Málaga no permitirá una vivienda turística más en 43 barrios en los que suponen más del 8% sobre las residenciales

El Ayuntamiento de Málaga no permitirá una sola vivienda turística más en 43 barrios de la ciudad, donde estas superan el 8% sobre el total de pisos. La mayoría de estos se concentran en los distritos Centro, Este y Carretera de Cádiz, aunque no han especificado en qué porcentaje se supera en cada uno de ellos. Para ello se basa en un estudio, que relaciona la mayor presión turística residencial con las zonas de la ciudad que pierden más habitantes y donde más sube el alquiler. En estos momento sobrepasan en toda la ciudad las 12.000 unidades.

La medida se impondrá mediante una modificación del planeamiento, que pretenden llevar al Pleno de este mes, por lo que podría estar aprobada inicialmente, y por tanto entrar en vigor, en noviembre, con su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). En ese momento, y durante un año prorrogable cuatro más, se deberá aplicar la norma en tanto que se aprueba definitivamente, ha explicado Carmen Casero, concejala de Urbanismo. Será la Junta de Andalucía la que deba rechazar estas peticiones de nuevos ingresos y la que determine cómo hacerlo.

En el resto de los barrios, hasta los 417 de la ciudad, se deberá seguir aplicando la necesidad de una entrada y servicios independientes y se comprobará con más o menos frecuencia –al menos dos veces al año– si se ha sobrepasado este porcentaje en función de si el barrio tiene más de un 4,53% de presión turística, que es la media actual de la ciudad, ha indicado la concejala.

El parque total estudiado por la consultora Espacio Común –la misma que elaboró el Plan de Vivienda 2023-2027– es de 417 barrios y ha determinado, además, de tres zonas distintas en función de la presión turística a la que estén expuestos, otros factores como la rentabilidad de estas sobre el alquiler convencional.

Concluyen que el alquiler vacacional tiene una rentabilidad "sensiblemente superior" al convencional y la concejala ha detallado que tienen un aprovechamiento del 76% y una rentabilidad de 138 euros por persona y día, según ha comunicado Casero. Así, la rentabilidad media por ocupante en la ciudad es de 3.146 euros al mes. Una cifra evidentemente superior a lo que se obtiene por un alquiler convencional.

Además, reconoce que las viviendas turísticas suponen un 75% de las plazas de alojamiento ofertadas y se concentran en cuatro distritos de la ciudad, siendo los barrios del Centro los que acumulan un 65% de las mismas. Además, en los barrios más tensionados el número de viviendas turísticas es mayor que antes de la pandemia y la reducción de viviendas vacías hace que las turísticas se implanten en el parque convencional.

Los 43 barrios en los que no se permitirá una vivienda turística más son: Centro Histórico, El Ejido, La Merced, Lagunillas, Capuchinos, El Molinillo, Ensanche Centro, La Goleta, San Felipe Neri, La Trinidad, Conde de Ureña, Cristo de la Epidemia, La Victoria, Ventaja Alta, Campos Elíseos, Cañada de los Ingleses, La Malagueta, Perchel Norte, Plaza de Toros Vieja, El Candado, El Chanquete, Playas del Palo, Camino del Colmenar, Peinado Grande, Santa Paula-Miramar, Baños del Carmen, La Viña, Las Acacias, Pedregalejo Playa, Torre de San Telmo, Pinares de San Antón, Martiricos, Málaga 2000, Torre del Río, Torres de la Serna, Pacífico, Santa Isabel, Tabacalera, Guadalmar, La Cizaña y Diseminado DM Puerto de la Torre.

Casero no ha precisado cuánto sobrepasan estos barrios de este 8%, sólo ha indicado que algunas lo exceden sobradamente y otras están más cerca de este porcentaje. En el centro histórico las viviendas turísticas superan a los vecinos y en barrios como la Merced, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), siete de cada diez viviendas están dedicadas al alquiler turístico.

Antes de esta medida, en junio, se puso en vigor una instrucción por la que todas las nuevas altas de pisos turísticos deberían contar con una entrada y servcios independientes desde el 22 de febrero, fecha en la que entró en vigor el decreto de la Junta que regula esta figura. Ateniéndose a la instrucción, el Ayuntamiento ha solicitado ya la baja de 1.560 viviendas de uso turístico en la ciudad, que la administración autonómica debe estar tramitando. En estos momentos hay más de 12.500 inscripciones en el registro oficial. Sobre estas –a excepción de las que ya se ha pedido la baja– no aplica la prohibición que ahora se impone, por lo que no servirá para que decrezcan en número en la ciudad.

En caso de que todas las rogativas del Ayuntamiento acabsen fuera del registro, serían más de 2.000 las viviendas que no podrían ejercer como vacacional a pesar de haber estado en algún momento inscritas.