Málaga tardará un mes más en prohibir los pisos turísticos en los 43 barrios saturados porque el alcalde no votó
El Ayuntamiento aprobó la modificación necesaria en el pasado Pleno, pero con 15 síes, cuando necesitan 16
Lo atribuyen a un "error en el sistema de votación", por lo que deberá repetirse la ratificación este mes
Una vivienda turística genera hasta 45.000 euros al año en Málaga, cinco veces más que el alquiler residencial
Finalmente no ha sido este mes de diciembre la entrada en vigor la prohibición de nuevas viviendas turísticas en 43 barrios que ya están saturados en Málaga capital. Tendrá que esperar un mes más. Pese a que el pasado Pleno del mes de noviembre así se votó, lo informó la prensa e, incluso, desde el Ayuntamiento se mandó un comunicado.
Nadie cayó en la cuenta de que la ratificación en el Pleno obtuvo 15 votos positivos para una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que exige la mayoría absoluta, es decir, 16. Parecía difícil este mandato no llegar a la mayoría absoluta, a cuenta de los 17 concejales que tiene el PP, pero se da la situación de que la edil de Movilidad, Trinidad Hernández, estaba en la mesa de técnica por la movilidad con el Gobierno de España y otras administraciones. Quedan 16. Y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no votó. Al menos eso quedó recogido en acta.
Desde el Ayuntamiento de Málaga, preguntados por la cuestión, lo atribuyen a un error en el sistema de votación, "que no registró el voto del alcalde". De esta manera, la Secretaría del Pleno "lo dio por aprobado, tal y como manifestó verbalmente en el transcurso del mismo", si bien se requería mayoría absoluta y no mayoría simple.
"Si no se hubiera producido el error técnico o se hubiera advertido del mismo durante el Pleno, habría quedado aprobado puesto que se contaba con la mayoría necesaria para ello", añaden. Es por esto que no se repitió durante la sesión la votación como ocurre en otras ocasiones y deberá volver a producirse en el Pleno de diciembre una vez se ha detectado el error por parte de Secretaría, con posterioridad. Esto hace que no entre en vigor, al menos, hasta el mes de enero, uno más tarde de lo que se esperaba.
Mariano Ruiz Araujo, concejal del PSOE, asegura que es "lamentable" y que supone "una más en la lista de errores del PP en el Ayuntamiento". Así, aunque entienden que esta prohibición "se queda corta y habría que ir más allá", tal y como pidieron en ese mismo Pleno, es "una vergüenza" que se haya retrasado un mes más, "aunque sólo sea un parche".
Cabe recordar que esta medida implica que no habrá un nuevo piso turístico en 43 barrios de Málaga capital señalados como saturados por el Ayuntamiento. En estos momentos, hay más de 12.000 pisos dedicados al vacacional en la ciudad en tanto la Junta de Andalucía tramita la baja de más de 1.500 viviendas de uso turísticos en la ciudad a petición del Ayuntamiento. Será la propia Junta la que deba rechazar estas peticiones de nuevos ingresos y la que determine cómo hacerlo una vez se aprueba de manera inicial. Esta aprobación estará en vigor tres años, según la propuesta que ha obtenido luz verde por la Comsión de Urbanismo, en tanto se aprueba definitivamente. Pero sólo lo hará cuando tenga el visto bueno definitivo del Pleno y se recoja en el Boletín Oficial de la Provincia (BOPA).
Los barrios declarados como saturados son aquellos en los que el vacacional supone más de un 8% del total del parque residencial. Esta cifra se determinó en un estudio encargado por la Casona del Parque, en el que se determina que a partir de este porcentaje el precio de los alquileres sube significativamente en los barrios, suponiendo, reconocen en el estudio, que se obligue a sus residentes a abandonarlos de forma "clara, inequívoca y objetiva".
Si la retroactividad fuese una posibilidad jurídica, en Málaga capital deberían eliminarse 3.461 viviendas de uso turístico (VUT) en 43 barrios que ya están saturados. En este sentido, el barrio que sale peor parado entre los saturados es el Centro Histórico. En la almendra que delimita el barrio hay, según el estudio, 4.600 casas en total por lo que el máximo que podría acoger son 368 para acoger a visitantes de corta estancia. En su lugar hay 1.693 o, lo que es lo mismo, 1.325 más de las que sería sostenible.
En el estudio también se concluye que el aumento de viviendas turísticas retira la oferta del parque de alquiler a largo plazo y de vivienda vacía, y certifica que su rentabilidad es muy superior al largo plazo –hasta 44.900 euros genera de media en la zona de El Puerto, cinco veces que si estuvieran dedicada al residencial–.
Los 43 barrios en los que no se permitirá una vivienda turística más son: Centro Histórico, El Ejido, La Merced, Lagunillas, Capuchinos, El Molinillo, Ensanche Centro, La Goleta, San Felipe Neri, La Trinidad, Conde de Ureña, Cristo de la Epidemia, La Victoria, Ventaja Alta, Campos Elíseos, Cañada de los Ingleses, La Malagueta, Perchel Norte, Plaza de Toros Vieja, El Candado, El Chanquete, Playas del Palo, Camino del Colmenar, Peinado Grande, Santa Paula-Miramar, Baños del Carmen, La Viña, Las Acacias, Pedregalejo Playa, Torre de San Telmo, Pinares de San Antón, Martiricos, Málaga 2000, Torre del Río, Torres de la Serna, Pacífico, Santa Isabel, Tabacalera, Guadalmar, La Cizaña y Diseminado DM Puerto de la Torre.
En la modificación también se recoge un segundo grupo de barrios, con 32, que se encuentran cerca de este límite del 8%. En estos 32 barrios el Ayuntamiento estará "vigilante" para que no sobrepasen este porcentaje. Sin embargo, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, abrió la mano recientemente a que se prohíban todos los nuevos pisos turísticos en la ciudad, antes siquiera de aprobar esta modificación. Así, aseguró haber pedido a la Gerencia de Urbanismo que estudiase el marco por el que podría dar un paso más a la hora de limitar esta figura.
No es posible limitar todas las viviendas turísticas
En la respuesta a esas alegaciones dentro del propio documento que este lunes se ha aprobado inicialmente también se puede dar por contestada la voluntad del alcalde a prohibir todos los pisos turísticos. No es posible, afirman, en tanto que las medidas adoptadas deben ser "justificadas, proporcionadas y basadas en el principio de necesidad, es decir que no existan alternativas menos restrictivas para alcanzar los objetivos buscados". Y añade que "resulta difícil de justificar desde el punto de vista del principio de proporcionalidad aplicar las mismas restricciones y prohibiciones para todo el municipio".
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