La mayor red de tráfico de hachís de Cataluña tenía un grupo de ocho narcos en Málaga

Los Mossos d'Esquadra y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han desmantelado a la principal red que supuestamente introducía hachís desde Marruecos por vía marítima en Cataluña. El entramado contaba con un grupo de ocho presuntos narcotraficantes asentado en Málaga. Cinco de estos arrestos se han practicado en la Costa del Sol, dos en Zaragoza y un último en Melilla.

Un desembarco cada quince días de media

Según ha informado los Mossos en rueda de prensa, se trata de la organización más potente y con una mayor capacidad para introducir hachís en la última década en Cataluña, donde el 70% de esta sustancia entra por calas, playas, ríos o puertos, con un desembarco cada quince días de media. El operativo se ha saldado con la detención de 40 de sus miembros y la incautación de más de 18 toneladas de esta droga, valoradas en 36 millones de euros.

El inspector jefe del área central de crimen organizado de los Mossos, Antoni Salleras, ha señalado que la evolución del tráfico de hachís en Cataluña no es alarmante, pero sí "muy preocupante", y ha asegurado que obligará a destinar más recursos para combatir esta nueva realidad, al convertirse la comunidad catalana en uno de los territorios escogidos por los narcotraficantes para introducir grandes cantidades de droga.

Salleras ha advertido de que las cifras de este tipo de delitos en Cataluña aún no llegan al nivel de Andalucía, pero ha reconocido que preocupa que la tendencia al alza pueda transformar el escenario de la costa catalana en una situación parecida al de la andaluza.

26 detenidos en prisión

En la operación contra esta organización ahora desarticulada, los agentes requisaron más de 18 toneladas de hachís, 150 kilos de marihuana y cinco armas de fuego, dos pistolas, una escopeta táctica y dos fusiles, que son armas de guerra.

Como resultado de esta investigación, que ha durado nueve meses, la policía ha detenido a 37 hombres y 3 mujeres, 25 de los cuales han ingresado en prisión, a los que se atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, todos con antecedentes.

14 entradas y registros en Málaga, Cataluña y Zaragoza

La mayoría de las detenciones se llevaron a cabo el 11 de junio, cuando los cuerpos policiales desplegaron más de 200 efectivos que realizaron hasta 14 entradas y registros en diferentes localidades de Cataluña, Málaga y Zaragoza.

En esta investigación, los agentes detectaron la presencia de una organización dedicada al tráfico de drogas que estaba asentada en Málaga, pero que se había coordinado con una banda que operaba en Cataluña para llevar desembarcar droga en la costa catalana. El grupo criminal de la Costa del Sol estaba formado por ocho personas, de las cuales cinco fueron detenidas en la ciudad andaluza, dos en Zaragoza y una última en Melilla.

Por su parte, la banda catalana, que estaba afincada en Manlleu (Barcelona), la formaban más de 24 personas que buscaban y controlaban puntos en la costa para llevar a cabo los desembarcos y avisaban a la rama andaluza de donde podían actuar.

Según los datos de los Mossos, en los nueve meses de investigación a la banda ahora desarticulada se llevaron a cabo 19 desembarcos de hachís, la gran mayoría en la Costa Brava (Girona).

Uno de los fenómenos que detectó la policía en el marco de esta investigación fue la presencia de dos organizaciones distintas operando en un mismo punto de la costa, el mismo día y a la misma hora.

El arranque de la operación

Los agentes detectaron el 7 de junio en el marco de un dispositivo policial en el Maresme (Barcelona) dos embarcaciones semirrígidas, una de la organización investigada, y otra de un grupo ajeno a esta causa, que consiguió huir tras lanzar 77 fardos de hachís, tres toneladas de droga, por la borda, por lo que la investigación sigue abierta.

La presión policial

La principal hipótesis que barajan los agentes sobre el incremento de este fenómeno es resultado de la presión de los cuerpos policiales del Estado en el sur de España y la cercanía de Cataluña a Francia, que ofrece un trayecto más corto y menos arriesgado para introducir la droga en el espacio europeo.