Málaga entregará más de 500 viviendas de protección oficial en 2025

A estas se sumará al menos otro medio millar en 2026, duplicándose en 2027

"Tenemos que entregar unas 800 o 1.000 viviendas al año durante una década para compensar las que no se hicieron durante la crisis", asegura Pomares

El Ayuntamiento reconoce que mil malagueños necesitan "una vivienda urgente y no tanto debate"

Pisos de protección oficial en construcción en Universidad.
Pisos de protección oficial en construcción en Universidad. / Javier Albiñana

Después de años de sequía, cuando no de un mínimo goteo, a partir del año que viene empezará a verse color a la entrega de llaves de viviendas de protección oficial de la ciudad. En 2025 el Ayuntamiento entregará en Málaga capital más de medio millar de VPO –prinipalmente en Universidad–, cifra que pretende igualarse en 2026, para duplicarse durante 2027.

El concejal de Vivienda, Francisco Pomares, señala los ciclos de dos años desde que se mueven los últimos papeles y se empieza a construir hasta que se entregan las llaves a sus nuevos moradores. "En 2023 empezamos el ciclo, en 2025 empezaremos a ver las viviendas. Ahora tenemos que darle a la máquina y no parar como pasó durante la crisis, lo que estamos padeciendo son todos los años que no se han hecho viviendas", señala.

En este primer gran ciclo –este pasado año se han entregado pequeñas promociones que no llegaban al medio centenar de llaves cada una– las cuentas son claras, el año que viene finalizará la primera fase del sector Universidad, donde se levantan 476 viviendas. A esto hay que sumar las dos pequeñas promociones de Ingeniero José María Garnica, otras 35, y Haití, con 5 más. En total 516.

El siguiente horizonte es 2026, en la que se espera entregar las 530 viviendas –que contarán con piscina, aparcamientos y trasteros– que Lagoom Living empezó a construir a mitad de este mes de julio en la segunda fase de Universidad. Estas, en las que ya se pueden ver las grúas trabajar, son fruto de un largo camino que anduvo el Consistorio para adjudicar los suelos municipales en una concesión con canon cero –que se llevó la empresa sueca finalmente– y que esta pudiera explotar su alquiler durante 75 años, cuando pasarán a titularidad municipal.

Para la misma se canalizó, mediante un acuerdo con el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, un paquete de fondos Next Generation, por el que se ofreció un subvención de 50.000 euros por vivienda, a un máximo de 26,5 millones de euros. En el último Pleno del mes de julio, el Ayuntamiento solicitó pedir más fondos europeos para la construcción de vivienda, aupándose en el nuevo plan de Úrsula von der Leyen –que, al frente de la Comisión Europea, ha creado un nuevo plan para impulsar la construcción de hogares, consciente de que la carencia de estos es uno de los cuatro grandes problemas continentales–. "La vivienda es la infraestructura más importante ahora mismo", aseguró Pomares durante el debate.

En lo que a suelos municipales se refiere, el impulso espera ser del doble de las entregas de los dos próximos años ya para finales de 2027 –principios de 2028 en caso de que se produzcan demoras– cuando se estima estarán finalizadas las 1.168 viviendas que se proyectan en las 13 parcelas en el oeste de la ciudad que el Ayuntamiento ha sacado a concurso. Por los suelos no ha exigido una compensación económica a los promotores que opten a construir vivienda protegida allí, sino más de un centenar de pisos que irán al parque público directamente. En cualquier caso, todas ellas serán protegidas –de los distintos tipos: régimen especial, las más baratas; régimen general, y precio limitado, las más caras–.

"En una década hay que entregar unas 10.000 viviendas para compensar las que no se han hecho durante la crisis, hay que entregar en torno a 800 o 1.000 anuales y aprender del error de 2005: no podemos dejar de hacer vivienda protegida y vivir de la bolsa del pasado", afirma Pomares.

Además de estas grandes bolsas, el consistorio también tiene un pliego en tramitación por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo para construir al menos 210 viviendas en colaboración público privada en suelo que ahora mismo es para equipamientos. A estas se suma el proyecto para reconvertir 84 locales en vivienda para personas mayores en Soliva o 16 pisos para alquiler en licitación en calle Gómez Ocaña y 22 en Mendizábal, estas últimas esperando el informe de Cultura y 10 más en la zona de Rosaleda.

El alcalde, Francisco de la Torre, señala una zona en Teatinos donde se construirán más viviendas protegidas.
El alcalde, Francisco de la Torre, señala una zona en Teatinos donde se construirán más viviendas protegidas. / Javier Albiñana

A estas hay que sumar que el Gobierno ya ha entregado el proyecto de urbanización en la Gerencia para desarrollar los suelos de Buenavista, junto a la que iba ser la Expo. Ahí, una vez esté terminado el desarrollo, podrán construirse 1.362 viviendas protegidas, que el Ejecutivo central ya ha dicho que impulsará, si bien aún no se conoce la forma por la que se decidirá, si construirá el propio Gobierno o, como parece, se decantará por una colaboración público-privada.

En esta colaboración público-privada ha basado su estrategia la Junta de Andalucía, que es la administarción competencias en vivienda. Pero que, más allá de canalizar fondos europeos, en los últimos años no ha aportado pulmón presupuestario en la capital. Sacó del cajón el plan de las tecnocasas en el Centro, con la intención de ceder los suelos a privados que los explotasen como vivienda protegida. En este proceso, ahora mismo, hay dos proyectos adjudicados, ambos a Lagoom Living: 84 y 57 viviendas en Lagunillas y Gigantes. Ha anunciado la intención de otras pequeñas promociones que podrán sumar 160 viviendas en el Centro.

Violeta Aragón, gerente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, señala que la cifra es insuficiente por sí misma: "La cifra de las 1.000 VPO que están en construcción es simbólica, pero no se puede puede decir que con eso vayamos a solventar el problema de vivienda, hace falta VPO, pero también vivienda libre asequible para que no se quede un escalón sin cubrir entre esa VPO y la libre al precio actual".

Para ello, Aragón pide varias cosas: más agilidad a la hora de desarrollar suelos, "ahora tardan unos 15 años", y poner en carga aquellos en los que se prevén grandes bolsas de vivienda –Lagar de Oliveros o Soliva–; pero también medidas fiscales que incentiven una bajada del precio, "ahora mismo entre el 15 y el 20% del precio de una vivienda son impuestos, el Gobierno podría hacer más por reducir los precios".

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