Málaga desbloqueará la venta de los terrenos para las torres de Repsol a Urbania
La adjudicación de la subasta se produjo en marzo del año pasado por más de 60 millones de euros
La enajenación estaba condicionada por aspectos relacionados con el procedimiento judicial interpuesto por Bosque Urbano
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Cerca de un año y medio ha tenido que pasar desde que el Ayuntamiento de Málaga adjudicase la venta de los terrenos de Repsol a Urbania y que esta empiece a desbloquearse. En marzo de 2023 la Gerencia de Urbanismo señaló la oferta de la promotora –la única que quedó en pie en el procedimiento– como la ganadora del concurso para enajenación de los terrenos, que quedó en barbecho en tanto que se resolvían dudas jurídicas de la empresa.
El próximo consejo de Urbanismo planteará aceptar la propuesta de Urbania, que asciende a 66,4 millones de euros. La misma se produce tras haber "satisfecho distintas aclaraciones solicitadas por los adjudicatarios", afirman desde el Ayuntamiento en un comunicado. En el mismo apuntan que las dudas están relacionadas directamente con el contencioso interpuesto por la Plataforma Bosque Urbano Málaga.
Según la nota, los promotores necesitaban conocer más sobre la transformación de las parcelas –las cinco que fueron objeto de venta– que quedó en suspenso con carácter temporal en tanto que exista un pronunciamentiendo judicial firme. Urbania, aseguran, antes de proceder a la adjudicación formal de los suelos requería conocer aspectos relativos a los gastos de urbanización o la participación de la actividad de ejecución del sector.
Esto último, afirman, se resolverá una vez se formalice el contrato de venta, momento en el que las empresas se incorporarán a la Junta de Compensación del sector, como cualquier otro propietario, con los derechos y obligaciones que conlleva. Además deberán abonar al Ayuntamiento los gastos por las obras de urbanización que ya ha hecho antes de firmar la enajenación.
Además, el Ayuntamiento les ha notificado que, al tratarse de unos suelos calificados como litigiosos, el montante que ingresen en las arcas municipales irán al llamado tipo 8. Esto quiere decir que no se gastarán ni se adjudicarán a ningún gasto en un primer momento, sino que se registrarán y se traspasarán cuando se conozca su destino definitivo. Los más de 60 millones de euros quedarán reservados hasta que no quede resuelto el procedimiento judicial, siguiendo un "criterio de prudencia".
Por último, por un lado, respecto a la devolución de los intereses que correspondan, en el caso de que el litigio se resuelva a favor del licitante, se acuerda su devolución; y por otro, en cuanto al depósito de los fondos en una cuenta específica, la Gerencia de Urbanismo les aclara que, estos se depositarán en la cuenta bancaria que determine la Tesorería de este organismo.
También les han comunicado que el proyecto de urbanización –el primer paso necesario para poder construir– ni el resto de trámites necesarios para pedir licencia no resultan afectados por el contencioso. El proyecto de urbanización se encuentra en trámite para su aprobación definitiva, aclara el consistorio.
Propuesta de Urbania
La ambiciosa propuesta –que supondrá la venta de terrenos más cuantiosa para el Ayuntamiento– viene de la mano de tres arquitectos de renombre: Toyo Ito, premio Pritzker –considerado el Nobel de la arquitectura–, Bjarke Ingels –estudio BIG– y César Frías –estudio Morph–. El proyecto, llamado Málaga Tree para hacer un juego de palabras con las tres torres y los árboles, pretende que los edificios se integren en conjunto con el futuro bosque urbano.
El anteproyecto, que ha sido liderado por destacados arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio internacional, plantea la extensión del futuro bosque urbano hacia las torres, mediante la integración de elementos vegetales en la edificación y el uso de estrategias comunes de diseño y de sostenibilidad. El equipo conformado por la compañía malagueña para su propuesta en Repsol reúne a un premio Pritzker, a los diseñadores de la futura base lunar de la NASA y el arquitecto español con mayor proyección del momento.
El estudio de arquitectura danés BIG, Bjarke Ingels Group, ha sido el responsable de la torre residencial de la parcela P2. Con 32 plantas de altura es el edificio más alto, se basa en un concepto de villas dispuestas en vertical. Para ello, el diseño amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación. En su experiencia previa, BIG cuenta con decenas de proyectos icónicos, entre los que destacan: la Torre 2 del World Trade Center de New York, que viene a completar el entorno de la conocida Zona Cero de los atentados. En la actualidad, BIG colabora además con la NASA para el proyecto Lunar Latern en la construcción de edificios modulares en la Luna.
El japonés Toyo Ito, galardonado con el premio Pritzker en 2013, y considerado uno de los arquitectos más influyentes del mundo, ha estado a cargo del proyecto de la parcela P6 (28 plantas) junto al estudio B720, despacho liderado por Fermín Vázquez, profesor de la escuela de Arquitectura del IE de Madrid y autor de reconocidas obras arquitectónicas expuestas en el MOMA de New York o el Centro Pompidou de París.
El tándem ha apostado por distinguir tres volúmenes cúbicos que se expanden de forma regular en altura, y son recorridos por grietas de vegetación con un ecosistema propio. El edificio, que representa los valores mediterráneos, ubica las viviendas de mayor tamaño en las plantas superiores y propone la que podría ser la mayor cubierta de placas solares fotovoltaicas, para producir energía eléctrica, en un edificio residencial del sur de Europa.
Las parcelas P3, P4 y P5 han sido desarrolladas por el despacho madrileño Morph, con el arquitecto César Frías a la cabeza. La torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva. La torre funciona como una estructura vegetal que se alimenta del sol mediante placas solares, almacena el agua de la lluvia y florece en función de las estaciones, lo que da lugar a un juego cromático.
La edificación comercial (Parcelas P4 y P5), que genera un zócalo de cuatro plantas, se ha bautizado con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.
Fichaje de un asesor procedente de Urbania
Cabe recordar que en marzo de este año el Ayuntamiento fichó como asesor a Víctor Troyano Zurita, que había estado empleado los últimos años en Urbania. Troyano, que tiene un sueldo asignado de 65.000 euros brutos anuales, es arquitecto por la Universidad de Sevilla y tiene un MBA por la escuela de negocios Esesa, además de formación especializada en evaluar, calificar y certificar la sostenibilidad de los edificios.
Su último puesto de trabajo antes de incorporarse a la estructura municipal fue como director de Diseño de Concepto en Urbania, donde tuvo un peso importante en la conceptualización de Distrito Z, el barrio que se desarrolla en la periferia de la ciudad. Dentro de Urbania, según su propio perfil, se encargaba entre otras labores de la gestión de los procesos de tramitación administrativa, de licitación, adjudicación, y contratación. En el Ayuntamiento defendieron que su fichaje se debía a su valía profesional y experiencia en el sector.
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