Manuela Carmena participa en la UMA en un diálogo intergeneracional sobre la transición
"Los partidos todo lo hacen bien y los contrarios, mal. No se preocupan por mejorar las cosas o la labor del que gobierna", ha dicho la ex alcaldesa de Madrid
El catedrático de Periodismo Pedro Farias, nuevo defensor universitario de la UMA

Estudiantes de derecho y otras titulaciones han podido este martes asistir a un diálogo en el que ha participado Manuela Carmena y en el que se ha abordado la transición y la lucha por los derechos.
Se trata de un debate intergeneracional organizado por el Aula Torrijos de la UMA, en el que la ex magistrada ha dialogado con el escritor y jurista Javier Padilla sobre política e historia, desde los años 70 hasta la actualidad.
La charla se enmarca en el Seminario de Valores Constitucionales de la citada Aula de la Universidad de Málaga, dirigida por el catedrático de Derecho Constitucional Ángel Rodríguez-Vergara.
Carmena se ha mostrado encantada de dirigirse a un público joven, al que ha conminado a luchar por conseguir debates participativos y a no conformarse con la situación política actual, en la que, a su juicio, "no aparece la autocrítica y los partidos se enfrascan en una guerra por derrotar al otro, sin plantearse mejorar nada".
En una narración histórica conducida por Padilla, la jueza ha recordado sus años de universidad, a donde llegó con una sensación de que "la historia podía cambiar". La anulación del sindicato falangista fue una primera victoria que les otorgó confianza a aquellos jóvenes de los años sesenta, una confianza que en aquellas aulas clasistas les hizo ver que "se podía recuperar la historia".
Tras ello, los primeros despachos laboralistas, la matanza de Atocha --que conoció de primera mano--, y, posteriormente, una transición "que no empezó con la muerte de Franco, sino bastante antes". Su opinión sobre esta etapa histórica es "correctísima".
Sin embargo, como autocrítica ha reconocido que "posteriormente, con la democracia, no fuimos capaces de ser tan creativos. Tuvimos un buen punto de partida, pero personalmente creo que la irrupción de ETA y el terrorismo que España sufrió durante décadas fue algo muy negativo en la convivencia del país".
Preguntada en el coloquio posterior al diálogo por la polarización de la política actual, ha reconocido que "escuchar hoy un debate del Congreso de los Diputados da hasta pena. Los partidos todo lo hacen bien y los contrarios, mal. No se preocupan por mejorar las cosas o la labor del que gobierna. La oposición, esté quien esté, solo quiere echar al que está en el poder. Y la Democracia no es eso", ha comentado, al tiempo que se ha mostrado convencida de que "la política no es una carrera. Es una responsabilidad".
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