Málaga detecta el paso anual por la ciudad de unas 1.500 personas sin hogar
Desde el comedor de Santo Domingo señalan el alto precio de la vivienda o la situación de drogodependencia como principales causas del sinhogarismo
Los promotores, contundentes: "El precio de la vivienda es insostenible"
Tiendas de campaña, mantas y colchones gastados se amontonan en los puentes, portales y pocos resguardados que ofrece la arquitectura de la ciudad. Esta es la situación a la que se deben enfrentar día a día aquellos que carecen de hogar ahora que se acerca el otoño y, con él, la bajada de las temperaturas. El Ayuntamiento de Málaga contabiliza que pasan hasta 1.500 personas sintecho por la ciudad a lo largo del año, de las que 150 son fijas.
Desde el Ayuntamiento de Málaga insisten en que por su parte, y en colaboración con la Agrupación de Desarrollo para la Atención al Colectivo de Personas Sin Hogar, hacen todo lo que está en su mano para aliviar esta situación. Según fuentes municipales, esta asociación ofrece 344 plazas en albergues para dormir, sin embargo, manifiestan, mucha de la gente que está en la calle no las quiere.
El Consistorio apunta a unas 150 personas que no tienen hogar, aunque, reconocen, sus identidades varían a lo largo del año y la climatología. “La llegada de inmigrantes en busca del buen clima y la solidaridad de la gente del sur hace que vengan muchos extranjeros buscando algo mejor, pero la realidad es que esto solo aumenta los porcentajes de marginalidad en muchas ocasiones”, afirma Damián Lampérez, director del Comedor Santo Domingo y miembro de la agrupación.
La gestión de la problemática de los sintecho es una de las preocupaciones a las que las grandes urbes todavía no han logrado dar una solución completa. Málaga, tras su gran expansión como una de las ciudades más importantes de España, también se enfrenta a una alta tasa de indigencia que no mengua con los años. Uno de los grandes focos del problema es el encarecimiento de la vivienda.
Aunque desde el Ayuntamiento no creen que el precio de la vivienda sea un factor diferencial que incremente esta situación tanto como lo son el desarraigo familiar o los hábitos de vida, desde asociaciones vecinales el mensaje es contrario.
“Los pisos turísticos están echando a nuestros vecinos de sus barrios y los están empujando a correr el riesgo de quedarse sin techo”, denuncia Curro López, presidente de la asociación de vecinos de Lagunillas y director del economato social de la barriada.
El líder de este emblemático distrito es un abanderado de la lucha social de sus vecinos y un ferviente defensor de los derechos de vivienda de los malagueños. “He visto continuamente desahucios de personas mayores que tienen pensiones de 400 y 600 euros que los han llevado casi a situaciones de indigencia. Es indignante”.
Damián Lampérez manifiesta que la situación ha ido agravándose paulatinamente en los últimos años, aunque no de forma alarmante. “El último censo que hicimos en enero de este año recogió que había más de 200 personas en Málaga en situación de calle, y eso sin contar con los que están en albergues o centros de noche”, declara el dirigente.
El 80% de las personas que pasan por el Comedor Santo Domingo son indigentes, señala. Aunque el problema de la vivienda es un factor que ha agravado este problema, comenta Damián, los contextos de drogodependencia son los que más empujan a las situaciones de marginalidad y calle. “Entre el 60 y 70% de personas sin hogar son personas consumidoras o lo han sido”, subraya.
Por su lado, Curro López sí cree fielmente que ambas situaciones combinadas hacen un cóctel fatal. “Aunque siempre ha habido drogodependientes en las calles, al menos antes se podían permitir compartir una habitación entre muchos o un piso barato en un barrio humilde. Ahora es inviable, cualquier piso en La Palmilla te cuesta 900 euros”, manifiesta.
Desde las plataformas ciudadanas y las instituciones en las que participan Cáritas, Cruz Roja, el Ayuntamiento de Málaga o el Centro de Acogida San Juan de Dios entre otros, se intenta dar un servicio a las personas en calle “rompiéndonos la cabeza todo lo que podemos para mejorar su situación”.
El economato social de Lagunillas reparte de forma gratuita tres toneladas de fruta a la semana y hace repartos diarios de comida. Además, cuentan con una casa de acogida con la que “no damos abasto”.
Desde el Patronato de Santo Domingo intentan ayudar a las personas con ingresos mínimos a encontrar un hogar aunque, reconoce Damian Lampérez, “es muy complicado teniendo en cuenta el precio medio de un alquiler en la ciudad”.
El precio medio por metro cuadrado del alquiler en Málaga, según el último informe de septiembre de Idealista, es de 14,9 euros, un 10,1% más caro que el pasado año. Este mal endémico que la ciudad sufre ha aumentado las situaciones de exclusión por el difícil acceso que muchas personas tienen a un hogar.
Por su parte, el Ayuntamiento de Málaga, además de las plazas para dormir, ofrece servicios de higiene y lavandería en San Juan de Dios y varios comedores gratuitos en instituciones de la agrupación.
También cuentan con su Unidad de Calle, que trabaja todos los días de la semana tanto para detección de nuevos casos como seguimiento de aquellas personas que no quieren acceder a los recursos. En paralelo, también está la Unidad de Emergencia Social, que se centra en situaciones sociales de urgencia en coordinación con Servicios Sociales Comunitarios.
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