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Málaga/En Málaga las lluvias desaparecieron en el mes de marzo y no fue hasta hace unos días cuando regresaron a la provincia. Muchos podrían llegar a pensar que estas precipitaciones podrían salvar la sequía que azota el territorio malagueño, pero no ha sido así. Desde el Centro Meteorológico de Málaga ya aseguraron que las lluvias podrían incrementar el agua de los embalses y mejorar la situación del suelo. Después de varios días de lluvias y un fin de semana en el que se ha llegado a estar en alerta amarilla por tormentas en Málaga, los embalses de Málaga siguen disminuyendo su capacidad. Actualmente están al 32% y tan solo quedan 200 hectómetros, unos 127 menos que hace un año, según los datos de la Red Hidrosur de la Junta de Andalucía.
En los siete embalses de Málaga cada vez hay menos agua y aunque en algunos pantanos ha habido precipitaciones, estas no han conseguido variar los datos. A día de hoy, y como lleva siendo muchos meses, el pantano que más preocupa es el de la Viñuela. Este es el más grande de la provincia, ya que tiene capacidad para 164 hectómetros cúbicos. La sequía le está afectando de tal forma que actualmente solo tiene 15,8 hectómetros. Esto quiere decir que está al 9,6% de su capacidad, muy cerca de su mínimo histórico situado en el 9,2%, al cual llegó en diciembre de 2022 y previamente lo había alcanzado en 2008.
En cuanto a los embalses de la zona de Guadalhorce, el del Conde del Guadalhorce es el que tiene menos agua de los tres de la zona. Según los datos de la Red Hidrosur de la Junta de Andalucía, en este pantano hay 16,8 hectómetros cúbicos de agua, por tanto está al 25,3% de su capacidad. La situación en el embalse del Guadalhorce no es muy diferente, ya que está al 31,36% de su capacidad y alberga 39,4 hectómetros. Al igual que en el de Guadalteba, a pesar de que está en un punto mejor, su capacidad no hace más que disminuir. Actualmente, está al 46,8% de su capacidad y tiene 71,7 hectómetros. Asimismo, al mirar los datos de hace un año, en estos tres embalses había mucha más agua. El Conde del Guadalhorce contaba con 64 hectómetros, el del Guadalhorce tenía 39 hectómetros y el de Guadalteba albergaba 104 hectómetros.
Al 33,48% está el embalse del Limonero. Este pantano puede albergar hasta 22,34 hectómetros y actualmente solo tiene 7,4. Cabe señalar, que al igual que todos los pantanos mencionados hasta ahora, también hay menos agua, puesto que en mayo de 2022 albergaba 11,66 hectómetros cúbicos. De igual forma, 7,84 hectómetros son los que hay en el embalse de Casasola que hacen que esté al 36,10%. Su capacidad total es de 21,72 hectómetros y su situación hace un año era algo más positiva, puesto que tenía 12,69 hectómetros.
En cambio, la situación es totalmente diferente en el embalse de la Concepción. En estos momentos es el único pantano de Málaga que está a más del 50% de su capacidad total, ya que se sitúa en el 72%. Estos datos quieren decir que en este pantano hay 41,44 hectómetros cúbicos, eso sí son unos 18 hectómetros menos que hace un año, cuando contaba con 59,69 hectómetros.
Las lluvias de estos últimos días no han cambiado la situación en los embalses y tampoco la del campo. Los regantes tanto de la Axarquía como del Valle de Guadalhorce ya aseguraron que estas precipitaciones les iban ahorrar unos días de riego, pero no les iba a salvar las cosechas de esta temporada. En este sentido, Víctor Martín, agricultor que pertenece a la comunidad de regantes del Real Alto en la Axarquía, señaló que el agua que estaba cayendo era muy buena porque iba a refrescar la zona un par de semanas y desplazar los días en los que se deben realizar los riegos. Eso sí, incidió en que la solución más efectiva era que se mantuvieran las lluvias unos 30 días y así “en vez de 15 centímetros de humedad se crearía un metro y más acuíferos cogerían algo”. Por su parte, la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema) aseguró que estos chubascos les beneficiaban porque les ha permitido prolongar el periodo de corta de riego.
Para los primeros días de esta semana no se esperan precipitaciones, pero el miércoles aumenta la probabilidad de que se produzcan algunos chubascos en el interior de la provincia, según Jesús Riesco, director del Centro Meteorológico de Málaga. Ya a partir del viernes sí se van a producir chubascos más intensos en toda la provincia. En este sentido, Riesco sostiene que estas precipitaciones “al ser de inestabilidad suelen ser más intensas en el interior, pero también pueden afectar a la costa”. En cuanto a las temperaturas, en la capital las máximas rondarán los 26 y 28 grados hasta el miércoles porque actualmente hay flujo de componente oeste, por lo que habrá terral. De igual forma, a partir del jueves las máximas rondarán los 23 y 24 grados el resto de la semana y las mínimas se situarán entre los 17 y los 19 grados. Con respecto al interior, en Antequera las máximas se mantendrán entre los 23 y 24 grados y las mínimas rondarán los 11 y 13 grados durante toda la semana.
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