Cabezas de cartel

La semana que finalizaba abril y ha iniciado el mes de mayo de 2024, ha dejado una singularidad crucerista que ha pasado desapercibida. Cumplimentadas un total de 12 escalas en las que se han dado varias pernoctaciones e inicios de viaje, el miércoles día dos, coincidían en las aguas malacitanas un par de buques a los que les une una muy interesante circunstancia. Realizando unos itinerarios trasatlánticos muy similares, ambos barcos salían de Miami el 21 de abril para llegar a Barcelona el 5 de mayo, el Oasis of the Seas y el Scarlet Lady participan de la especial peculiaridad de ser los primeros de dos series de gemelos; unas sagas que han hecho correr ríos de tinta en los medios dedicados a la industria crucerista.

Pormenorizando sobre estos dos barcos, les diré que el Oasis of the Seas de Royal Caribbean que comenzaba su carrera a finales de 2009, inició su vida de mar calificado como el buque de crucero más grande del mundo. Con la certificación de la NASA a la hora de su medición, este gigante de 361,79 metros, 226.833 toneladas de registro bruto y una capacidad máxima para 6.771 pasajeros, con sus vecindarios, sus miles de plantas y todas las innovaciones que presentaba llegó por primera vez a Málaga en septiembre de 2014. Tras aquella escala, cuatro de sus gemelos ya han pasado por aguas malacitanas a la espera de que el quinto a punto de ser estrenado y el sexto aún en construcción atraquen pronto en los muelles malagueños.

Sin llamar la atención por sus cifras, el segundo barco que protagoniza esta columna es el Scarlet Lady de Virgin Cruises. Convertido en 2021 en el primer barco de turistas bajo la contraseña de esta multinacional, sus colores, su diseño exterior y, sobre todo su filosofía a bordo, lo convierten en un muy destacado buque de crucero; el primero de una serie de cuatro de los que ya navegan tres. Realizando su estreno malagueño y, con el recuerdo de uno de sus gemelos que ya conoce Málaga, este buque publicitado como el crucero del lujo rebelde, hace unos días, junto al Oasis of the Seas escribió una interesante página en la historia crucerista malacitana; una jornada en la coincidieron dos significativas cabezas de cartel.