La malagueña que revoluciona con 21 años la manera de manipular microchips

Una hormiga es cinco millones de veces más grande que un nanómetro, que es la dimensión a la que se puede mover este revolucionario proyecto. Se trata de un brazo mecánico que ejecuta el movimiento en una escala dimensional "muchísimo" más baja de lo convencional. De hecho, con más precisión que la de un cirujano: "Podemos hacer una cirugía neuronal a la centésima de milímetro", asegura Alba Correal.

La malagueña –"adoptiva" porque nació en Ciudad Real– lidera esta iniciativa con tan sólo 21 años y la de la medicina no es más que una aplicación más de esta empresa dedicada a realizar "plataformas de posicionamiento nanométrico" y que ha nacido en el seno de la Universidad de Málaga.

Tanto, que es fruto del TFG de Correal, que ya en segundo de Ingeniería Electrónica, Robótica y Mecatrónica se interesó por este tipo de mecanismos. La startup, que será inquilina del El Rayo Verde en septiembre, pretende también revolucionar la esfera de la microelectrónica: "Necesitan dispositivos para mover las piezas", evidencia.

Movimiento en tiempo real

Y su iniciativa, asegura, es más barata, pequeña y precisa que la ya de por sí escasa competencia. "Otra de las innovaciones es que el movimiento es a tiempo real", cuenta Correal. Eso quiere decir que el ingeniero no programa la acción y esta se ejecuta pasado un tiempo, sino que se lleva a cabo conforme se ordena. "Hay cosas en el espacio que pasan en el ahora y tienes que tener la capacidad de seguirlas con precisión", ejemplifica.

En este último caso –la aplicación en la astronomía–, el tamaño importa. "No es lo mismo tener una habitación entera llena de máquinas para ejecutar un movimiento de dos milímetros que tener esta justo enganchada al telescopio y hacer lo mismo", visualiza Correal.

La líder del proyecto, cuya "obsesión" por las plataforma de posicionamiento STEWART –nombre que reciben este tipo de mecanismos– comenzó en conversaciones interminables con sus proferores, inaugurará la andadura empresarial junto a dos socios fundadores: Mathias Leandro, con doble grado en ADE y Economía en la UMA y Daniel Cobos, graduado en Ingeniería de Organización Industrial.

Control a distancia y personalización

Precision Oriented Design, el nombre que de momento recibe el proyecto también es inalámbrico: un ingeniero puede controlar su movimiento a través de un ordenador que no esté en la misma sala. "Cuando trabajas en nanotecnología, microelectrónica o medicina, cualquier interacción magnética, pelo e incluso la grasa de nuestros propios dedos puede contaminar", argumenta en conversación con Málaga Hoy esta joven malagueña que tambén lidera una asociación estudiantil para la divulgación y el emprendimiento en la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA.

Su sueño es abrir sede en Málaga TechPark. "Cuando estemos instalados en el Parque Tecnológico podremos respirar un poquito", bromea Correal. De momento, trabajan en comercializar las primeras máquinas en un modelo de negocio de baja producción, pero muy personalizada. "Hacer un producto muy ad hoc y no una producción a gran escala, al menos en la primera etapa del negocio, nos va a permitir poner un precio alto, pero todavía más bajo que la competencia", analiza la recién titulada en Robótica.

Precisión con el bisturí

"No se trata de hacer una plataforma absolutamente diferente para cada cliente, pero sí adaptar la misma metodología y el diseño a la precisión y a la velocidad que nos solicita". En el caso de la microelectrónica, esta iniciativa malagueña, entre otras funciones, puede ejecutar los cortes de las placas "con precisión nanométrica" si se le instala un laser.

Y, aunque no es su principal negocio objetivo, igual sucedería con los cortes de un bisturí: "Cualquier error de centésima de milímetro en una operación neuronal puede causar problemas graves e irreversibles y con este tipo de plataformas no vas a tener ese problema porque se van a mover justo a donde se les pida", concluye.

Premio Spin-Off de la Universidad de Málaga

El proyecto Precision Oriented Design ha recibido recientemente el Premio Spin-Off de la Universidad de Málaga, dotado con 3.500 euros y que concursaba en la categoría estudiantes y personas egresadas en competencia con otros 31 proyectos. "Yo no sería empresaria a día de hoy si no hubiese dado con la Universidad de Málaga, es de las mejores de Europa en formación de emprendimiento", agradece Correal.

El concurso de la UMA, cuyo objetivo es premiar a las empresas creadas en el entorno de la institución académica, ha cumplido en este julio su vigésimo octava edición y, por vez primera, han sido mayoría las mujeres galardonadas. En total, diez empresas han sido distinguidas con diferentes dotaciones en metálico.