Un magnate israelí compra Correos por 23 millones y la cadena Hotusa, el Palacio de la Tinta, por 21
La Junta logra de este modo enajenar dos de sus principales activos inmobiliarios y obtiene unos 44,6 millones
Mñalaga/El magnate israelí Haim Tsuff, por medio de la sociedad Nitsba Spain, pasa a ser el nuevo propietario del antiguo edificio de Correos, en Málaga capital. El empresario, el único que ha pujado por este inmueble en la subasta pública convocada por la Junta de Andalucía, va a pagar algo más de 23,5 millones de euros, inicialmente tasado en 16,8 millones.
Así se ha conocido este lunes tras la apertura de las ofertas económicas de las firmas que han participado en este procedimiento de enajenación que, a nivel regional incluía un total de 22 propiedades de la Administración regional. El otro edificio destacado es el Palacio de la Tinta que pasa a manos de la cadena Hotusa, por medio de Cinara Properties. En este caso, la cuantía a desembolsar alcanza los 21 millones, frente a los 12,5 millones de precio de partida.
Con todo, el Gobierno andaluz, que había otorgado prioridad a la venta de estos activos patrimoniales, va a lograr unos ingresos nada despreciables, de unos 44,6 millones de euros, unos 15 millones por encima de lo inicialmente previsto. Al tiempo, la venta de Correos permite sacar del abandono la antigua sede del organismo estatal en la capital de la Costa del Sol, entregado por el Gobierno central a la Junta como parte de la denominada deuda histórica en 2010.
La construcción está localizada en la Avenida de Andalucía, en la antesala misma de la Alameda Principal. Data del año 1980; consta de tres plantas en el cuerpo inferior y nueve plantas en la torre. La edificabilidad completa se acerca a los 17.000 metros cuadrados. Uno de los condicionantes que pesa sobre él es su calificación urbanística, que se mantiene como equipamiento, lo que limita el posible desarrollo de proyectos.
Salvo que el nuevo propietario opte por abrir un proceso de negociación con el Ayuntamiento para variar este uso, lo que podría extenderse en el tiempo, el planeamiento urbanístico es claro, al permitir solo academias, centros universitarios, hospitales, residencias de estudiantes o de mayores.
Y ello a pesar de que el alcalde, Francisco de la Torre, se ha mostrado en los últimos meses más favorable a la opción de hotel. Al tratarse de un equipamiento, su transformación obligaría al promotor a realizar ciertas compensaciones a la ciudad, algunas de las cuales podrían materializarse en una aportación económica pero no toda. Fuentes del sector inmobiliario no descartan que, dada la trayectoria del inversor israelí, vinculado al desarrollo de hoteles, opte por tramitar el cambio de uso. En este sentido, apuntaron la posibilidad de que adquiera alguna parcela de equipamiento para entregar a la ciudad en forma de compensación.
La vinculación de Hotusa con Málaga capital es más que apreciable, dado que cuenta en la ciudad con diez hoteles, un hostel y un edificio de apartamentos turísticos. El éxito de la operación de compra es si cabe mayor debido a la elevada competencia que el Palacio de la Tinta había generado en el sector.
Muestra de ello es que varios grandes grupos de inversión se habían interesado por él, caso los actuales propietarios del Palacio Miramar, con Hoteles Santos al frente (oferta de 14 millones), y de la parte de La Equitativa reservada para un hotel de 5 estrellas. En este último caso, se trata de la entidad Key Lisbon 1 SL, con Jaime Ardid Martínez-Bordiu como administrador único. La suya fue la segunda oferta más elevada, alcanzando los 20,4 millones.
A estos dos nombres se suman otras siete entidades que, al parecer, han puesto sus ojos en el Palacio de la Tinta, como Milenium (16.050.000 euros), también dedicada a la adquisición de activos para uso hotelero, y SB Hoteles 14.000.001 euros), que ya cuenta con establecimientos en Barcelona, Tarragona y Madrid.
A los 21 millones ofertados por Hotusa, la cadena tendrá que añadir una suma elevada para recuperar el edificio, cuyo estado de conservación no es el más adecuado. Eso al menos se deduce de los informes manejados por la propia Administración regional. A esto se suma el condicionante urbanístico de que al tratarse de un bien con grado de protección arquitectónica de nivel I la máxima operación que va a poder desarrollar la nueva propiedad es la de rehabilitación. Algunos expertos apuntaron que el coste de intervención y de equipamiento para un establecimiento de nivel elevado podía rondar los 1.500 euros el metro cuadrado, lo que dispara los costes añadidos a unos 15 millones.
Desde la Junta se advierte de que la adjudicación definitiva se producirá en los veinte días hábiles contados desde el día siguiente al de la apertura de las proposiciones. Y la formalización de la compraventa en escritura pública debe cumplimentarse dentro del plazo máximo de dos meses contados desde el día siguiente a la apertura de las propuestas.
Al tiempo, ponen en valor que con la venta de los dos activos, las arcas autonómicas van a poder ahorrarse un gasto anual de 110.000 euros, en el caso de Correos, y 51.000 en el Palacio de la Tinta. En este último supuesto, la Junta va a eludir la obligación de tener que rehabilitar el edificio. Por el contrario, se encuentra ahora con la necesidad de encontrar una ubicación alternativa para los trabajadores de la Delegación de Sostenibilidad Ambiental que desde hace años viene ocupando estas dependencias administrativas.
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