"Málaga va camino de convertirse en California... y es un ejemplo de fracaso"

Movilidad

Los accesos a las ciudades colapsados suponen el cuello de botella de la movilidad viaria, la solución: "apostar por el transporte público"

Exigen mejoras en las comunicaciones y más inversión en Málaga además de compartir coche

Atasco en Avenida de Andalucía.
Atasco en Avenida de Andalucía. / Javier Albiñana

"Málaga va camino de convertirse en California... y es un ejemplo de fracaso", resume Vicente Jordá, ingeniero de transportes, consultor y miembro de la Plataforma por las Infraestructuras cuando se le pide un diagnóstico sobre el estado de la movilidad en Málaga. A la Costa del Sol se le ha puesto en muchísimas ocasiones en el espejo del estado norteamericano, tanto que en un momento se intentó copiar el modelo de Silicon Valley y llamar a la ciudad y su entorno metropolitano Málaga Valley, denominación que acabaron rechazando los popes tecnológicos bajo la premisa del modelo propio.

Más allá del desarrollo de empresas tecnológicas –del que Málaga aún sigue a años luz de distancia de California– son más los paralelismos que han gustado de sacar con el estado de la Costa Oeste: el clima, la calidad de vida o, incluso, tener nuestro Rodeo Drive en Puerto Banús. Pero, ¿por qué se caracteriza el modelo de California en movilidad que ha resultado fallido?

El mejor ejemplo está en la cultura pop: la escena inicial de la película La la land. Los protagonistas se ven atascados, atascadísimos se podría decir, en una vía de, al menos, cuatro carriles totalmente colapsados. Las grandes infraestructuras del estado, por muchos carriles con los que cuenten sus carreteras, se ven una y otra vez taponados en su punto más débil: los accesos.

En Málaga, si bien no se puede hablar de grandes infraestruturas viarias, sí que se puede apreciar de que las que tenemos no están dimensionadas con las necesidades que presenta día a día la vía. Ni que decir tiene que, ni mucho menos, lo están a futuro, cuando se espera un crecimiento demográfico sostenido que haga que se superen los dos millones de habitantes en la provincia en los próximos tres lustros, según cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En la provincia se pueden contar más de una decena de zonas en la que los atascos ya se cuentan por costumbre, todas ellas en accesos a ciudades. Véanse los puntos de entrada y salida de la capital desde Rincón de la Victoria, Torremolinos y Alhaurín de la Torre; las de Antequera; Arroyo de la Miel y Benalmádena; la rotonda por la que se accede a Mijas y Fuengirola; Ronda; Los Pacos, Puerto Banús, o el soterramiento de San Pedro. De algunos de ellos, incluso, avisa DGT antes de las grandes campañas de movilidad del año: pueden pasar hasta 120.000 vehículos y ofrece rutas alternativas para evitarlos.

Justo en Puerto Banús, uno de esos puntos negros del tráfico en la provincia en los que es más probable acabar inmerso en un embotellamiento, una inmobiliaria dedicada a la comercialización de casas de lujo puso un enorme cartel publicitario con un único mensaje: “Estás en un atasco, pero sigues en el paraíso”, según su traducción literal del inglés. 

Pero incluso el paraíso muestra síntomas de agotamiento. Un informe de Tecnitasa sobre el segmento del lujo en España se fija en Marbella y determina que la movilidad es uno de los retos que marcan en la zona. “Aunque las conexiones internacionales que brinda el aeropuerto de Málaga son excelentes, las propias de Marbella con su área metropolitana y provincia tienen mucho recorrido para mejorar. En la actualidad no existe una red de transporte ferroviario, tranvía o metro que facilite la movilidad, lo que deja como única vía la autopista y una carretera nacional que produce enormes atascos diarios para todas las personas que quieren acceder a sus puestos de trabajo”. 

En este punto toca con otra de las carencias que señala el documento, la falta de talento cualificado: “La dificultad del transporte unido a la falta de vivienda asequible para el público local hace muy difícil captar talento cualificado para las empresas que brindan servicios al sector del lujo. Es extremadamente complicado retener a un profesional que resida a más de 30 minutos de Marbella por el tiempo que va a emplear para ir cada día a trabajar, y más difícil todavía es que encuentre una vivienda en la ciudad. Sin duda, urge un plan del Gobierno para impulsar la vivienda asequible en la zona y que permita un ecosistema sostenible en el que el público local y el público de lujo puedan coexistir y seguir creciendo”. 

A esto se suma que el mismo informe ya señala la falta de vivienda, incluso de lujo, en Marbella, y la extensión de la misma a municipios colindantes como Ojén –cabe recordar que Istán ya ha visto como el precio de la vivienda la convierte en uno de los tres vértices del llamado triángulo de oro de la Costa–. Con lo que eso puede suponer a sus accesos, que ya están sobrepasados. 

Manuel Menéndez, decano del Colegio de Economistas de Málaga, ya destacó que estas deficiencias en movilidad suponen costes económicos que, si bien son difíciles de calcular por falta de datos, sí que suponen un lastre para que los municipios del área metropolitana con menos músculo económico acaben igualándose con los más pudientes. "Para que el nivel socioeconómico del área metropolitana se iguale es necesario actuar sobre la red de transporte, tanto a nivel de medios de infraestructuras como de refuerzo de medios de transporte público".

Y, a corto plazo, ¿la salida es la liberalización de la autopista? Jordá cree que no. Dos son sus motivos, el primero económico, habría que compensar a la concesionaria con un montante mil millonario que desde el Gobierno ya avisan de que sería más caro que construir el propio tren litoral. El segundo, “sería pasar los atascos de una vía a otra, sus accesos no tienen capacidad para absorber el tráfico, ¿en San Pedro, con una vía única de salida del peaje, podría absorber el tráfico del soterramiento? Obviamente no”. Así, para que fuese una solución viable habría que adaptar los accesos a la nueva demanda, “¿eso lo tendría que pagar también el Gobierno? No es una opción viable”, se muestra tajante y pone un ejemplo fallido, “en Valencia la liberalizaron y sólo sirvió para pasar el tráfico de una vía a otra”. 

En este sentido, y con una mirada más larga, Jordá apuesta por varias soluciones, una vías de alta capacidad para el largo recorrido, dos, mejora de los accesos intermunicipales, tres, una apuesta por el transporte público, "pero una apuesta real, que sea útil a los pasajeros". Una apuesta, además, marcada a largo plazo, "por la falta de planificación desde hace cincuenta años es donde empezó todo", por eso, ahora hay que volver a comenzar.

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