La mayoría de menores intoxicados por alcohol se fuga del hospital

El Hospital Clínico atendió a 33 pacientes de menos de 18 años de enero a agosto de este año

Un grupo de jóvenes bebiendo en la calle.
Leonor García Málaga

26 de noviembre 2016 - 02:04

Son menores. Beben y se emborrachan. Cuando advierten que la intoxicación etílica no es una diversión, se alarman. Es el momento de salir corriendo al hospital. Unos llegan por su propio pie, otros llevados por sus amigos y algunos transportados por una ambulancia. Pese a que está prohibida la venta de alcohol a menores, el Clínico atendió de enero a agosto pasados en Urgencias a un total de 33 pacientes que no había alcanzado la mayoría de edad.

Hay un puñado de profesionales del centro sanitario que está empeñado en captar a estos menores para hacer un trabajo sociosanitario de prevención a fin de atajar su alcoholismo. Pero se topan con un problema: una vez que se recuperan un poco de su intoxicación etílica, la mayoría se fuga del hospital. "Son menores, se avergüenzan y además no quieren que sus padres se enteren", comenta la responsable de Urgencias del Clínico, María Victoria de la Torre.

La preocupación de los profesionales no es caprichosa. En el 30% de los pacientes fallecidos en la UCI -incluyendo los de todas las edades- consta el abuso del alcohol de forma crónica. "Son menores y pese a la presión asistencial, es necesaria la implicación de los profesionales para cambiar el chip porque tenemos que tratar a la persona, no solo a la enfermedad", sostiene la facultativa.

Según los datos del hospital, la asistencia a menores en Urgencias por intoxicación etílica va en aumento. Mientras en 2015 los sanitarios atendieron a 32 pacientes que aún no tenían los 18 años, las cifras parciales de 2016 recogen que en los primeros ocho meses ya se había superado. Exactamente se habían tratado 33 menores. Con este dato, los menores representan el 5,5% del total de los 599 pacientes de todas las edades atendidos en las Urgencias del Clínico por intoxicación etílica hasta el pasado mes de septiembre. Y supone que pese a la prohibición de vender alcohol en esta franja de edad, una vez a la semana sólo al hospital de Teatinos llega un menor porque su ingesta de alcohol ha sobrepasado el puntillo. Casi siempre en fines de semana, que es cuando los jóvenes se dan el atracón de bebidas alcohólicas.

Además, mientras en 2015 los menores representaron el 3,7% del total de personas atendidas con intoxicación etílica, de principios de enero a finales de agosto de 2016, el porcentaje era de ese 5,5%. En síntesis, la proporción de menores aumentó casi dos puntos más.

Los datos acumulados del hospital reflejan que desde 2013 hasta septiembre pasado, en Urgencias se atendieron a 2.953 personas debido al alcohol. Un total de 452 pacientes -el 15%- se fugaron. La mayoría de ellos eran menores. Otros 157 -el 5%- solicitó el alta voluntaria. El 3,6%, por su gravedad, tuvo que ser ingresado.

Hay otros datos para el análisis. Entre ellos, el aumento de los casos de intoxicación etílica entre las chicas. De casi 3.000 casos atendidos entre todas las edades desde 2013, el 68% fueron varones y el 32%, mujeres. Pero a medida que baja el corte de edad, aumenta la proporción femenina. De hecho, las pacientes menores de 35 años que acudieron al hospital por el alcohol representaron el 50% del total.

En general, si se tienen en cuenta todos los grupos de edad, las urgencias asistidas por intoxicación etílica aumentan dado que en 2013 se atendieron a 689 pacientes por esa causa y en 2015, a 871. La medida de edad global ronda los 40 años.

Un algoritmo para prevenir el alcoholismo

El Clínico realiza un test a los pacientes que luego traduce en un algoritmo para detectar su nivel riesgo frente al alcohol. Así, los facultativos deciden si procede la derivación al médico de cabecera o al Centro Provincial de Drogodependencia. El centro sanitario ha hecho un protocolo para tratar de atajar así el alcoholismo. Una quincena de profesionales de distintas especialidades trabaja en este proyecto de prevención secundaria que centra sobre todo sus esfuerzos en menores y adolescentes. "Pensamos que el hecho de que estén en el hospital [cuando acuden por una intoxicación etílica] es una oportunidad para que reflexionen sobre su conducta", dice la jefa de Urgencias del Clínico, María Victoria de la Torre. El hospital ha solicitado un proyecto al Plan Nacional de Drogas para exportar su experiencia a otros centros sanitarios y reducir las fugas y altas voluntarias que se producen sobre todo en pacientes menores, pero que ya han acabado en un hospital por el alcohol.

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