Las matemáticas desvelan el alma de la obra de Berrocal
La catedrática Mercedes Siles encuentra la razón áurea en escultura Miguel Berrocal Antes ha descubierto el sabor de las matemáticas y la fórmula del arroz perfecto
"El descubrimiento de las matemáticas fue como cuando San Pablo de cayó del caballo. Me hizo comprender la dimensión del espacio y me conquistó para la escultura. Lo que me interesa es la forma y su valor interno". El escultor Miguel Berrocal desvelaba en 2003, durante la inauguración de una exposición en el Palacio Episcopal de Málaga, el mundo que había hallado detrás de las matemáticas. Nueve años después de su muerte la catedrática Mercedes Siles trata de sacar a la luz el alma matemática de su obra.
La primera aproximación la ha realizado a través del trabajo de fin de grado que ha dirigido a la estudiante Hortensia Ramos sobre la razón áurea en la miniescultura de Berrocal. La proporción o razón áurea es la armonía perfecta. La esencia del equilibrio y la explicación matemática de la belleza. Fi, el número de oro, se alcanza cuando la suma de las longitudes de dos segmentos dividida entre el mayor de ellos, es igual al cociente que se obtiene al dividir la longitud del mayor entre el menor. Uno de los ejemplos más excelsos es El Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci.
A través de fotografías -porque no existen planos- y herramientas informáticas, las seis miniesculturas han sido analizadas hasta hallar en cada una de ellas la proporción áurea. ¿Fue buscada a propósito o es una casualidad? Mercedes Siles no tiene una respuesta, pero subraya que Cristina de Braganza, la viuda del escultor de Villanueva de Algaidas, recuerda que disponía en su taller de un compás especial para trazar estas geometrías.
La segunda aproximación a la obra de Berrocal ha sido a petición de expertos venecianos que han pedido que se halle el espacio áureo en la pieza La boite decoupée, una obra de gran tamaño en la que ha trabajado la catedrática Mercedes Siles y que ha dado lugar a un artículo que ahora está a la espera de publicación.
Mercedes Siles reconoce que antes de estos trabajos tenía un conocimiento muy limitado de la obra de Berrocal. Ahora, en cambio, se ha introducido en su obra, en su taller y en su alma. La viuda y los hijos le han abierto las puertas para dejarla bucear en un universo que ha dado lugar a una nueva dimensión a su actividad científica. "Nos hemos interesado por la proporción áurea, pero también sería interesante buscar la componente geométrica de sus trabajos o estudiar sus nudos. Me gustaría abrir una línea de investigación multidisciplinar porque hay muchísimo material".
La llegada del escultor al Departamento de Álgebra, Geometría y Topología de la Universidad de Málaga ha sido efecto de una concatenación de circunstancias con un denominador común: las matemáticas quieren ser molonas y los matemáticos están empeñados en demostrarlo. Mercedes Siles entró en el campo de la divulgación en 2011, cuando preparó junto al cocinero con estrecha Michelin José Carlos García y el fotógrafo y también matemático Pedro Reyes Dueñas la exposición El sabor de las matemáticas. La muestra, que ya suma cuatro años de gira por España y Panamá y que desde el 4 de diciembre se exhibe de nuevo en el Rectorado de Málaga, consta de 36 fotografías de 12 platos, cada uno de los cuales corresponde a una figura geométrica con su correspondiente fórmula algebraica, más otras 40 en blanco y negro explicativas del proceso de elaboración.
Aquella experiencia causó sensación y animó a los tres expertos a plantear una segunda exposición, esta vez patrocinada por Cajamar, que bajo el nombre Universos paralelos dialogando establecía un paralelismo entre el proceso de creación en la cocina y en las matemáticas. En este caso Pedro Reyes tomó a lo largo de un año imágenes del Mercedes Siles y de José Carlos García durante su día a día. Aspectos como la soledad de la creación, el alumbramiento y la ejecución de las ideas, la pasión, el reconocimiento, el éxito o el olvido conforman el camino por el que transitan cocinero y matemática.
Entre ambos trabajos, además, Siles elaboró otro trabajo por sugerencia del cocinero Samuel Perea para hallar la fórmula del arroz perfecto, incluyendo conceptos como el diámetro de la paellera, la cantidad de arroz, de caldo, la temperatura del fuego y el número de comensales.
La exposición El sabor de las matemáticas llevó a la catedrática de Álgebra hasta Berrocal. Coincidió que el Museo Nacional de Matemáticas (Momath) de Nueva York preparaba una exposición sobre Berrocal y varios expertos, que habían viajado hasta Villanueva de Algaidas para localizar piezas, conocieron la muestra fotográfica e invitaron a Mercedes Siles a dictar dos conferencias y realizar un taller en aquella ciudad. Ese episodio le permitió conocer a la familia y empezar a introducirse en la obra del gran creador de las esculturas desmontables.
Siles afirma que ella misma está sorprendida por la "mundología" que las matemáticas han aportado a su vida. Niega que sea una disciplina "encorsetada". "Se pueden hacer tantísimas cosas", dice y recuerda cómo ha viajado por medio mundo gracias a la actividad del Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (Cimpa), del que es responsable científica desde hace seis años.
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