerta, pero esta vez amarilla, por lluvias de 15 litros en una hora. “Serán menos intensas y menos duraderas”, señaló Del Pino.
El meteorólogo explicó que lo sucedido ayer en el Valle del Guadalhorce es consecuencia de la típica gota fría, un fenómeno que se produce cuando se combinan dos ingredientes: aire frío arriba, y húmedad abajo. “Se esperaba una DANA persistente, pero no tanto”, reconoció.
Las imágenes del río Guadalhorce desbordado, en Málaga recuerdan siempre inevitablemente a la tragedia de 1989, cuando unas terribles inundaciones acabaron con la vida de seis personas. Ayer, por momentos, se temió lo peor. “No se puede comparar con aquella, que fue mucho más grave”, afirmó el director de la Aemet en Málaga, que sostuvo que esta vez “no ha habido torrencialidad, ni tampoco granizo grande”. Según Riesco, esta es una situación que se da “cada pocos años”, en la zona.
Lo cierto es que en Cártama, donde están acostumbrados a mirar de reojo al río Guadalhorce cada vez que llueve fuerte, las alarmas saltaron cuando el caudal se empezó a acercar a los 4,5 metros de altura. A partir de ahí, se cumplieron los peores presagios y el cauce se desbordó. Hubo que cortar la carretera, y varias viviendas quedaron inundadas.
Bomberos y Guardia Civil tuvieron que rescatar en lancha a varios vecinos, y también a un caballo arrastrado por la corriente. En Álora y Pizarra, varias personas fueron rescatadas del tejado de sus casas en helicóptero.
En Pizarra los bomberos rescataron a de dos personas atrapadas en una caravana en un cortijo, al igual que en Valle de Abdalajís al quedar atrapada una familia en una vivienda prefabricada en loma La Parra. Los operativos han intervenido también en el rescate de los ocupantes de un vehículo atrapado por subida del río Campanillas en un camino de Málaga. En total, fueron rescatadas una decena de personas.
De otro lado, en el interior de la provincia, las localidades de Valle de Abdalajís y Villanueva de la Concepción fueron las que peor parte se llevaron. El desbordamiento del Arroyo de las Piedras hizo temer que pudiesen repetirse los dramáticos acontecimientos del año 2012 cuando se produjeron graves daños por las inundaciones. En Villanueva de la Concepción también se vieron afectadas gran parte de los caminos y carreteras.
El caos también se apoderó de las carreteras. Balsas de agua, caída de árboles y desprendimientos de piedras fueron los problemas más repetidos. Hubo cortes e incidencias en una treintena de vías, especialmente de la red secundaria. En la capital, se cortó la avenida Lope de Vega por el hundimiento de la calzada.
Los trenes no escaparon al caos. Un AVE Málaga-Madrid descarriló a las 12:55 en Álora,a la altura del viaducto, con 276 pasajeros. Por suerte, sin heridos. También se vio afectado en la estación de Álora otro tren que hacía el trayecto Sevilla-Málaga, y en la de Gobantes en Antequera a otro tren de media distancia, cuyos viajeros siguieron el trayecto en autobús.
Y, por si fuera poco, una docena de colegios sufrió incidencias como inundaciones y cortes de luz. Algunos tuvieron que cerrar sus puertas, en otros, como el colegio San Estanislao De Kostka, en El Palo, usaron sacos de arena para luchar contra la fuerza del agua.
Lo bueno que se puede sacar de todo esto está en los embalses, que en cuestión de horas ganaron 21 hectómetros. El martes tenían poco más de 95 y ayer, tras el paso de la DANA, acumulaban 116,52, según los datos de la red Hidrosur, actualizados a las 17:00 horas.
Seguirán subiendo, seguro. Los más beneficiados son Casasola, Guadalteba, Conde del Guadalhorce y Guadalhorce. El primero, en la capital, prácticamente dobló sus reservas (de 4,8 a casi 11). El pantano de Guadalteba y el del Conde del Guadalhorce subieron unos cinco hectómetros. Precisamente en el entorno de estos se recogieron algunas de las cantidades más elevadas: 135 y 130 litros, respectivamente. En cuanto al pantano del Guadalhorce recibió cuatro hectómetros cúbicos.
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