Médicos sobre el fentanilo para drogarse: "Equivocarse un poquito en la dosis puede ser mortal"
Facultativos no tienen constancia de su uso ilegal en Málaga y advierten que cuando es bajo prescripción debe seguirse la pauta porque un abuso puede generar adicción
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Málaga/Las alarmas saltaron hace un par de semanas cuando trascendió que la Fiscalía investigaba ya los primeros casos de tráfico fentanilo en la Costa del Sol. “Muy pocos” y localizados en la zona de Marbella y Estepona, según fuentes judiciales; pero los primeros en la provincia. Esta sustancia es un opiáceo 100 veces más potente que la morfina, que los médicos utilizan de forma legal para el tratamiento del dolor extremo. Sin embargo, en Estados Unidos, en el mercado ilegal, causa estragos por muertes y adicciones.
Facultativos de Málaga consultados no tienen constancia de que en la provincia haya casos de uso ilegal o de adicción por esta droga. Así que rebajan las alarmas. Además, insisten en que es un fármaco que precisamente por sus características tiene controles y requiere un visado específico, de manera que cualquier anomalía salta de inmediato.
Juan Jesús Ruiz es médico y dirige el Centro Provincial de Dependencias (CPD). Trabaja desde hace más de 30 años en el ámbito de las adicciones y la deshabituación de las drogas. No le consta ningún caso de utilización ilegal del fentanilo en Málaga. No obstante, advierte sobre su uso para drogarse, el ilegal: “No merece la pena; equivocarse un poquito en la dosis puede ser mortal”.
El fentanilo es el analgésico más potente que existe. Pero también es el que tiene mayor capacidad adictiva. “Es un depresor del sistema nervioso central; como una anestesia”, explica Ruiz. Lo enlentece y disminuye su actividad. Tanto que un pequeño exceso en la dosis puede ser letal. “Es muy peligroso fuera de las pautas indicadas por un médico. Muy potente para tratar el dolor, pero no para un dolor de muelas”, aclara. Es para el dolor oncológico y no oncológico grave.
En Estados Unidos, su uso ilegal se ha convertido en un problema de salud pública. En 2016 esta sustancia estuvo detrás de dos de cada tres de las muertes por sobredosis en Washington.
Ruiz estima que por las características del sistema sanitario español “creo y espero que no vamos a llegar a eso”. Aquí no sólo hace falta receta, sino además un visado especial; son sistemas de control orientados precisamente a detectar el mal uso o el abuso del fentanilo.
El facultativo insiste en que, con finalidad recreativa, es una droga muy peligrosa; como lo demuestra la realidad en EEUU. Pero añade que incluso en el caso de que sea con receta médica, hay que utilizarlo con extremo cuidado y con las pautas marcadas por un médico. De hecho, reconoce que en el CPD de Málaga llevan “años” tratando a pacientes por el abuso de opiáceos. “De prescripción facultativa, no del mercado negro”, aclara el director del centro.
Son personas enganchadas sobre todo al fentanilo, pero también a la oxicodona o el tramadol. La proporción es “insignificante” respecto a los adictos a cocaína, alcohol, heroína o cannabis. Pero existen. Es decir, pacientes que han caído en la adicción tras un uso legal. “Son personas que se han pasado de la pauta, han hecho un abuso y terminan haciendo una adicción”, explica Ruiz. Las derivaciones al CPD proceden de Atención Primaria, Unidades del Dolor o Servicios de Traumatología.
Precisamente por esta realidad, insiste en que aún haciendo un consumo legal de fentanilo, deben seguirse las pautas trazadas por médico para no sufrir una sobredosis potencialmente mortal ni acabar con una adicción.
Según un informe de 2023 de Energy Control –un programa de intervención para la reducción de riesgos en el ámbito de los consumos recreativos de drogas de la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD)–, no hay evidencias para afirmar que el fentanilo haya entrado en los mercados de drogas ilegales en España.
En los últimos cinco años, los anuarios estadísticos del Ministerio del Interior recogen el decomiso de 336 gramos de fentanilo, de los cuales 291 corresponden a una intervención realizada en 2018. En 2021, se decomisaron 21 gramos. Se desconoce si esa sustancia tenía como destino final España o si era mercancía de tránsito.
Existe en este país una red coordinada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en la que participan tanto representantes de la reducción de la oferta (Policía Nacional, Guardia Civil, Agencia Tributaria) como de la demanda (Planes autonómicos sobre drogas, ONG) y laboratorios como el Instituto Nacional de Toxicología. Forman el Sistema Español de Alerta Temprana (SEAT). De momento, el SEAT no ha lanzado ninguna alerta de la presencia de fentanilo, sus análogos u otros opiodes sintéticos en España.
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