"Soy funcionario y más de la mitad de sueldo va al alquiler, en Málaga o heredas o te ayudan tus padres para comprar una casa"

Las voces de la manifestación del 9N

Las voces de los malagueños coinciden en la manifestación: "La gente no puede acceder a una casa, y más con un turismo que se ha ido de madre"

Las fotos de la manifestación

Las fotos de la multitudinaria manifestación por la vivienda en Málaga este 9N
Las fotos de la multitudinaria manifestación por la vivienda en Málaga este 9N / Carlos Guerrero

Málaga volvió a movilizarse por la vivienda, una de las mayores preocupaciones del residente. "La ciudad está perdiendo su identidad", dice Antonio Gallego, uno de los centenares de jubilados que elevaron la media de edad. 77 años y testigo del apogeo de la ciudad, hasta examinar cómo "se ha invadido el hábitat del malagueño". "Tenemos un problema de vivienda muy grande y necesitamos que se construyan viviendas y que la gente las pueda pagar. No somos ricos. Están ocupadas por un poder adquisitivo alto, además del turismo, el cual estoy a favor en los hoteles por supuesto. El problema son las casas, ahí se ha ido de madre. Me da pena que la esencia de la ciudad se esté perdiendo. Málaga es una ciudad que tiene un sabor propio que se está alterando. Estoy a favor del turismo, pero no a este punto. Como solo están las casas que pueden pagar los ricos, no hay para el pueblo. La gente no puede pagar los alquileres ni el precio de las casas", lamenta y mira con nostalgia. De abuelos a nietos y empatizando con ellos.

Como Manuel, uno de tantos jóvenes que vislumbra un futuro muy oscuro. "No solo yo, también mi círculo cercano, ya sea aquí o en otras ciudades, estamos teniendo un problema dificilísimo para acceder a una vivienda. Ya no es que no haya viviendas que podamos permitirnos, sino la que podemos permitirnos tampoco podemos porque se alquila al turismo. Se está cargando la ciudad. Tardamos más en ir al trabajo, a la universidad; y Francisco de la Torre justo dijo que el problema no era la vivienda sino el transporte, que tampoco hay. Se vende mucho humo. Toda esta gente está plasmando la mala gestión que hay actualmente en la ciudad. Ya no hablo del descuido en los barrios periféricos, con un dinero que parece solo se centra en el turismo. Toda esta gente está aquí diciendo lo que piensa y se está viviendo. Vivo solo, con un trabajo de formación, y pago 1.200 euros de alquiler, independizado con mi novia y dos chicos más. Irme solo a vivir con mi novia es algo inviable. Hay que venir a manifestarse por si cambia algo la cosa, aunque no creo", resignado y con la voz apagada.

José Antonio tiene 31 años. Celebra su plaza de funcionario tras unos años de sacrificio. La vida del opositor se acabó hace unos meses, pero vive con el agua al cuello. "Estoy de alquiler, y eso que tengo un buen sueldo", clama. "Pero gasto más de la mitad de mi salario en vivir en mi casa. Pago 850 euros en Huelin, que ha sido un barrio obrero toda la vida. Y le tengo que añadir luz, agua o internet. Lo normal es que sea el 30% del salario como tope. En Málaga, bien heredas o tener unos padres que te puedan echar una mano". No es su caso.

Manifestantes en la protestar por la vivienda en Málaga.
Manifestantes en la protestar por la vivienda en Málaga. / J. Cabrera

La mirada contemplativa de Pepe, desde otro prisma. Este sevillano se afincó en Málaga hace cuatro décadas. "No es normal que un chaval joven no se pueda comprar una vivienda, o que no pueda acceder a un alquiler si no tiene un buen sueldo. Hacen falta mínimo dos sueldos. Los chavales no pueden vivir. Es penosa esta situación. Y el comercio tradicional, solo se abren bares como nuevos negocios. Para comprar, solo puedes ir a grandes superficies". Interviene en la conversación Pepa, su mujer, ambos jubilados, mientras su hijo Alejandro, de 36 años, presencia la conversación. "Tengo un hijo discapacitado. Tiene su trabajo y no puede independizarse. Llevamos unos pocos años pidiendo al Ministerio una vivienda para una persona con discapacidad. Sin beneficios. Y él tiene nómina y puesto de trabajo. Ni siquiera un alquiler. En Sevilla por ejemplo se han construido viviendas sociales en los últimos 15-20 años, tengo familia allí y lo sé. No son grandes pisos. Llevamos aquí 40 años y en Sevilla muchos viven de alquiler, están años y luego cogen un colchón para poder comprar. En Málaga no. En Sevilla se pagan alquileres por 300 euros, con dos personas trabajando. Tú no puedes formar una familia con 45 años. El alcalde podría ser más sensible, no mandar a la gente que se vaya".

"Comprar ahora es muy difícil. Resulta que con un sueldo completo se paga una hipoteca de un piso. Esto es injusto. La gente joven de hoy en día está muy preparada, han dejado mucho esfuerzo para sacarse una carrera. Y ahora se encuentran con el problema de la vivienda, con el alcalde además invitando a los chavales a irse fuera. ¿Y cómo se va una persona a Málaga si tiene que trabajar? No hay aparcamientos para la gente que hay. Es incongruente. Han hecho un parque temático con Málaga, y hay mucha gente llenándose los bolsillos con el turismo en la ciudad. La gente está muy cansada del tema. La norma de los pisos turísticos parece que la van a cambiar, pero ya hay demasiados. Han llegado tarde. Hay que poner normativas", coinciden ambos. Las voces a pie de manifestación coinciden, el malagueño de a pie no puede comprar o alquilar una cosa, con precios que les ahogan. Y las viviendas turísticas siguen al alza.

stats