Cada malagueño necesita 18,2 años de su sueldo para pagar una vivienda

Cada malagueño tiene que destinar su sueldo íntegro durante 18,2 años para poder pagar una hipoteca. Es la estimación que el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (Omau) de Málaga ha hecho en base al precio medio que la vivienda tenía en la capital el año pasado y que se situaba en los 230.800 euros frente a los apenas 12.700 euros de renta neta de la que dispone una familia al año. Aún así, una hipoteca hoy en día es casi 94.000 euros, es decir, un 29%, más barata que hace seis años cuando se alcanzó el máximo histórico al necesitarse los ingresos familiares de 27,2 años para poder hacerle frente.

Las diferencias son radicalmente drásticas en apenas un lustro. El dato, incluido como indicador de sostenibilidad en la Agenda Local 21 del municipio, refleja un cambio de tendencia desde que en 2006 el precio medio de la vivienda se situó en la cresta de la ola inmobiliaria. Unos 324.780 euros costaba de media comprar una casa en Málaga entonces cuando el número de años de sueldo que una persona debía invertir para poder pagarla también alcanzó el récord.

Eso terminó por asfixiar a numerosas familias porque paradójicamente la renta familiar neta disponible anual era en 2006 incluso más baja que hoy en día y apenas llegaba a los 11.856 euros anuales. Sin embargo, la renta disponible llegó a su cota más alta en 2008, justo cuando el precio de la vivienda ya llevaba dos años de bajada, al alcanzar los 13.009 euros y a partir de ahí la tendencia también fue descendente hasta llegar a la cifra de 12.700 euros del año pasado.

Las cifras son aún más disparatadas si se compara con los datos de 1995. En ese año el precio de una vivienda en Málaga no pasaba de los 69.142 euros y quien se decidía a comprar una debía destinar apenas 10,9 años de la renta familiar que entonces era de 6.323 euros.

En menos de una década, coincidiendo con el inicio del boom inmobiliario, comprar una casa pasó a costar cuatro veces más y en 2004 ya estaba en los 247.184 euros de media mientras que la renta familiar solamente había subido unos 4.600 euros de media.

Pero el mayor salto se produjo entre el año 2000 y 2004. En menos de un lustro, una persona pasó de necesitar 11,2 años de su sueldo para pagar una vivienda a más del doble porque el precio medio subió radicalmente de los 106.123 a principios de la década a 247.184 euros sólo cuatro años después cuando el boom inmobiliario empezaba su auge.

Son varias las razones que explican la reducción de la carga hipotecaria de los malagueños hoy en día y a nadie se les escapa que se debe no sólo al descenso del precio de las viviendas, sino también al freno de la concesión de créditos y a la paralización del sector inmobiliario. El subdirector del Instituto de Práctica Empresarial de Málaga, José Antonio Pérez, calificó como "positivo" que haya descendido el número de años que hay que dedicar de trabajo al pago de una vivienda y que poco a poco se vaya acercando a niveles anteriores al 2004. No obstante, aclaró que para poder hacer frente también "hay que contar con el resto de pagos necesarios para vivir". La clave de la accesibilidad financiera a la vivienda está, aclaró el experto, en el porcentaje de cuota hipotecaria sobre el salario neto al mes y "actualmente es uno de los más bajos de los últimos 20 años". y sólo cuando el importe destinado al mes para el pago de una casa ronda del 25 al 33% del salario mensual "hay una cierta sostenibilidad económica, financiera y social", dijo.

El problema, señaló Pérez, es que "no hay hipotecas disponibles para todos los que desean obtener un inmueble que no es propiedad de la banca, con lo cual el mercado se estrangula".

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