El mejor verano desde 2008

málaga/Un verano excelente para el mercado laboral en la provincia de Málaga gracias a los números récord del turismo y a una mejora de las condiciones macroeconómicas. El tercer trimestre del año ha sido el mejor desde el inicio de la crisis, allá por 2008, hasta el punto que se ha contabilizado el mayor número de ocupados y el menor de parados en los últimos nueve años. Así se refleja en la Encuesta de Población Activa (EPA) que fue publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística y que señala que en Málaga había en septiembre 599.800 ocupados y 158.300 desempleados.

Empezando por los ocupados, ese volumen representa el mayor desde el verano de 2008 -en aquella época se estimaba que había 612.400 ocupados en la provincia- y seis mil personas más trabajando que en junio, lo que muestra un crecimiento trimestral del 1%. Si se hace una comparativa anual, en este pasado verano la EPA indica que había 13.900 ocupados más, un 2,3% de aumento. El dato no es baladí pues solo hubo más ocupados que ahora entre el segundo trimestre de 2006 y el verano de 2008, de forma que en estos momentos hay, siempre según esta encuesta del INE, más personas trabajando que en años de bonanza económica como 2004 ó 2005. No obstante, el número de parados que había en esos años era también mucho menor que el actual, así como la población activa.

El sector servicios, como era de esperar por su peso en la economía malagueña y por ser un trimestre eminentemente turístico, fue el que tiró del carro en verano con 511.700 ocupados, 13.300 más que en el segundo trimestre y 8.400 más que hace un año. La calidad de los contratos, en su mayoría temporales y con bajos salarios, es otra cuestión. La construcción sigue su franca recuperación y aunque el verano no es buena época por el calor, el número de ocupados se mantuvo estable en 43.000 trabajadores, 700 más que en junio y casi tres mil más que en el verano de 2016 con incrementos del 1,6 y 6,9% respectivamente. La industria ha sufrido un descenso del 7% en verano, hasta los 34.000 ocupados, y el mayor desplome ha tenido lugar en el campo, con un 33% menos de trabajadores al contabilizar 11.000 ocupados. Cabe señalar no obstante que la agricultura tiene sus propios tempos, funciona en base a las campañas y, por ejemplo, en verano del año pasado había 11.600, siendo una cantidad casi idéntica a la actual.

En el caso del paro el resultado de la EPA arroja el dato más bajo en nueve años con 158.300 desempleados, lo que supone un descenso del 5,1% respecto al segundo trimestre. El salto ha sido espectacular pues la EPA registraba 200.400 desempleados en la provincia malagueña en marzo o 198.000 el verano pasado. Dicho de otra forma, comparando verano con verano, la caída del desempleo según esta estadística ha sido de 39.700 personas, un 20% menos. La tendencia es evidentemente positiva aunque tampoco conviene lanzar las campanas al vuelo porque sigue habiendo 158.300 personas sin un empleo y, por ejemplo, en el verano de 2007 se contabilizaban la mitad (75.200).

Una de las principales virtudes de la EPA es que permite conocer cuál es la tasa de paro y hacer análisis con el resto de España y Europa. Málaga, tras este fuerte descenso de desempleados, ha conseguido rebajar la tasa en verano al 20,8%, un número que tampoco se recordaba desde el verano de 2008. Sigue siendo una de las tasas más altas del país y del conjunto europeo, pero no es menos cierto que las distancias con la media nacional se han acortado hasta apenas cuatro puntos ya que en verano la tasa de paro española fue del 16,3%. Parece escaso consuelo, pero no lo es si se tiene en cuenta que se ha llegado a diferencias superiores a los diez puntos. Es preciso recordar que en 2013 y 2014 se superó el 36% de tasa de paro o que en el verano de 2005 se bajó de la barrera del 10% hasta el 9,8%. No se está, por tanto, ni tan mal como hace cuatro años ni tan bien como en la década pasada, pero parece que se está en la senda acertada, aunque tampoco conviene hacerse trampas al solitario pues la tasa de paro subirá en el cuarto trimestre y en el primero de 2018 con la temporada media y baja turística. El ciclo económico y laboral habitual de Málaga.