Llega la hora de Málaga: no hay que irse a trabajar fuera para triunfar
Economía
La masiva llegada a Málaga de multinacionales y empresas medias y el crecimiento de las firmas locales está permitiendo que el talento pueda quedarse en la ciudad sin necesidad de emigrar
Así es el centro mundial de innovación que Vodafone ha abierto en Málaga
Málaga/En los años 60 miles de malagueños se fueron a Madrid o Barcelona para tener futuro. Encontraron empleos duros, muchas horas de trabajo y poco sueldo, pero muchos de ellos echaron raíces y se quedaron allí. A Málaga venía la gente a hacer turismo y comer espetos, pero para triunfar profesionalmente había que buscarse la vida en las grandes urbes españolas y extranjeras. Málaga era la periferia, el sur del sur de Europa. Y así ha sido hasta ahora.
Sin embargo, Málaga está viviendo una revolución en el último lustro que está permitiendo que cambien las tornas. Grandes multinacionales como Oracle, Ericsson o Accenture fueron las primeras, hace ya unos años, en confiar en este destino gracias al empuje del parque tecnológico. Y luego el boca a boca entre directivos ha hecho el resto. Málaga ha pasado de ser una ciudad que no contaba en las quinielas a aparecer en mayúsculas en las agendas de los directivos de muchas empresas para abrir una oficina, un centro de investigación, etcétera y eso está permitiendo un doble efecto.
Por un lado, la capital está atrayendo talento de todos los lugares del mundo y basta con ver el creciente número de extranjeros que viven en la ciudad. Málaga ha ganado 400.000 habitantes en apenas 20 años, un 31%, y es la provincia española con mayor saldo migratorio interprovincial. Y, por otro, el más importante, los malagueños pueden quedarse a trabajar en la provincia al mismo nivel que lo harían en Londres, París, Madrid o Nueva York. Sin complejos y sin perder oportunidades. El buen trabajo realizado durante años por las Administraciones, las excelentes comunicaciones por tierra, mar y aire, la organización de numerosos congresos y eventos que proyectan la imagen de Málaga, la calidad de vida de este destino y la apuesta por el teletrabajo que ha generado la pandemia están permitiendo recoger estos frutos.
“Para poder ascender yo me tuve que ir a Barcelona, pero ahora el salto que ha dado Málaga es enorme. Ojalá hubiéramos tenido esa oportunidad”, explica Ezequiel Navarro, CEO de Premo. Esta compañía tiene sede en Málaga y Navarro visita frecuentemente esta provincia. De hecho, está tan implicado con Málaga -a la que defiende a capa y espada- que es presidente del nuevo Instituto Ricardo Valle (Innova IRV).
Navarro explica que “mucha gente está trayendo ahora sus compañías a Málaga y estamos viendo a directivos que se pasan el día aquí”. También detalla que, gracias al teletrabajo, “hay gente joven de clase media que se ha ido a vivir al Valle del Guadalhorce o la Axarquía y que trabajan desde sus casas para sus empresas”. Navarro destaca que en Málaga se están abriendo “muchas oportunidades laborales y una oferta de formación espectacular como, por ejemplo, la que da 42 de Telefónica que enseña a programar gratis y tiene a las empresas haciendo cola para contratarlos”. “En estos momentos el que quiere en Málaga puede y eso es muy importante”, recalca. Navarro hace además hincapié en que este tirón no se da solo en empresas tecnológicas, sino que “en Málaga hay empresas de toda la vida potentes en el campo de la agricultura o el turismo”.
Google compró Virus Total hace una década y el año que viene abrirá en Málaga un gran centro internacional; Vodafone ha elegido Málaga para instalar su sede mundial de innovación; Globant inauguró el año pasado un centro especializado en inteligencia artificial; el gigante bancario Citi abrirá un centro de inversión para banqueros junior... Y el listado de empresas que han llegado a Málaga en los últimos cinco años es extenso. “Málaga está viviendo un momento de gracia, pero apalancado en muchos años de trabajo y de haber hecho las cosas bien. Hay un ecosistema conectado con la universidad, que está en el centro del desarrollo de la ciudad. Málaga fue la primera ciudad en la que decidimos montar un centro de talento especializado en data y en inteligencia artificial y ha sido una decisión super acertada”, afirma Luis Ureta, director de Globant en España, en una entrevista concedida la semana pasada a este diario, en la que explicaba que “se ha creado un grupo de trabajo con una cultura totalmente diversa, que es lo que buscamos en Globant, con gente de Málaga, de otras provincias andaluzas, de otros países... Permitimos a nuestro talento trabajar con cualquier cliente nuestro de todo el mundo, por lo que pueden elegir trabajar para Disney, para Google o para una compañía inglesa o española desde Málaga”.
Jesús Amores es el director del centro de innovación mundial que ha abierto Vodafone en Málaga, que ya cuenta con 130 trabajadores y que prevé llegar a los 600 en marzo. Y va en la misma línea. Explica que Vodafone decidió concentrar toda su inversión en innovación en un mismo lugar en vez de tener varios centros dispersos y el lugar elegido para hacerlo fue Málaga. “Estar en Málaga ahora es como trabajar en Londres, Madrid o Barcelona pero sin irte”, asegura Lucía Núñez, una de las diseñadoras que está trabajando en el Vodafone Innovation Hub. Núñez es malagueña, tiene 30 años, ha trabajado en Madrid o Mozambique y estaba pensando irse de nuevo fuera de Málaga cuando le ha salido esta oportunidad.
Hay empresas que están creciendo a ritmos realmente vertiginosos. Es el caso de la consultora multinacional EY (Ernst & Young). Abrió una oficina en Málaga Tech Park con 100 trabajadores en 2019 para atender la demanda nacional. Sin embargo, visto el éxito, han pasado a ser el centro de innovación para toda Europa. En apenas tres años han multiplicado por cinco su plantilla hasta los 500 trabajadores y quieren duplicarla hasta los 1.000 en 2023. “Hemos apostado por Málaga porque es una ciudad con un atractivo tremendo, está creciendo muchísimo y a mucha gente le apetece venir a trabajar aquí, tener una experiencia de cuatro o cinco años en nuestro centro y vivir su aventura malagueña. Es un mensaje muy potente y ahora lo que hay que conseguir es que tengan donde vivir”, señala Antonio Jesús García, socio de EY en Málaga.
Es indudable y evidente que las grandes multinacionales han puesto el foco en Málaga. Pero si solo se dependiera de ellas siempre se estaría al filo del precipicio, es decir, con la amenaza de que, en cualquier momento, decidan cambiar de aires y trasladarse a otro lugar. Por eso es importante que haya grandes, medianas y pequeñas empresas locales que tejan una red segura para la economía y el mercado laboral malagueño. Y las hay. Ha sido espectacular el nacimiento y desarrollo de firmas como Freepik, Besoccer, Virus Total, Uptodown, Airzone, AT4 Wireless o Ingenia en el mundo tecnológico. Algunas han sido vendidas a multinacionales y otras siguen con accionariado local, pero todas mantienen la sede en Málaga.
Por otra parte hay gigantes en el sector agroalimentario como Dcoop, Famadesa, Faccsa o Trops y en otros segmentos. Y mucha cantera. Hay numerosos emprendedores en el Polo Nacional de Contenidos Digitales -ligados especialmente al sector de videojuegos-, en incubadoras como La Farola y en varios centros de aceleración. No todos esos proyectos acabarán siendo un éxito, pero muchos de ellos van bien encaminados. Y generan mucha ilusión en una provincia que, por fin, se quitado de encima los complejos y le ha llegado la hora de triunfar.
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