Málaga capital sale del nivel de sequía grave: los embalses que la abastecen suben 21 hectómetros cúbicos en un año

La Junta de Andalucía autoriza al Ayuntamiento a suavizar algunas medidas, aunque siguen vigentes otras como la dotación máxima por habitante y día de 200 litros

2024, el año de la sequía... y de las danas en Málaga

El embalse del Conde del Guadalhorce el pasado noviembre.
El embalse de Conde del Guadalhorce el pasado noviembre. / JAVIER ALBIÑANA

Poco a poco la provincia va dejando atrás la fase más cruda de la sequía. Su efecto más evidente se encuentra en la subida del nivel de los embalses del sistema Guadalhorce, encargado de abastecer a Málaga capital, hasta los 88 hectómetros cúbicos (21 más que hace un año), lo que ha llevado a la Junta de Andalucía a dictaminar que ha abandonado el nivel de escasez grave para pasar al severo, un peldaño más abajo. También mejora su registro la Costa del Sol, que pasa a moderada, mientras que La Axarquía sigue en sequía severa. El caso de la capital, sin embargo, destaca sobre los otros dos, puesto que el Ayuntamiento ha recibido autorización del propio Ejecutivo regional para aplicar una serie de excepciones a las medidas de ahorro.

Sea como sea, en términos generales no conviene lanzar las campanas al vuelo, puesto que las siete reservas de la provincia, con 168,35 hm3, se encuentran todavía a poco más del 27,5%. Y bajando. Porque las últimas lluvias, pobres e irregulares, apenas se han dejado notar en ellas. Sí que invita algo más a la tranquilidad su acumulado total al ser comparado con el de hace un año por estas mismas fechas, que era de 97 hm3.

En este tiempo, como se mencionaba, el pantano que más ha mejorado su estado ha sido el que da cobertura a la parte más occidental del territorio, La Concepción, que ha pasado de 13,14 a 38,01 hm3. Esto se traduce en una subida exacta de 24,87 que bien le vale a para situarse por encima del 66% de su capacidad. Le sigue La Viñuela, que partía de un estado realmente precario, (es el embalse más grande, con capacidad para 164,37 hm3, cifra de la que se encontraba, y aún se encuentra, muy alejado) sin embargo, las precipitaciones sí que le han hecho remontar un trecho, hasta prácticamente triplicar su nivel, pasando de 12,27 a 35,67 hm3, un incremento de 23,40 para escalar hasta el 21,70%.

Siguen ahora el resto de pantanos que abastecen a la capital, donde, no obstante, no sólo se usan sus recursos, sino también los de los pozos del Guadalhorce, que aportan un porcentaje elevado a la red. A cierta distancia con los dos embalses anteriores se encuentra el Conde del Guadalhorce, que ha ganado 15,79 hm3 tras experimentar un incremento de los 11,50 que tenía hace un año a los 27,29 que tiene en estos instantes. Se encuentra al 41%. El de Casasola, por su lado, ha sido objeto de una subida de 6,70 hm3 tras pasar de 6,07 a 12,77, al tiempo que su nivel está al 58,89%.

De las reservas del Limonero se hace uso circunstancialmente, no obstante, cabe destacar que han aumentado 2,13 hm3 hasta llegar a 6,79, una marca que lo sitúa al 30,39%. El embalse del Guadalhorce sí que desciende en esta comparativa, aunque de manera poco significativa, sólo 1,22 hm3, justo lo que va de 17,30 a 16,08. Su acumulado es de un 12,80%. Por último, el Guadalteba también ha visto cómo su nivel ha descendido algo (-0,43) hasta marcar el dato actual, que es 31,71 hm3.

Medidas suavizadas en Málaga capital tras la subida del sistema Guadalhorce a 88 hectómetros cúbicos

Concretamente, el Ayuntamiento de Málaga ya ha anunciado que se procederá a la progresiva puesta en servicio de las 329 fuentes para beber que hay distribuidas por la ciudad y que se permitirá el riego de supervivencia de zonas verdes públicas y privadas una vez por semana. También se autoriza la limpieza viaria con hidrolimpiadoras de bajo consumo, y el rellenado de piscinas públicas y privadas que dispongan de un sistema de recirculación, así como el primer llenado por nueva construcción u obras de rehabilitación.

Estas cuestiones quedan recogidas en un nuevo bando dictado por el alcalde, Francisco de la Torre, que complementa al vigente desde el 16 de noviembre de 2023 y que se mantendrá en función de la evolución de la situación hidrológica.

De hecho, la autorización autonómica está condicionada a que se siga cumpliendo la dotación máxima de 200 litros por habitante y día para uso urbano instaurada a principios de diciembre por la Comisión de Sequía. Una limitación que, según el Consistorio, se está cumpliendo en la capital, donde el gasto se sitúa en una media de 169 litros, en buena parte gracias a las medidas puestas en marcha por la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) para reducir el consumo.

Estas, es preciso recordar, son la regulación de la presión del agua que se inyecta en las redes de la ciudad, la reparación de conducciones para reducir las pérdidas, la extensión del recurso procedente del freático (no potable) para riego de zonas verdes y limpieza viaria, y el control de los grandes consumidores para detectar posibles fugas en canalizaciones interiores.

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