Málaga entierra la idea de optar a una nueva Expo
El objetivo del alcalde es reaprovechar el proyecto para hacer de Málaga un referente en materia de sostenibilidad
El Ayuntamiento de Málaga da el visto bueno a la renuncia de Jerónimo Blasco como director general para la Expo 2027
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha descartado definitivamente la idea de que la ciudad opte de nuevo a una Exposición Internacional, después de que el pasado año Serbia se impusiera por escaso margen a la capital de la Costa del Sol y fuera escogida sede de la celebración en 2027.
El objetivo del alcalde es reaprovechar el proyecto de la Expo 2027 para hacer de Málaga un referente en materia de sostenibilidad de las ciudades, que era precisamente el tema sobre el que versaba la candidatura andaluza.
Y todo ello por el camino "más rápido", sin necesidad de organizar una Exposición Internacional: "Estamos hablando de hacer una pos-Expo sin Expo. Es un poco más difícil, pero no imposible", asegura en una entrevista con EFE De la Torre, que a sus 81 años afronta su séptimo mandato consecutivo.
Por eso, al ser preguntado por si habrá una nueva candidatura a la Expo, el edil responde con un rotundo "no". "Lo importante", asegura, no es tanto celebrar esta cita, sino el legado que deja para la ciudad y sus habitantes.
"La Expo dura tres meses y lo otro es indefinido en el tiempo", afirma el político, que en lo que resta de legislatura se propone convertir la fallida candidatura de Málaga 2027 en "una oportunidad".
La derrota ante Serbia
Por solo once votos de diferencia, Belgrado, la capital serbia, se impuso a Málaga en la asamblea de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE) que se celebró el 21 de junio de 2023 en París para decidir la ciudad que organizaría la Expo 2027.
La capital malagueña era una de las favoritas en la liza por acoger esta Exposición Especializada, pero su sueño se truncó en el último momento: Belgrado y su propuesta "Juguemos para la humanidad: deporte y música para todos" obtuvo 81 votos en la ronda final, frente a los 70 de Málaga, que participaba con "La era urbana: hacia la ciudad sostenible".
Francisco de la Torre anunció poco después su intención de volver a presentar una candidatura para la Expo Internacional de 2032, aunque su idea, lejos del consenso que generó el proyecto inicial, suscitó el rechazo de los grupos de la oposición e incluso la Junta expresó sus dudas al respecto.
Ahora, transcurrido más de un año desde la derrota de París, es el propio De la Torre quien abiertamente da carpetazo a la posibilidad de presentar una nueva candidatura, de la que nadie, además, puede asegurar su éxito, al depender la decisión final de "factores no controlables": "Si somos capaces de hacer una pos-Expo sin Expo, ¿por qué esperar si podemos empezar ya?".
El futuro de los terrenos
La Expo 2027 debía construirse en unos terrenos situados en el distrito de Campanillas, entre la autovía del Guadalhorce y la antigua carretera de Cártama, en el oeste de Málaga, muy cerca de la Universidad, el Parque Tecnológico de Andalucía (Málaga TechPark), el aeropuerto y el Palacio de Ferias y Congresos.
Allí debía levantarse el gran espacio circular que iba a albergar los pabellones de la Expo, un solar que ahora el alcalde quiere destinar a viviendas, un parque empresarial y proyectos educativos y de investigación que den respuesta a los inmensos desafíos que las ciudades tienen en materia de residuos, movilidad o eficiencia energética.
"Si consiguiéramos que los edificios destinados a la Expo se reconvirtieran en un espacio para la educación, la innovación y el emprendimiento en materia de sostenibilidad de ciudades, haríamos el gran servicio que queríamos hacer con la Expo, pero con la pos-Expo", detalla De la Torre.
"Siempre dijimos que hacíamos la Expo con la finalidad de servir a la humanidad y con la pos-Expo eso es lo que queremos hacer", añade.
Negociaciones con el Gobierno
Para conseguir llevar a cabo este 'plan B', el Ayuntamiento necesita alcanzar un acuerdo con el Gobierno, que es el propietario de los terrenos de la frustrada Expo a través de Sepes, la Entidad Pública Empresarial de Suelo.
Lo que plantea el consistorio es una permuta de esos terrenos para que se puedan edificar cerca de 1.400 viviendas de protección oficial.
"Las negociaciones con Sepes van bien, aunque aún queda", comenta De la Torre, que confía en que en los próximos meses se pueda desbloquear este aspecto.
Entre tanto, la empresa municipal Promálaga ha encargado un estudio de movilidad para hacer una diagnosis de la situación actual y futura que generarían los nuevos usos de estos terrenos, con el objetivo de impulsar las infraestructuras necesarias que garanticen una adecuada funcionalidad de la zona.
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